Alejandro Papu Gómez, el mediocampista ofensivo campeón del mundo con la selección argentina, está atravesando los últimos 10 meses de su sanción por doping positivo y decidió revelar varios aspectos de los problemas que tuvo que superar en este tiempo.
“Prefiero que se retire el Papu y que vuelva Alejandro”, expresó el jugador, brindó detalles sobre el proceso que lo mantiene alejado de las canchas y expresó su deseo de retirarse jugando.
El futbolista también habló sobre su paso por la selección argentina bajo la dirección de Lionel Scaloni, con quien consiguió la Copa América y el Mundial de Qatar 2022.
En una entrevista con Juan Pablo Varsky en Clank!, el Papu compartió cómo está viviendo este momento tras el golpe que supuso su consagración como campeón del mundo. “El primer año fue complicado porque no podía hacer nada. No me permitían entrenarme con el equipo, no podía entrar a la Ciudad Deportiva del Monza. Entonces tenía que entrenarme solo. No podía hacer el curso de entrenador, como tenía tiempo me quise poner a entrenar o hacer algo. Cuando te suspenden, te suspenden de todas las actividades deportivas”, comentó.
“Pasé de ser campeón del mundo a que no me llame nadie, desaparecer del medio o no jugar más. Hay que saber convivir con eso. Ni cuando estás allá arriba sos el mejor ni ahora sos el peor. Sólo hay que saber priorizar otras cosas”, reflexionó el jugador sobre la dura transición.
Sobre la situación del doping positivo, explicó: “En España no hay doping después de los partidos como en la Champions, en Italia y otras ligas. Entonces, yo llego a la madrugada de Sevilla y me voy a dormir. Generalmente, yo me tomo una pastilla después de todos los partidos porque me cuesta mucho dormir. Me agarra un ataque de tos a mitad de la noche y le pido a mi mujer que me dé un jarabe para la tos. Y estaba el del nene más chico, de Milo. Me da una tacita chiquitita de jarabe para la tos”, relató sobre el incidente que ocurrió antes del Mundial de Qatar 2022, en un duelo entre el Sevilla y el Real Madrid.
Al día siguiente, el Papu se enfrentó al doping sorpresa: “Al otro día me voy a entrenar y había doping sorpresa. Salieron sorteados quince y cuando hago el control antidoping, el doctor siempre pregunta si tomaste algo que ellos tenían que declarar. Yo me olvidé que había tomado el jarabe. Entonces le digo ‘sí, algún inflamatorio, pastillas para dormir y proteína’. No le informé del jarabe, si yo le decía no pasaba nada”, explicó.
Y agregó: “Pasa el tiempo y me llega por email, dos días antes de la final, que había dado positivo. Fue un baldazo de agua fría. En la final de un Mundial, que te llegue una noticia así es horrible. Esos dos días estuve muy mal, estuve con fiebre. No sé si fue por la noticia o qué. Mientras festejaba estaba con la cabeza puesta en qué iba a pasar”.
En cuanto a cómo manejó la noticia, señaló: “Les conté en el hotel. Yo no le quise decir a nadie porque no quería que la gente esté en otro lado que no fuera con la cabeza en la final del Mundo. No quería ser egoísta de mi parte, de ir a contarles algo feo a chicos que estaban por jugar una final del mundo. Me lo guardé para después de la final del mundo. Cuando les conté me dijeron que me vieron bajoneado”.
Por otro lado, compartió detalles sobre su entrenamiento en el Renato Calcio, un club de la Serie C de Italia, donde pudo seguir entrenando para mantenerse en forma. “Yo no quería odiar al fútbol cuando me pasó esto, por eso me alejé. Para no agarrarle asco, empecé a jugar al pádel. Ahora estoy volviendo a empezar, a ser un amateur. Un chico que quiere debutar en Primera. Para mí es eso, volver a jugar en Primera. Desde los 14 que soy profesional. La ilusión es lo que me mueve hoy en día, volver a empezar. Estoy con el objetivo de que en julio voy a encontrar algún club”, explicó.
Aunque aún no tiene certeza sobre su futuro, dejó en claro: “No me gustaría retirarme así, me gustaría retirarme adentro de una cancha. Prefiero que se retire el Papu y que vuelva Alejandro. Quiero volver a empezar. Un año o dos años, lo que sea. Capaz juego tres partidos y me retiro, pero quiero llegar hasta ese punto”.
Sobre los procesos burocráticos que tuvo que enfrentar, dijo: “Todo estaba encaminado a que iba a ser una sanción de seis meses. Pero al final todo se empezó a alargar, todas cosas burocráticas y fueron 10 meses en los que iba a entrenar a Sevilla, con la intriga de no saber si me levantaba con la noticia de que no iba a jugar más”.
Además, agregó: “Argumentan que soy un deportista de élite y no puedo tener ese error. La última apelación la presentamos en junio y el juez todavía no contestó. Pasaron los meses y no responden. No logramos entender qué hay detrás, por qué no reducen la sanción. Está claro que no les importa la persona, el que está sufriendo estoy yo. Ellos están tranquilos en su oficina. No sé qué argumentos tienen para que ni siquiera me den una respuesta”.
Finalmente, habló sobre su relación con Lionel Scaloni, a quien conoció en el vestuario del Atalanta: “Con Leo tenía una relación extraordinaria, íbamos juntos a entrenar y nuestras familias estaban muy unidas. Leo era una persona insoportable, era un tipo muy jodón. Hablaba todo el tiempo, los tanos no lo soportaban. Era muy bueno para el grupo, un cago de risa”, comentó.
Y sobre su convocatoria a la selección, explicó: “Cuando él agarra la Selección lo viene a ver a [José Luis] Palomino, porque estaba buscando un central zurdo. No me dijo nada, no me tiró ni un centro. Después me convoca en las Eliminatorias y estuve en todas. Me lo dijo como si nada, no me dijo nada especial. A mí me escribía siempre el Ratón [Roberto Ayala]. Ellos se dividen, cada uno le escribe a cuatro o cinco”, concluyó.