Un hogar cool para caballos

El arquitecto cuenta que la construcción previa era simplemente una serie de galpones precarios, lo que considera que "prefiguró la primera aproximación de escala y tipología". A su vez, la existencia de otros edificios construidos en ladrillo "a la inglesa" en el predio generó una identidad a seguir.

Estos dos aspectos convergieron al momento de construir la caballeriza con una envolvente (la "piel" del edificio) ventilada de ladrillos, con huecos en la superficie, considerando que el edificio debe estar constantemente ventilado. El arquitecto visitó varias obras "de escaso valor", pero que le sirvieron para tomar influencias para la caballeriza. De todas formas, la "neutralidad" y la "falta de protagonismo" del edificio, permitieron trabajar con mayor libertad.

Ya que el edificio está destinado tanto a los humanos como a los caballos que lo habitan, el arquitecto Pinto da Mota explica que se establecen "órdenes de funcionamiento sumamente rigurosos, que se deben comprender para poder obtener una forma 'eficaz' que pueda reunir todos los condicionantes de la crianza de caballos de fina sangre". Y agrega: "Para ello trabajamos con los encargados, criadores, veterinarios y otros, que nos guiaron sobre condicionantes de funcionalidad y confort que requiere este uso".

En palabras de Pinto da Mota "el objetivo del edificio consiste en alojar a unos escasos caballos, semanas antes de alguna competición. El edifico en este sentido se propone como una boutique donde, la veterinaria, el monturero, los palenques, los box, los baños, todos cumplen requisitos estrictos para presentar un caballo para premiación".