Seis meses después, el título de Sendic no aparece

Cuando haya que presentar la documentación sobre esto, lo haremos". Así respondió Raúl Sendic el 24 de febrero tras estallar la polémica luego que El Observador publicó que el vicepresidente de la República no es licenciado, como había afirmado a lo largo de los años. La noticia había sido confirmada por el propio Sendic antes de publicarse, pero al otro día, el jerarca dio una conferencia donde relacionó la información con ataques políticos y dijo que nunca se había adjudicado un título que no tenía.

Casi seis meses pasaron desde esa conferencia, pero el título nunca apareció.

Esa situación fue uno de los golpes que recibió Sendic desde que asumió la vicepresidencia, en marzo de 2015. Eso se sumó a los cuestionamientos a su gestión en ANCAP, tanto desde la oposición como dentro del propio Frente Amplio. El Frente Liber Sergeni del ministro de Economía, Danilo Astori, tiene una opinión muy crítica de su gestión al frente de la empresa.

Además, la comisión Investigadora instalada en la Cámara de Senadores indagó la gestión y los cuatro partidos de la oposición terminaron presentando una denuncia ante la Justicia.

En este contexto surge el fallo del Tribunal de lo Contecioso Administrativo, que acusa al directorio encabezado por Sendic de "desviación de poder". Un nuevo golpe para el vicepresidente, que era visualizado como un posible candidato a las elecciones de 2019. Para algunos sectores, justamente, esa es la razón de los ataques políticos.

El 24 de febrero, El Observador informó que Sendic no tiene el título de licenciado en Genética Humana de la Universidad de La Habana, pese a que así fue presentado durante años en eventos oficiales, la página web de su sector político y algunas entrevistas sin que él lo negara.

Sendic reconoció al ser interrogado sobre el tema por El Observador antes de ser divulgada la noticia no tener ese título. "Yo lo que hice fue una preparación para la docencia genética, que era un curso rápido. Nunca ejercí ni como licenciado ni como investigador en genética, más que en un equipo en La Habana que trabajaba en investigaciones genéticas relacionados a los cromosomas sexuales", afirmó. Sobre la presunta licenciatura, dijo: "No lo hice, no lo hice. Yo nunca lo hice".

"Nunca utilicé eso para absolutamente nada, nunca ejercí la genética ni hice presentación sobre eso porque en realidad lo único que hice fue una preparación para docencia", explicó.

Al ser divulgado la información y sus declaraciones, llamó a una conferencia en la que contó que había revalidado en Uruguay los cinco años de estudio de Facultad de Medicina realizados en Cuba. "Mientras tanto, una licenciatura en genética que cursé en La Habana, que no traje y no revalidé en nuestro país", dijo. Al ser interrogado sobre si había terminado la carrera contestó "sí", y dio por terminada la conferencia. En esa instancia, aseguró que presentaría documentación para acreditar sus palabras. Luego divulgó documentos sobre la carrera de Medicina, algo que no estaba en cuestión.

El episodio tuvo un fuerte impacto en la opinión pública. Algunos dirigentes de la oposición sugirieron que Sendic no podía seguir ocupando el cargo. "Si fuera un compañero de mi partido, si como vicepresidente hubiera hecho esto, yo le pedía que deje el cargo, que su tiempo se terminó", disparó el líder de Todos, Luis Lacalle Pou.

Sendic fue al Plenario del Frente Amplio (FA) a dar su versión y el órgano lo apoyó con un duro comunicado que incluyó una furibunda crítica a los medios de prensa y la oposición, a quienes acusó de querer "debilitar la institucionalidad democrática del país". Esa declaración fue luego cuestionada por varios dirigentes de su propia fuerza política.

Por esos días, desde el FA se advirtió más de una vez que se aguardaba la versión del vicepresidente. Pasaron casi seis meses y el título de la licenciatura en Genética Humana en Cuba, al menos públicamente, no apareció, aunque dirigentes del MPP han dicho lo contrario: Lucía Topolansky dice que vio esa documentación y Ernesto Agazzi que tras una investigación, confirmó que los estudios fueron reales. En los últimos días, El Observador intentó sin éxito consultar a Sendic sobre este tema.