Entre enero y agosto de 2025, la industria cárnica argentina registró un importante aumento en la producción y el consumo de carnes, tanto en el mercado interno como en las exportaciones. A pesar de los desafíos económicos del país, los sectores bovino, aviar y porcino lograron un desempeño destacable. El crecimiento en el consumo interno y la fuerte demanda internacional impulsaron estos resultados. Es el segundo registro más alto desde 2010, detrás de la producción de 2023.
Según la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), la producción de carne bovina entre enero y agosto de 2025 alcanzó casi 2,1 millones de toneladas (equivalente res con hueso), un ligero aumento del 0,5% respecto al promedio de los últimos cinco años. En total, se faenaron 9 millones de cabezas, con un peso promedio de 231 kg por res, lo que marca un incremento de 3 kg con respecto al mismo período del año anterior.
El aumento en el peso promedio de la res fue considerado un dato positivo, destacándose como una mejora en la productividad. En agosto de 2025, el peso promedio alcanzó los 234 kg, el valor más alto desde septiembre de 2022. Sin embargo, el principal desafío sigue siendo la recuperación del stock ganadero, que, según los últimos informes del SENASA, está por debajo de los niveles de hace más de una década.
El consumo de carne bovina mostró una recuperación significativa en 2025. Entre enero y agosto, el consumo alcanzó las 1,6 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 7% con respecto al mismo período del año anterior. A su vez, las exportaciones de carne bovina cayeron un 12% en volumen, pero experimentaron un fuerte incremento en los precios internacionales. Esto resultó en un valor exportado de 2.256 millones de dólares, un aumento del 24% interanual.
Expansión del sector aviar y porcino
El sector aviar también vivió un desempeño sobresaliente. Entre enero y agosto de 2025, el consumo de carne de pollo alcanzó un récord histórico, con 1,4 millones de toneladas, lo que representó un aumento del 2% interanual y una mejora del 3% respecto al promedio de los últimos cinco años. La producción también se mantuvo alta, alcanzando 1,5 millones de toneladas, un 0,5% más que el año anterior.
En términos de comercio exterior, las exportaciones de carne aviar en el período enero-agosto sumaron 112.000 toneladas, por un valor de 155 millones de dólares. China, que reabrió su mercado en marzo de 2025, fue el principal destino de las exportaciones argentinas, representando alrededor del 28% del total.
Por otro lado, las importaciones de carne aviar provenientes de Brasil mostraron un aumento alto, alcanzando un récord de 4.360 toneladas en agosto de 2025. Este aumento en las importaciones ha generado un superávit comercial menor, con una caída del 20% interanual en el superávit, que se situó en 110 millones de dólares.
En el sector porcino, la producción también mostró una tendencia positiva. Durante los primeros ocho meses de 2025, se faenaron 5,5 millones de cabezas de cerdo, con una producción superior a 526.000 toneladas de carne. El consumo de carne porcina alcanzó las 573.000 toneladas, un aumento del 8,5% interanual, consolidándose como la tercera fuente de proteína animal.
Impacto del Decreto 685/2025 en las exportaciones
Un aspecto relevante para los sectores de carne bovina y aviar fue la promulgación del Decreto 685/2025, que estableció una reducción de derechos de exportación (DEX) al 0% para ciertos productos cárnicos. Esta medida, vigente hasta el 31 de octubre de 2025, busca incentivar las exportaciones y mejorar el flujo de divisas. Los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de las divisas generadas por las ventas externas en un plazo de tres días hábiles luego de obtener el permiso de embarque.
Estas modificaciones buscan generar mayor competitividad en los mercados internacionales y facilitar las exportaciones, aunque las autoridades y la industria siguen evaluando las implicancias a largo plazo.