El reconocido empresario Enrique Eskenazi, fundador del Grupo Petersen, falleció a los 99 años en su hogar. Fue despedido en una ceremonia íntima por sus hijos, nietos y bisnietos. Sus restos descansarán junto a los de su esposa, Hazel Sylvia Toni Storey de Eskenazi. Con una vida que abarcó casi un siglo, Eskenazi dejó una huella profunda en la economía argentina y en la memoria de quienes lo conocieron.
Nacido el 4 de agosto de 1925 en Santa Fe, Enrique Eskenazi fue un ingeniero químico graduado de la Universidad Nacional del Litoral. Continuó su formación en Estados Unidos, donde se especializó en ingeniería de alimentos en el Illinois Institute of Technology y el Research Department of Continental Can Corp. Su carrera comenzó en el grupo Bunge y Born, pero fue en la constructora Petersen, Thiele & Cruz SA donde inició su camino como empresario, transformándola en la base del Grupo Petersen, un holding que hoy abarca bancos provinciales, ingeniería, construcción, agroindustria y soluciones fintech.
A partir de los años 90, Eskenazi lideró un proceso de diversificación y expansión que incluyó la compra de bancos como el Banco de Santa Fe (1996), Banco San Juan (1998), Banco de Entre Ríos (2004) y Banco de Santa Cruz (2008). Estas adquisiciones consolidaron al Grupo Petersen como un actor clave en la economía regional. Además, Eskenazi incursionó en el sector energético con la adquisición del 25% de YPF en 2008, convirtiéndose en vicepresidente de la petrolera. Sin embargo, esta operación enfrentó desafíos tras la expropiación del 51% de YPF en 2012 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, un evento que marcó un hito en su trayectoria.
El comunicado del Grupo Petersen destacó: "Su trayectoria no pasó inadvertida en el país ni en el exterior. Fue un empresario inspirador, de espíritu innovador y excepcional capacidad de liderazgo. Su compromiso con el progreso del país y los valores humanistas fue inquebrantable".
Hitos empresariales y compromisos culturales
El Grupo Petersen, fundado y liderado por Eskenazi, evolucionó para abarcar sectores como infraestructura urbana, agroindustria, energía, finanzas y servicios urbanos. Entre las empresas que lo integran destacan Petersen, Thiele & Cruz, Banco Santa Fe, Banco Entre Ríos, Banco San Juan, Banco Santa Cruz, Plus Pagos y Santa Sylvia. Según estimaciones de Forbes, el patrimonio de la familia Petersen asciende a 1.150 millones de dólares, lo que posiciona al grupo entre los más importantes del país.
En el ámbito cultural, Eskenazi promovió el diálogo interreligioso como miembro de la Fundación Ecuménica Conocer y lideró proyectos como la Plaza del Vaticano, un espacio cultural y urbano junto al Teatro Colón. También fue un ferviente defensor del desarrollo tecnológico y la educación, presidió la COPAL y el CITEF, y participó en instituciones como la Unión Argentina de la Construcción y la ADEBA.
Enrique Eskenazi dictó conferencias en ciudades como Bruselas, Londres, Madrid, San Francisco y Chicago, además de foros en América Latina organizados por la OEA. En Argentina, su experiencia fue compartida en eventos de la Unión Industrial Argentina (UIA) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), donde promovió la integración entre tecnología y producción.
La incursión en YPF, controversias y legado empresarial
Uno de los momentos más destacados y controvertidos de la vida de Eskenazi fue la adquisición de un 15% de YPF en 2008, gracias a un acuerdo con Repsol que no requirió desembolsos iniciales significativos, ya que el financiamiento se basó en préstamos de bancos internacionales y utilidades proyectadas de la petrolera. En 2011, el Grupo Petersen sumó un 10% adicional, alcanzando una participación del 25%. Esta operación contó con el respaldo del entonces presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien destacó la "experiencia de Eskenazi en mercados regulados".
Sin embargo, la expropiación de YPF en 2012 afectó profundamente al grupo. La familia vendió en 2015 los derechos para litigar contra el Estado argentino al fondo inglés Burford Capital, lo que derivó en un fallo judicial de 2023 que condenó a Argentina a pagar 16.000 millones de dólares por no respetar el estatuto de YPF durante la expropiación.
En el ámbito regional, Eskenazi también cultivó relaciones estrechas con los gobiernos provinciales, destacándose su vínculo con la provincia de Santa Cruz durante la gestión de Néstor Kirchner. En los años 90, adquirió el Banco de Santa Cruz, en un momento crítico para la entidad, y consolidó su posición como contratista de obra pública en la provincia. Esta relación fue clave para la expansión del grupo en otras provincias y sectores estratégicos.
El comunicado oficial del Grupo Petersen concluyó: "Su ausencia no será nunca definitiva porque las lecciones de su vida se proyectarán a lo largo de las generaciones que lo sucederán y lo recordarán".