No obstante, hasta el momento no hay confirmación oficial de la baja inminente de impuestos. La medida podría anunciarse esta semana, ya que el 31 de enero vencen los montos actuales, los cuales se actualizan trimestralmente. La renovación podría ser solo para la escala 2, eliminando la primera.
El impuesto interno se aplica a todos los autos y SUV que superan los $42.000.000, pero no afecta a las pick-up ni a los vehículos utilitarios. Este impuesto tiene dos escalas: la escala 1, con una alícuota nominal del 20% sobre el precio de los vehículos, lo que provoca un impacto real del 25%, y la escala 2, que afecta a los autos de más de $78.000.000 con una alícuota del 35%, aumentando el precio de los vehículos en un 53,8%.
Según varios estudios, el año pasado unos 35.000 autos pagaron la escala 1, mientras que alrededor de 1.200 unidades tributarons la escala 2. Sin embargo, el número exacto no es claro, ya que aún existen “autos topeados” cuyo precio no refleja el valor real de venta.
Los dos vehículos más vendidos de 2024, el Peugeot 208 y la Toyota Hilux, no pagan el impuesto interno. El primero, porque su precio está por debajo de los $42.000.000, y la segunda, porque se trata de un vehículo utilitario.
Con la eliminación de la escala 1, los 35.000 autos que el año pasado pagaron un 20% adicional ya no tendrían que hacerlo. El sector sostiene que, con la eliminación del impuesto, el volumen de autos de ese rango de precios aumentaría, lo que permitiría al Estado recaudar más debido a los aranceles de importación del 35% que pagan los vehículos provenientes de mercados fuera de la región.
El impacto en los precios aún es incierto, pero lo más probable es que los autos que pagaban este impuesto experimenten una reducción cercana al 20%. Así, los modelos con un precio aproximado de $65.000.000 podrían bajar a unos $50.000.000. En otro escenario, los modelos que tenían el precio topeado para evitar el impuesto podrían aumentar su valor. Sin embargo, aumentar estos precios iría en contra del objetivo del gobierno, que es reducir los costos.
“Es un proceso de sinceramiento de los precios. Lo más lógico sería que, sin las distorsiones causadas por el impuesto, los precios se ajusten al valor real. Sin embargo, los que habían reducido los precios para evitar el impuesto podrían verse obligados a aumentarlos. Aunque probablemente eso no ocurra, ya que las mismas razones que les permitieron evitar el impuesto ahora los obligarán a no incrementar el precio. Un día se gana y al siguiente se pierde”, comentó un empresario del sector.
La distorsión causada por el impuesto interno llevó a que, en 2023, muchas listas de precios mostraran valores virtuales que no se respetaban al momento de la compra.
Una historia de distorsión de precios
Hasta el año pasado, la distorsión fue tan grande que la inflación superaba la actualización trimestral de los montos. Las marcas debían ajustar las listas de precios para evitar que sus vehículos entraran en la categoría impositiva, pero con el aumento de los autos, el 80% de los modelos terminaron pagando el impuesto.
“No era un impuesto al lujo, sino un impuesto a la compra de un cero kilómetro”, explicaron desde una terminal automotriz.
Una situación similar ocurrió a principios de 2024, cuando se rumoró sobre la eliminación del impuesto interno. Sin embargo, con la devaluación y la escasez de insumos que paralizó la producción de autos, el gobierno decidió no avanzar con la medida.
El anuncio de la eliminación del impuesto podría generar una reacción similar a la de hace un año, cuando la reducción del impuesto PAIS permitió a las terminales y importadores reducir los precios de los autos, pero tuvieron que absorber el impacto de la disminución en el stock de unidades ya gravadas con el impuesto.
Ahora, con una economía más estable y en recuperación, la decisión de eliminar la escala 1 parece apropiada, aunque dejaría el impuesto como un gravamen exclusivo para los autos de lujo.
Cuando el gobierno adelantó la actualización de los montos de marzo a enero, lo hizo para evitar que la devaluación dejara al 100% de los modelos sujetos al impuesto. Esto permitió que los precios se ajustaran sin distorsiones. Los modelos que hoy no pagan el impuesto son los de segmento B, como el Peugeot 208, Volkswagen Polo y Toyota Yaris, entre otros.
También permitió que algunos B-SUV, tanto nacionales como importados, quedaran exentos, como el Toyota Corolla Cross, Ford Territory, y el Jeep Compass, entre otros. Estas marcas pudieron ajustar sus precios sin pagar el impuesto, resignando parte de sus márgenes de ganancia.
Aunque muchos C-SUV importados todavía tributan la escala 1, con la eliminación del impuesto estos modelos podrían reducir su precio hasta un 20%.
Qué autos dejarían de pagar el impuesto
Modelos importados como el Honda CR-V, Nissan X-Trail, Hyundai Tucson, Kia Sportage, y Peugeot 3008 dejarían de tributar el impuesto. También se beneficiarían modelos como el Alfa Romeo Tonale Mild-Hybrid y el Renault Mégane E-Tech, que tienen precios más altos por sus tecnologías electrificadas.
Entre los modelos nacionales o regionales que actualmente pagan la escala 1, pero no el 35% de arancel, están el Toyota SW4, Jeep Commander, y el Ford Bronco Sport.
Aunque la eliminación de la escala 1 beneficiará a estos modelos, la transición no será inmediata. Algo similar ocurrió en septiembre de 2024 cuando se redujo el impuesto PAIS, lo que permitió a las terminales reducir el precio de los autos, pero tuvieron que absorber el costo de los vehículos ya afectados por el impuesto.
Se espera que, en los primeros meses, algunos concesionarios bajen los precios rápidamente, mientras que otros lo hagan de forma más gradual, con un ajuste de aproximadamente 20% en 30 o 60 días.