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Tesoros subacuáticos en el lago Titicaca

Las ricas ruinas arqueológicas ubicadas en el fondo del lago Titicaca, a unos 3.800 metros de altura, forman parte de un plan turístico del gobierno de Bolivia

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13 de noviembre de 2018 a las 05:00

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Las ruinas arqueológicas subacuáticas halladas en el lago Titicaca, compartido por Bolivia y Perú, son una veta que las autoridades bolivianas quieren empezar a explotar en ese manto acuífero, que ya es uno de los principales atractivos turísticos del país. 
El Titicaca es el lago navegable más alto del mundo, a unos 3.800 metros de altitud en un total de más de 8.500 kilómetros cuadrados, y sirve de frontera natural entre Bolivia y Perú.

Paisajes impresionantes en los que el azul del cielo se funde con las aguas, gastronomía, pesca y turismo religioso son parte de la actual oferta que atrae a visitantes locales y extranjeros a las comunidades bolivianas asentadas a orillas del lago. 

A esta oferta se espera sumar un proyecto “visionario”, en palabras de la ministra boliviana de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, que es el primer museo subacuático para mostrar las estructuras tiahuanacotas e incaicas halladas en el Titicaca. 

Todo comenzó hace una década, cuando el investigador Christophe Delaere, de la Universidad Libre de Bruselas, realizó inmersiones en el lago y detectó varios sitios arqueológicos sumergidos, explicó el jefe de la Unidad de Arqueología del Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia, José Luis Paz.

Posteriormente se firmó un convenio con Bélgica y se creó el “Proyecto del Lago”, para identificar y conservar el patrimonio arqueológico subacuático y de los márgenes del lago, en coordinación con trece municipios de la región de La Paz, donde está el Titicaca.

En esos lugares se realizaron excavaciones con compresoras especiales y se ha confirmado que existen 24 sitios subacuáticos sumergidos en el lago.

Para la instalación del museo se seleccionó entre los 24 sitios el de Ojjelaya, situado a unos cinco minutos de la localidad de Tiquina, a unos 108 kilómetros de la ciudad de La Paz. 

El sitio tiene alrededor de tres hectáreas y que es “bastante denso”, es decir, “que está muy bien conservado y está en muchos sentidos intacto”, según Paz.

Los restos hallados en Ojjelaya corresponden a la civilización tiahuanacota, datan del periodo del 400 al 1110 después de Cristo y son mayormente estructuras domésticas y cimientos de piedra. 

En el sitio también fueron halladas en 2017 unas 10 mil piezas arqueológicas, entre artefactos de hueso y utensilios de cocina.

La oferta no termina ahí, ya que también se prevé ofrecer a los visitantes la posibilidad de bucear para ver de cerca las ruinas.

El proyecto también incluye la creación de un centro de investigación regional “para seguir investigando y excavando los otros 23 sitios”, indicó Paz.

El proyecto se encuentra en una etapa de diseño final que se prevé que concluya en el primer trimestre de 2019, cuando se espera garantizar la financiación e iniciar la construcción, con un coste aproximado de unos 
US$ 10 millones. 

Fuente: EFE

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