En apenas unos años, Camino de los Horneros pasó de ser una calle tranquila en Canelones a convertirse en uno de los puntos de mayor crecimiento demográfico del país. La proliferación de barrios privados ha ido acompañada con la llegada de tiendas, supermercados y escuelas, creando las bases para una comunidad autosuficiente.
Un actor clave en esta transformación urbana ha sido Balsa & Asociados. En 2020, la firma de desarrollos inmobiliarios lanzó Pilar de los Horneros, el primer barrio diseñado en torno al estilo de vida sustentable. A esta primera experiencia le siguió La Juana, situada en Camino de los Aromos, y que alojará a más de 270 familias.
Sin embargo, resultó ser el año pasado cuando la firma impactó el mercado con el lanzamiento de Carlotta, un barrio de lagos que abarcará más de 100 hectáreas. El proyecto demandará una inversión de US$ 200 millones y ofrecerá 560 lotes para la construcción de casas y 16 edificios con 560 departamentos.
En cuestión de horas, Balsa & Asociados vendió los 60 lotes previstos en la modalidad Friends & Family, y en menos de un año logró comercializar el 85% de los terrenos de la Etapa I del proyecto. Esta demanda impulsó un aumento del 35% en el valor de los lotes desde su lanzamiento.
“Carlotta es un proyecto que pone en el centro a la naturaleza y el estilo de vida sustentable. Pero también propone un nivel de amenities inédito para un barrio privado, con su propio complejo deportivo y una batería de actividades para toda la familia”, explicó Mateo Larre Borges, director comercial de Balsa & Asociados.
La conectividad es otra de sus fortalezas. Está ubicado en el primer tramo de Camino de los Horneros desde ruta Interbalnearia, cerca de Car One Center. Además de la entrada principal, contará con otros tres accesos adicionales por ruta 101, Camino Gonzalo Rodríguez y Camino La Reducción.
Según Larre Borges, esta accesibilidad es muy valorada por los compradores: con 2.300 familias viviendo en la zona, el tráfico en Camino de los Horneros puede generar congestión en las horas pico. Con los cuatro accesos, el tiempo de ingreso o salida se reducirá en unos 10 minutos.
Carlotta Racket Club: mucho más que deportes de paleta
A nivel de amenities, el complejo Carlotta Racket Club ofrecerá canchas de pádel cerradas, canchas de tenis en polvo de ladrillo, squash y las primeras canchas de pickleball de Canelones. La creciente popularidad de esta clase de deportes llevó a adelantar la inauguración del club respecto al resto del barrio, y se espera inaugurar las primeras canchas en las próximas semanas.
En una etapa posterior se añadirán canchas de fútbol, piscinas al aire libre y cerradas, vestuarios y salas para fitness. El barrio además contará con circuitos de running por el predio, y una vez construidos los lagos se practicarán deportes acuáticos no motorizados.
Carlota Racket Club aspira a ser un referente deportivo para la zona, y por eso estará abierto al público general. En el caso de los propietarios, la cuota estará incluida en los gastos comunes, lo que permitirá que sea aprovechado por todos los vecinos sin restricciones.
De acuerdo a Larre Borges, en Carlotta las amenities representan un medio para generar una comunidad, y por eso se propone una variedad de actividades recreativas que contemplan todos los intereses y edades. Habrá espacios de expresión artística y cocina, e instancias de un perfil más espiritual como meditación, yoga y mindfulness.
Un barrio que premia la sustentabilidad
Carlotta es un barrio diseñado alrededor de la naturaleza y el estilo de vida sustentable. En la construcción de las casas se aplicarán prácticas para reducir la huella de carbono, se realizarán recomendaciones para una mayor eficiencia energética y también se utilizarán materiales amigables con el medio ambiente.
Además, el plan de sustentabilidad del barrio contempla: desarrollo de paisajismo con vegetación nativa, fomento de medios de transporte alternativos, producción local de alimentos, gestión responsable de residuos, reducción de uso de aguas y manejo de agua de lluvia, entre otros puntos.
“La gente cada vez es más consciente del impacto negativo en el medio ambiente, y se quiere involucrar en este cambio hacia el desarrollo sostenible. A partir de estas inquietudes y sensibilidades, con Carlotta buscamos crear un nuevo paradigma. Un barrio donde la huella de carbono tienda a cero, tanto en la construcción como en el estilo de vida”, concluyó Larre Borges.
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