Seguridad, Martínez y ministros desgastados: las causas de la derrota del FA, según militantes

El puntapié inicial de este análisis (postergado primero por las departamentales y luego por la pandemia) tuvo lugar el pasado 17 de octubre, cuando la coalición de izquierda celebró un Plenario Nacional para poner en conocimiento de toda la estructura partidaria un documento disparador del proceso autocrítico. 

No obstante, de ese encuentro no surgió una conclusión sobre las causas de la derrota, ya que para eso están previstas otras instancias, como un Plenario Nacional fijado para el 19 y el 20 de diciembre, así como un Congreso Nacional que se celebrará entre el 27 y el 28 de marzo de 2021. 

Pero además del documento disparador que redactó una comisión integrada por varios dirigentes, así como los informes elaborados por los distintos sectores, también los militantes del Frente Amplio dieron su opinión sobre las causas de la derrota. 

En algunos de esos documentos a los que tuvo acceso El Observador, los militantes de a pie apuntaron hacia la "falta de recambio" y de "renovación", tanto en los ministros de la segunda administración de Tabaré Vázquez como en las figuras políticas de la izquierda. 

También fueron críticos con la forma en la que se manejó la inseguridad y las respuestas tardías para combatirla; el tortuoso proceso que terminó en la renuncia del exvicepresidente Raúl Sendic; y las falencias de la fórmula presidencial que compitió en 2019. 

Medios de comunicación 

Además de los factores políticos y coyunturales, los militantes frenteamplistas atribuyen parte de la derrota a los "medios de comunicación", a quienes acusan de promover un "acoso permanente" y "sistemático" que "sin duda incidió en la campaña política".

"A pesar de conocer la labor y el histórico proceder de los grandes medios de prensa contra nuestra fuerza política, no se trabajó adecuadamente para contrarrestarlo", señala el documento autocrítico de la coordinadora L.  

Los medios, según otro documento que recoge aportes de varios comités de base, también "propiciaron" el "gran descontento con la seguridad" al repetir de manera "exagerada" hechos delictivos.

"Perdimos porque fuimos absolutamente incapaces y mediocres en materia de comunicación (...) Dejamos que se instalaran mentiras (que Sendic se robó centenares de millones de dólares, que estamos llenos de corruptos, que la educación es un desastre, que trajimos al narcotráfico, que le quitamos a los que trabajan para mantener vagos, etcétera) en lugar de salir cada día (como hacían Hugo Chávez o Rafael Correa) a desmontarlas una por una", afirma otro documento, en este caso firmado por cincuenta militantes de todo el país. 

Falta de recambio ministerial

Otro tema que los militantes y coordinadoras barriales mencionan como parte de la derrota es la falta de recambio que hubo en el último gobierno del Frente Amplio (2015-2020). 

Uno de los escritos, que recoge opiniones de distintos militantes de comités de base señala que el segundo gobierno de Vázquez no transmitió una "imagen renovadora", sino "más bien rígida, como una vuelta al pasado". 

En esa misma línea, otro documento, de la coordinadora H, afirmó que la falta de figuras nuevas en el Consejo de Ministros "impidió el surgimiento de nuevos dirigentes con proyección nacional y visibilidad política". 

Los integrantes de la coordinadora L fueron más tajantes y señalaron que "mantener ministros desgastados e irritantes" fue uno de los "hechos políticos negativos" que contribuyeron a la derrota. En ese caso apuntaron específicamente hacia el exministro Eleuterio Fernández Huidobro, a quien señalaron como uno de los ejemplos más claros por su "inadmisible y grosero destrato" a las organizaciones de derechos humanos.

En el comité de base de San Luis (Canelones) concluyeron que si bien Eduardo Bonomi fue "un buen ministro que modernizó las fuerzas del orden", "políticamente debió ser cambiado".

Seguridad 

"Perdimos porque tardamos diez años en reconocer que teníamos un problema de inseguridad y mientras asaltaban a la gente le decíamos que tenían un problema de percepción", afirmó otro de los documentos en relación a la forma en la que se manejaron los hechos delictivos. Y agregó que el gobierno también fue lento y no tuvo "sentido de urgencia" en el combate a la delincuencia. 

Los jóvenes de un comité de base de La Paloma, en Rocha, consideraron en un documento de octubre de este año que el Frente Amplio "se ha dedicado sistemáticamente a relativizar un problema de la mayor gravead y que es padecido todos los días por los residencias de las zonas más humildes de la capital y sus alrededores". 

"Un gobierno de izquierda no puede de ninguna manera permitir que la vida y la seguridad de los trabajadores esté constantemente amenazada por la delincuencia", señaló el escrito y agregó que "se debió actuar con mucha mayor determinación", además de "tener un discurso claro en ese sentido ante la opinión pública". 

Sendic 

El caso Sendic también está presente en muchos de los documentos autocríticos que elaboraron los frenteamplistas.

Por ejemplo, en el comité Unidos Venceremos (en el barrio La Comercial) concluyeron que "la izquierda nunca se preparó" para que tildaran a sus integrantes de "corruptos". Además, apuntaron hacia el Tribunal de Conducta Política por su "lentitud". 

En el documento de la coordinadora L, que hizo un taller abierto con militantes en diciembre de 2019, también incluyeron al "prolongado 'caso Sendic'" entre los hechos políticos negativos que contribuyeron a la derrota. 

"Comenzó con el tema del título profesional, pero la oposición lo hilvanó con su gestión en Ancap y, a su vez, lo mezcló con el remate de los aviones y el aval, creando un 'combo potente' utilizando para cubrir de sospechas toda la gestión. Las dudas propias y la acción ajena deterioraron la credibilidad de la fuerza política en cuanto a sus principios fundamentales", señaló el escrito. 

Fórmula presidencial

Las críticas a la forma en la que se desenvolvió la fórmula presidencial encabezada por Daniel Martínez y Graciela Villar también abundan en los documentos. 

Varios informes señalan que fue un "error" que Martínez concediera una entrevista al programa Santo y Seña. "En los debates le faltó manejar técnicas adecuadas y efectivas de oratoria y permitió que Lacalle saliera ileso de ambos encuentros", afirma uno de los documentos que contempla las apreciaciones de militantes de todo el país.

El documento de la coordinadora L sostiene que la fórmula fue "excesivamente montevideana", así como que hubo una "notoria falta de coordinación entre el Frente Amplio y el comando de Martínez". Esto último tuvo como consecuencia que en la campaña se instalaran dos comandos independientes. 

"Fue una campaña 'políticamente correcta', a la defensiva, personalizada, basada en logros pero tímida a la hora de marcar las debilidades del adversario y explicitar en forma clara las nefastas consecuencias económicas y en derechos para el pueblo en caso de que ganara la oposición", apuntó. 

Y sostiene que "no fue bueno" ir al programa Santo y Seña "un escenario de previsible hostilidad y donde Martínez fue algo así como el 'candidato joven' dispuesto a conquistar votos 'en campo enemigo' y le dio un trato de demasiada confianza a un periodista sesgado".