AFP

Se acabó el sueño culé: 1-1 y campeón Athletic

Barcelona no pudo lograr la hazaña ante un rival que jugó un gran partido en defensa

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17 de agosto de 2015 a las 17:00

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No hubo milagro en el Campo Nou. El escenario estaba planteado, porque a pesar del 0-4 de la idea, la frase se repetía por todos lados: "Si hay alguien que puede levantar un 0-4 es Barcelona". Pero al final Athletic Bilbao se llevó la Supercopa española. Hizo un planteo avaro pero muy efectivo, y no pasó grandes zozobras para sacar un empate 1-1, que se sumó al festival del viernes pasado, para terminar festejando un torneo después de 30 años, que además dejó a los culé sin el "sextete", el logro inédito de seis triunfos en una temporada (Liga, Champions, Copa, Supercopa europea, Supercopa española y Mundial de Clubes).

Para muchos fue un capricho reglamentario, ya que el equipo de Suárez se había quedado con la Liga y la Copa del Rey, por lo que la final de ayer no tendría sentido. De hecho las únicas dos supercopas que tenían hasta ahora los vascos habían sido sin jugar, por ser campeón de ambas competiciones, por lo que la de ayer fue la primera en cancha.

Barcelona salió con su mejor instinto asesino, y a los tres minutos ya había tenido dos mano a mano con el arquero y un pelotazo en el travesaño de Piqué. Pero poco a poco Bilbao empezó a imponer su idea: línea de 5, con tres delante, formando una telaraña de ocho jugadores y 16 piernas, que estuvo siempre más atenta para cortar pases, anticipar pelotas cruzadas, y ser un ejemplo de juego en espacios reducidos.

No fue la tarde de Barcelona, porque Messi no pudo encender la magia, porque Suárez debía hacer de pivot recibiendo de espaldas al arco y pasando, sin chances de darse vuelta y encarar, y porque los circuitos de Barcelona nunca aparecieron. Es más: con el correr de los minutos Bilbao logró adelantar esa línea de ocho, dejando en offside en varias situaciones a los delanteros de Barcelona, y lanzando contras peligrosos.

El peso del talento de Barcelona puso el 1-0: centro, bajada de pecho de Suárez y definición de Messi. Pero el milagro nunca llegó, porque el juego lo controló Athletic, que terminó encontrando el empate tras una serie de gruesos errores de Barcelona, completamente jugado en ataque.

El culé, que logró todo la temporada pasada, arrancó con caída, y ahora está obligado a levantar. l


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