3 de febrero 2025 - 14:41hs

Lo que importa

  • Los Grobo Agropecuaria, SanCor y Surcos solicitaron concurso preventivo de acreedores por crisis financieras que los llevaron al incumplimiento de pagos.
  • Los Grobo y su subsidiaria Agrofina adeudan 207 millones de dólares y buscan reorganizarse sin interrumpir sus operaciones.
  • SanCor arrastra una crisis estructural desde hace años y acumula un pasivo de 250 millones de dólares; intentó sin éxito conseguir inversores.
  • Surcos, proveedora de insumos agrícolas, debe 107 millones de dólares y enfrenta embargos que paralizaron sus cuentas bancarias.
  • Las tres empresas alegan problemas de liquidez, caída de ventas y falta de financiamiento como causas principales de sus crisis.

Contexto

¿Qué llevó a cada empresa a esta situación?

Cada una de estas compañías enfrentó problemas financieros desde hace tiempo, pero los últimos meses marcaron un punto de quiebre.

Los Grobo Agropecuaria y Agrofina: una crisis acelerada por el default

Los Grobo Agropecuaria, una de las empresas más influyentes del agro argentino, con presencia en producción, comercialización de granos e insumos, entró en default en diciembre de 2024 al no pagar un pagaré de 100.000 dólares. Poco después, su subsidiaria Agrofina incumplió otro compromiso por 400 millones de pesos. En total, la deuda del grupo asciende a 207 millones de dólares, con 52 millones venciendo en el corto plazo.

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El problema principal de Los Grobo fue la falta de liquidez en el mercado de pagarés bursátiles, un instrumento clave en su modelo financiero. A esto se sumó una caída en la venta de insumos y una reducción en los márgenes de ganancia debido a los precios bajos de los commodities agrícolas. La empresa buscó alternativas como la venta de activos y la capitalización por parte de su controlante, el grupo Victoria Capital Partners (VCP), pero ninguna prosperó.

Para evitar la quiebra, la firma se presentó a concurso preventivo, un procedimiento que le permitirá seguir operando mientras busca renegociar su deuda. La decisión deberá ser ratificada en una asamblea de accionistas el 12 de marzo.

SanCor: dos décadas de crisis y un modelo insostenible

La histórica cooperativa láctea SanCor lleva años en una situación financiera crítica. En su mejor momento, procesaba 4 millones de litros de leche diarios y tenía 12 plantas. Hoy, tras una serie de reestructuraciones y venta de activos, solo mantiene seis plantas operativas y procesa apenas 180.000 litros diarios.

El golpe final llegó con el conflicto sindical con Atilra, que paralizó su producción durante diez meses en 2023. Sin ingresos suficientes, acumuló deudas y no logró consolidar un fideicomiso con inversores privados. En total, su pasivo asciende a 250 millones de dólares.

SanCor intentó varias estrategias de rescate, incluyendo la venta de unidades productivas y negociaciones con nuevos inversores, pero la falta de acuerdos la obligó a solicitar el concurso preventivo en el Juzgado de Primera Instancia de Rafaela. La cooperativa espera que este proceso le permita ordenar sus cuentas y volver a operar con normalidad.

Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), lamentó la situación y afirmó que la lechería necesita un mercado más transparente, donde los productores dejen de ser "la variable de ajuste" de la industria.

Surcos: embargos y cuentas bloqueadas

Surcos, empresa proveedora de insumos agrícolas, declaró default en diciembre de 2024 al no pagar un pagaré de 500.000 dólares. Su deuda total asciende a 107 millones de dólares, y en septiembre pasado tenía apenas 134.000 dólares en caja, mientras enfrentaba vencimientos por 24 millones en seis meses.

Uno de sus mayores problemas fue un embargo sobre sus cuentas bancarias, solicitado por un acreedor financiero. Esta medida dejó a la compañía sin acceso a sus fondos y líneas de crédito, impidiendo que realizara pagos o incluso importara y exportara productos. Sin alternativa, la empresa se presentó en concurso preventivo para renegociar su deuda y garantizar la continuidad de sus operaciones.

Según la empresa, el concurso es la mejor opción para lograr la sustentabilidad de su deuda y atraer inversión productiva. Sin embargo, aún no está claro cómo avanzará el proceso ni qué impacto tendrá en la industria de insumos agrícolas.

Cómo sigue

Las tres empresas seguirán operativas mientras avanza el proceso de concurso preventivo, aunque con restricciones. Los Grobo y Agrofina buscarán una reestructuración financiera, con una asamblea clave el 12 de marzo. SanCor deberá renegociar con sus acreedores y definir si consigue nuevos inversores, mientras que Surcos intentará destrabar sus cuentas embargadas para recuperar el flujo de operaciones.

El sector agropecuario sigue con atención estos casos, ya que reflejan problemas estructurales como el difícil acceso al financiamiento, la falta de previsibilidad en los mercados y la dependencia de precios internacionales volátiles. La gran incógnita es si el concurso preventivo logrará salvar a estas empresas o si, por el contrario, terminarán enfrentando una crisis aún más profunda.

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