El Gobierno nacional captó $6,1 billones del mercado en la licitación de deuda en pesos realizada este miércoles, logrando renovar apenas el 58,8% de los vencimientos próximos que ascienden a cerca de $10 billones. Como consecuencia, en los próximos días se liberarán aproximadamente $4 billones al mercado, una inyección de liquidez que podría aliviar el estrés financiero generado por el reciente apretón monetario implementado por la administración de Javier Milei.
El resultado de la subasta fue comunicado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, a través de la red social X, donde detalló que tras recibir ofertas de compra por $6,724 billones se adjudicaron títulos por $6,143 billones. "Esto significa un rollover de 58.87% sobre los vencimientos del día de la fecha", precisó el funcionario, en línea con su práctica habitual de anunciar estos resultados en redes sociales.
Esta inyección de pesos será financiada con los recursos ahorrados gracias a los sucesivos superávits fiscales y las transferencias de utilidades que realizó meses atrás el Banco Central (BCRA) al Tesoro Nacional. La medida busca paliar el segundo pico estacional del año en la demanda de pesos, situación que se refleja en las tasas de interés inflexibles a la baja pese a que la inflación continúa su proceso de desaceleración.
Tasas suben hasta 30 puntos básicos en instrumentos de corto plazo
El Tesoro Nacional validó alzas de hasta 30 puntos básicos en las tasas mensuales de corto plazo respecto a las colocaciones realizadas hace dos semanas, confirmando el impacto que la escasez de pesos tuvo sobre los rendimientos. Las tasas ofrecidas incluso superaron en varios casos las que se negocian en el mercado secundario, evidenciando la presión sobre la liquidez.
La estrategia oficial consistió en ofrecer Letras de Capitalización (Lecap) a uno, dos y tres meses para fomentar la migración de la liquidez bancaria desde las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), que dejaron de renovarse hace 20 días y caducarán definitivamente en 15 días más. Esta transición forma parte del plan para que el BCRA ya no fije las tasas de interés referenciales, dejándolas en manos del mercado, y se concentre únicamente en la vigilancia de la liquidez y el control del sistema bancario.
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El Gobierno colocó deuda a tasa fija a un año de plazo por primera vez desde que asumió.
La Secretaría de Finanzas dio un paso adicional al ofrecer un menú compuesto exclusivamente por instrumentos a tasa fija capitalizables de corto, mediano y largo plazo, aún cuando el 40% de lo que vencía había sido invertido en bonos con cláusulas indexatorias. Esta decisión, que busca reducir la incidencia de los mecanismos de ajuste en el total del pasivo oficial, pudo haber generado cierto desencuentro entre la oferta oficial y la demanda privada, según consideraron algunos analistas.
Federico Furiase, director del Banco Central, explicó que "vuelve a jugar el 'punto anker' (remonetización en pesos por exceso de demanda de liquidez contra cancelación de deuda del Tesoro) en un contexto de exceso de demanda de pesos agudizado por el incremento estacional en la demanda de dinero". Agregó que "por eso, el Tesoro constituyó preventivamente reservas en pesos con el superávit primario acumulado y las colocaciones netas del Tesoro en el mercado local".
Concentración en el corto plazo y dudas sobre el impacto cambiario
La demanda se concentró principalmente en las Lecap de corto plazo, que atrajeron $5,633 billones, es decir, más del 90% del total colocado. El instrumento más demandado fue el papel con vencimiento a 31 días, que captó $3,436 billones (56,3% del total) a una tasa del 2,88% mensual (40,53% anual), muy superior al 2,58% (35,73% anual) pactado por una letra similar apenas dos semanas atrás.
La nueva curva de tasas se mantiene invertida, con rendimientos más elevados para el corto plazo. Los instrumentos van desde el 40,5% anual para el plazo más corto hasta el 31,94% para el Boncap con vencimiento en enero de 2027, aunque este último solo colocó $180.000 millones y su comprador probablemente fue alguna repartición oficial.
Algunos analistas expresaron dudas sobre el impacto que esta liberación de liquidez podría tener sobre el mercado cambiario, especialmente considerando que se teme una posible retracción en la oferta de dólares del sector agropecuario al caducar a fin de mes la rebaja temporal en las retenciones.
Gabriel Caamaño, director de la consultora Outlier, señaló que el impacto podría verse en los próximos días. "La semana que viene se pagan aguinaldos y hay un pico estacional de demanda de liquidez asociado a los mismos. En tal caso, el tema lo podríamos tener la semana que viene cuando la liquidez cambie de manos. Entre empresas que siguen con acceso limitado al mercado de cambios y personas que ya no", explicó a través de la red X.
El resultado de la licitación se produce en un contexto desafiante, donde el Gobierno decidió no inyectar liquidez mediante la compra de reservas internacionales por parte del BCRA, apostando a que la economía se monetice con los dólares que los argentinos mantienen "encanutados" y que aún no ingresan al sistema financiero formal.