Camilo dos Santos

¿Quiénes son Cetraro, Klüver y Borchi, los que llevaron a Uruguay a una final olímpica?

Un argentino, un montevideano y un mercedario son los protagonistas de la historia del remo uruguayo finalista en los Juegos Olímpicos Tokyo 2020

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28 de julio de 2021 a las 05:01

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Uruguay habla de remo por su clasificación a la final olímpica con el doble par peso ligero, que este martes de noche consiguió el bote uruguayo tras otra memorable carrera en la pista de Tokyo 2020. Los celestes culminaron segundos la semifinal y lograron el cuarto tiempo de los seis finalistas, que este miércoles 21.40 irán por las medallas de oro, plata o bronce.

EFE/ Kai Fösterling
Cetraro y Klüver tras otra gran actuación en Tokyo 2020

¿Quiénes son los tres protagonistas de esta historia de conquistas celestes, que genera una emoción única y contagia entusiasmo por la forma en que afrontan cada carrera?

Los tres héroes anónimos de esta historia son un entrenador argentino y dos jóvenes remeros uruguayos, de 21 y 23 años, debutantes en los Juegos Olímpicos. El mayor de los deportistas se recibió de imagenólogo este año.

El entrenador, el motivador, el cerebro: Osvaldo Borchi

El entrenador es Osvaldo Borchi, de 68 años, nacido en Argentina y de una larga carrera en el remo cuyos inicios se remontan a 1968, cuando empezó a remar en Buenos Aires. No llegó a destacarse como deportista, pero protagonizó una gran gestión como entrenador.

En Tokyo 2020 está dirigiendo sus novenos JJOO. El primero fue en Los Ángeles 1984 y solo faltó a Sídney 2000, porque arregló un contrato como entrenador de remo con salario de fútbol en Flamengo, de Brasil, y el noveno, es el de Tokyo 2020. Concurrió a los Juegos con las selecciones de Argentina y España.

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Osvaldo Borchi

Borchi, cuya carrera como entrenador de la selección uruguaya puede compararse con la de Tabárez en fútbol, por el proyecto a largo plazo que desarrolla, llegó por primera vez a la Federación Uruguaya de Remo en 2003, cuando refundó la selección. Su primera etapa fue de dos años y con su trabajo devolvió al remo a los Juegos Olímpicos con Rodolfo Collazo y Joe Reboledo, en Atenas 2004. Desde entonces, Uruguay no faltó más a la cita olímpica.

Tras esos dos años de trabajo, siempre estuvo cerca de la federación, pero no volvió a afincarse en Uruguay y generar un proyecto a largo plazo hasta 2015.

En mayo de hace seis años inició el proyecto de selecciones que dio estos frutos en los juegos de Japón y que tiene como base de trabajo el complejo de remo en lago Calcagno.

Hoy Uruguay no solo tiene a Cetraro y Klüver, sino que en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 consiguió una medalla de oro, la primera después de 16 años, que le quitaron a Uruguay por un error administrativo, ganó el preolímpico clasificatorio para Tokyo 2020 en Río de Janeiro en marzo de este año y con una selección 10 remeros sub 23, entre los que se incluye Klüver, irá a los Juegos Panamericanos de Cali en noviembre de este año.

¿Cómo armó Borchi este bote olímpico?

En febrero de 2020 tuvo dos días de evaluaciones con cuatro remeros en el remorgómetro y en el lago Calcagno. 

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Felipe Klüver y Bruno Cetraro

Fue casi como un trabajo de ingeniería. Remoergometrías de 2.000 metros, 150 m, 2.000 m, 6.000 m y 15.000 m. Dos días de pruebas. Armó el ranking, fue rotando a los cuatro remeros en parejas, en un trabajo de ingeniería humana. Todos reman con todos en combinaciones de a dos. Después de las pruebas, la mejor pareja fue la de Cetraro-Klüver. Los eligió por tiempo, pero también le puso su ojo, ese que afinó durante décadas seleccionando remeros. Así nació el doble par de Tokyo 2020.

Bruno Cetraro en la proba: es una bomba

En el bote reman dos jóvenes deportistas, Bruno Cetraro, de 23 años, quien ocupa la proa, y Felipe Klüver, de 21, en la popa.

A decir del entrenador Borchi, Bruno "es una bomba, es explosión". 

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Bruno Cetraro

Cetraro se transformó en remero inspirado en Rodolfo Collazo en los Juegos Olímpicos de 2008 y por la aspiración de su padre que buscaba un deporte para que continuara haciendo actividad y descargara energía. En Montevideo Rowing descubrió el primer amor de su vida, el remo. Desde entonces ganó todo lo que corrió, es oro a nivel panamericano y desde este miércoles finalista olímpico.

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Bruno Cetraro

"Me enamoré del remo. Descubrí un mundo aparte, ese de salir al agua, estar solo en el medio de la nada. Se transforma en un momento de reflexión en el que podés llegar con tus problemas, alegrías y repasar todo eso. Cuando empecé a entrenar lo hacíamos en la bahía de Montevideo y veía el atardecer desde el agua con su encanto propio, y ver la ciudad desde el mar es algo que te enamora", dijo a Referí quien es imagenólogo, tras completar el internado este año.

Klüver: el patrón desde la popa

En 2015 Klüver acompañó a un amigo a la escuelita de remo de Remeros de Mercedes, su ciudad natal, y terminó junto a su amigo, remando y descubriendo su pasión por el deporte.

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Felipe Klüver

“Al principio iba a jugar, a divertirme, a dar una vuelta en el río. Tenía 15 años. Después empezaron las competencias entre los compañeros de la escuelita, donde cada vez fuimos más competitivos entre nosotros. Luego vinieron las regatas, las competencias en el circuito nacional, y así fui avanzando hasta llegar a este camino hacia los Juegos Olímpicos”, rememora. “En el remo encontré un lugar para divertirme, y luego me atrapó tanto este deporte que en un momento me generó una adicción”, revela.

Borchi define así el bote de Uruguay que irá por subir al podio, como hace 69 años no ocurre con el remo uruguayo, desde Helsinski 1952, y hace 21 no alcanza medallas en ningún deporte, el último fue Milton Wynants en ciclismo en 2000.

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Felipe Klüver

Felipe tiene la técnica, la habilidad, la destreza para llevar el bote, para ser el patrón del bote desde la popa. Bruno es una bomba, es explosión. Es un pistón que no deja nunca de estar al 100%. Se combinan los dos factores. Ninguno se parece. Lo más importante acá es que uno más uno es uno, no es dos como en la matemática tradicional. Lo más importante es que se complementa la potencia de Bruno, y la destreza de Felipe”, resumió el entrenador del bote.

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