Pablo Pirrocco

Seducción finlandesa

Con la llegada de UPM se presentan preguntas y sensaciones encontradas

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28 de julio de 2019 a las 05:00

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Cuando Charles Darwin volvió de su viaje alrededor del mundo a su Inglaterra natal estaba enamorado de su prima, Emma. Pensaba pedirle matrimonio. Era una decisión de por vida. Se casaba con ella o decidía transcurrir su vida como soltero con todo el tiempo para la observación y el estudio de la naturaleza y su barra de amigos.

Sabedor de que era una decisión sin marcha atrás tomó una hoja de papel, la dividió con una raya vertical y tituló “Ventajas” y “Desventajas” en cada lado. Llegar a casa y que te espere alguien de tu agrado, tener hijos, poder tener conversaciones interesantes, ¡ventajas! 
Participar de reuniones familiares prolongadas con gente que tal vez no sea de mi agrado, menos tiempo con los amigos tomando cerveza, ¡desventajas!

Darwin se casó con su prima Emma y fue feliz hasta su vejez, criaron hijos y nietos y se trataron con amor, respeto y amabilidad, aun en las ocasionales discrepancias hasta el final de sus días. Es inevitable ante decisiones cruciales tener dudas, y plantear las ventajas y desventajas resultantes. Pero no emprendió ese camino libre de dudas.

La finlandesa UPM inició un romance con Uruguay, según dicen buenas fuentes, despechada por las coimas que se le solicitaron en un país vecino. Ahora ha llegado el momento del matrimonio y corresponde un ejercicio similar al del sabio inglés. Porque este casamiento cambia para siempre a Uruguay y por lo tanto es inevitable que genere ilusiones y ansiedades. 
Finlandia es un país culto, educado, donde el delito es casi un recuerdo, donde la palabra vale,  respetuoso de la naturaleza, tecnológicamente vanguardista, con una gran calidad de vida, admirable. ¡Ventaja!

Uruguay se muestra al mundo como un país en el que vale la pena invertir, en el que quienes invierten, ratifican su compromiso,  ventaja. Se generan puestos de trabajo en el centro del país, donde hay muy pocos empleos que no sean en el sector público, ventaja.
A un río Negro enfermo le agregamos presión. Es complejo. Hay un plan para sanar a la cuenca. ¿Tratarán al río Negro como si estuviera en Finlandia? ¿Podemos articular este proyecto con el del país vergel que sueño y que creo todos debemos soñar? Incertidumbre. Quienes hoy se oponen ya vaticinaban desertificaciones apocalípticas que no ocurrieron. El mundo precisa más bosques para el que considero un problema dramático como es el cambio climático. Miles de toneladas de bosques son miles de toneladas de carbono sacadas del aire y es un buen posicionamiento del país.

También sueño con un país que tenga el doble de ovinos de los que tiene en el presente. Más bosques son más problemas para las ovejas y los corderos. Se dispara la población de jabalíes, zorros y caranchos. ¿Podrá  UPM darle casillas parideras de madera a todos y cada uno de los pequeños productores ovinos para que puedan cuidar de una manera segura a los corderos recién nacidos? ¿Podrá realmente lograrse una sinergia ovinos/forestación con bosques pequeños de 4 o 5 hectáreas que sean doble propósito?

Considero que el atraso cambiario es un grave problema recurrente de la economía uruguaya. ¿Estará este proyecto propiciando un nuevo calvario de dólar barato y competitividad acotada a las zonas francas? La pasividad del Banco Central hasta el jueves de esta semana no fue una buena señal. ¿Podremos, como Noruega, recibir flujos de dinero y generar fondos independientes que no hundan artificialmente al dólar?

¿Cuánto dinero pone Uruguay? ¿US$ 2.500 millones? ¿US$ 4.000 millones? ¿Es un buen negocio para las generaciones que nos sucederán? ¿O estamos cargando una deuda a quienes hoy son niños y no tienen ni idea de lo que significa una pesada deuda externa? Parece una cuenta compleja y dudosa. Tal vez un subsidio a la población uruguaya que históricamente ha tenido menos oportunidades laborales.

Se dice que la vía del tren partirá al medio a ciudades importantes como Florida, por ejemplo. Eso parece inadmisible y muy poco mencionado. No es propio de un país modelo ni de un país de primera.

¿Qué uso tendrá el tren de los US$ 2.500 millones? ¿Servirá también para dar competitividad a una agricultura agobiada por costos ubicados fuera de las chacras?

¿Cuántas hectáreas de  tierras aptas para la agricultura, la lechería o la invernada han pasado y pasarán a la madera? ¿Podrán volver luego a rubros vinculados a los alimentos? Porque si hacemos las cosas bien, en el largo plazo debería valer 

¿Pagará el turismo con cianobacterias la factura oculta de esta ganancia prometida? ¿O podrá una mirada integral sobre el tema frenar la llegada de fósforo y nitrógeno a los cursos de agua? 

¿Por qué renunció una alta autoridad del equipo económico a consecuencia de esta negociación? ¿Por qué tan poca transparencia todos estos años para un tema tan importante? ¿Por qué nunca entró en la agenda del Parlamento y estamos queriendo averiguar sobre lo ya firmado? ¿Cómo se corregirán las asimetrías que generan los grandes beneficios a una cadena de valor respecto a las demás? ¿Empezará una era de relaciones laborales que pongan al conflicto como último recurso y al diálogo buscando lo mejor para todos los integrantes de la empresa como norma general? ¿Tendrá las mismas relaciones laborales UPM y Conaprole? En un mundo con hambre hay industrias lecheras de Uruguay que no pueden literalmente pagar la cuenta de la luz y precisan la ayuda de UTE para no bajar la llave. Hablando de energía, el precio que pagaremos por la energía a UPM, ¿será el justo y razonable?

Siento que estoy participando de una decisión fundamental para mi país con información incompleta. Como saltando de un trampolín y pensando “ojalá haya agua”. Mi muy respetado Hoenir Sarthou seguro me diría que: “Suerte en pila”. Mis muy respetados economistas Oddone y Capurro celebran la decisión tomada.

Por como se ha tratado el tema, solo el tiempo dirá si estamos tomando una decisión. Que, como le pasó a Darwin, el casamiento nos haga felices y cuidemos a las perdices, los bagres, las tarariras, las garzas y todo el resto de lo que se supone debe ser un biodiverso Uruguay Natural.

Mientras pienso el tema suelen venir a mi mente los Rolling Stones de mis tiempos liceales diciéndome que no soy el único con sentimientos encontrados (You are not the only one, with  mixed emotions). Tengo emociones encontradas pero prefiero que la inversión se haga, apostar a que se puede crecer cuidando. Y como solía citarse al humorista Wimpi hace décadas, añorar “que todo sea para bien”. Aunque el tiempo de anuncio de la decisión aparezca para favorecer al partido político en el poder, que se opuso al tratado de protección de inversiones con Finlandia, sí,  a pesar de todos los pesares, la finlandesa es capaz de seducirme. Pero que el tren respete a los centros urbanos. Que esquive a Florida, por favor. 

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