Lo que importa
- El Gobierno de Argentina avanza con la privatización del Sistema Ferroviario de Cargas, dividiendo las concesiones en diferentes unidades de negocio para evitar monopolios y atraer inversiones.
- Se planea también la privatización de las líneas de trenes de pasajeros del AMBA, buscando un modelo que incentive a las empresas privadas a aumentar la cantidad de pasajeros transportados.
- Los nuevos esquemas de concesión evitarán replicar el modelo de los años 90, enfocado en cuentas de explotación, que resultaba poco atractivo para las empresas privadas.
- La administración de la infraestructura ferroviaria seguirá en manos del Estado, pero la operación y mantenimiento serán gestionados por privados.
- El objetivo es aumentar la competitividad del tren frente al transporte de carga por camión, reducir subsidios estatales y fomentar la inversión privada.
Contexto
¿Qué motivó la privatización del sistema ferroviario en Argentina?: El Gobierno de Argentina, bajo la gestión de Javier Milei, busca modernizar y hacer más eficiente el transporte ferroviario. La distancia media recorrida en el país no cambió en 50 años, mientras que la producción agrícola se multiplicó por seis. Además, el Belgrano Cargas, la línea central de cargas, generó importantes costos para el Estado sin la rentabilidad esperada. La decisión de avanzar con la privatización responde a la necesidad de reducir costos para el Estado y de atraer inversión privada para mejorar la infraestructura y la operación.
¿Cómo se diferencia este proceso de privatización de los modelos previos?: El actual proceso pretende evitar los errores de las concesiones de los años 90, donde el sistema estaba basado en cuentas de explotación. Este modelo no incentivaba a las empresas privadas a transportar más pasajeros, ya que sus ingresos estaban asegurados por el Estado independientemente de la cantidad de usuarios. El enfoque actual incluye "desverticalización", lo que significa dividir la administración, la operación y el mantenimiento en distintas concesiones, promoviendo la competencia entre operadores. Además, se está introduciendo el esquema de "Coche-Kilómetro Corrido" (CKC) para los trenes de pasajeros, que incentiva a las empresas a aumentar la cantidad de pasajeros por kilómetro recorrido.
¿Qué aspectos se están privatizando y cuáles se mantienen bajo control estatal?: La propiedad de las vías y terrenos seguirá en manos del Estado, pero la administración y mantenimiento de la infraestructura, así como la operación de trenes y talleres, serán gestionados por empresas privadas. Este modelo busca evitar la formación de monopolios y garantizar que, en caso de que una concesión fracase, el Estado pueda recuperar y licitar nuevamente esos activos. El esquema "Open Access" permite que cualquier operador pueda usar la infraestructura, generando un ambiente competitivo y diverso.
¿Qué beneficios se esperan con la privatización del sistema ferroviario de carga?: El Gobierno espera que el tren de carga gane competitividad frente al transporte por camión, que actualmente domina el mercado. La descentralización de la gestión ferroviaria permitirá a diferentes operadores participar en el mantenimiento y uso de la infraestructura, incentivando a bajar tarifas y atraer mayor carga. Se estima que las inversiones privadas podrán solventar necesidades de infraestructura que el Estado no pudo cubrir, mejorando la calidad y eficiencia del servicio.
¿Cuáles son los principales desafíos de este modelo de privatización? El sistema "Open Access" requiere una entidad reguladora fuerte y eficiente para supervisar las concesiones y evitar conflictos o sobrecostos, especialmente en áreas con baja capacidad de transporte. También implica mantener la calidad y el mantenimiento de la infraestructura, algo que fue históricamente un desafío en el país. Además, existe el riesgo de que, sin una adecuada supervisión, algunas concesiones terminen beneficiando a un grupo reducido de operadores, repitiendo errores del pasado.
¿Qué se planea para los trenes de pasajeros del AMBA?: El Gobierno quiere llevar a licitación todas las líneas de trenes de pasajeros del AMBA que actualmente están bajo control de la empresa estatal Trenes Argentinos. Además de mantener las concesiones ya existentes en manos privadas, se plantea un esquema que incentive el transporte de más pasajeros y reduzca la carga del subsidio estatal. La idea es reemplazar el actual modelo por un sistema basado en el CKC, donde se establecen objetivos claros de cantidad de pasajeros transportados por kilómetro, incentivando la mejora del servicio.
Cómo sigue
El proceso de privatización ferroviaria en Argentina se encuentra en sus primeras fases, con la publicación de los pliegos de licitación aún pendiente. Se espera que las bases legales se establezcan con celeridad, ya que las autoridades buscan atraer inversores lo antes posible. Las futuras licitaciones estarán abiertas tanto para empresas nacionales como internacionales, buscando ampliar la competencia y diversidad de actores en el sector.
En paralelo, la implementación del modelo "Open Access" exigirá la creación de una agencia reguladora sólida que supervise las concesiones y garantice el cumplimiento de los estándares de calidad. El Gobierno también espera replicar este modelo en el transporte automotor, donde ya se empezó a reducir la dependencia del subsidio estatal, apuntando a un sistema más sostenible en el largo plazo.
El resultado de este proceso tendrá un impacto significativo en la movilidad de mercancías y personas en Argentina, con la esperanza de que la privatización mejore la infraestructura, reduzca costos operativos y ofrezca un servicio más eficiente para los usuarios y la industria. Sin embargo, los desafíos de regulación y la necesidad de mantener la infraestructura en buen estado serán claves para determinar el éxito de este ambicioso plan de modernización.