Este domingo, el Gobierno de Javier Milei tendrá su única victoria electoral asegurada en una jornada marcada en Chaco, por el acuerdo entre el presidente y el gobernador radical Leandro Zdero que consolidó una alianza inédita con La Libertad Avanza (LLA); esto le permitirá al oficialismo nacional anotarse un triunfo clave, tanto político como simbólico.
El gobernador chaqueño Leandro Zdero, de extracción radical, selló un acuerdo con el presidente Milei que dio origen a la alianza “Chaco Puede”, la primera entre la UCR y La Libertad Avanza en todo el país. Esta sociedad política se traducirá en una victoria asegurada en las elecciones legislativas provinciales, convirtiéndose en el único motivo de festejo para el gobierno nacional este domingo. Zdero, que llegó al poder tras desbancar al histórico peronismo de Jorge Capitanich, busca así consolidar su base de apoyo parlamentario y respaldar las políticas de ajuste del gobierno libertario.
Una alianza entre Leandro Zdero y Javier Milei que anticipa un festejo
El entendimiento entre ambos gobiernos también tuvo un correlato financiero: la Casa Rosada otorgó a Chaco $120.000 millones como adelanto para afrontar compromisos de deuda. Este gesto terminó de sellar un pacto que beneficia a ambas partes: Milei consigue una victoria en un año electoral complicado, y Zdero asegura recursos y respaldo nacional para sostener su administración.
El otro gran protagonista del tablero político chaqueño es el peronismo, que llega a estos comicios profundamente dividido. Luego de la dura derrota del año pasado y la salida de Capitanich del poder, el Partido Justicialista enfrenta una crisis de liderazgo agudizada por la intervención del PJ provincial, dispuesta por la conducción nacional del partido bajo el ala de Cristina Fernández de Kirchner.
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Chaco, la única alegría de Javier Milei: alianza con Leandro Zdero y victoria asegurada.
El peronismo, entre la fragmentación y la intervención
La intervención buscó ordenar el caos interno, pero provocó resistencias entre las bases y los referentes locales, que ven en la medida una imposición inconsulta desde Buenos Aires. El resultado es un peronismo fragmentado en al menos tres expresiones principales: el Frente Chaqueño, que todavía responde a Capitanich; la Corriente de Expresión Renovada (CER), liderada por el exintendente de Resistencia, Gustavo Martínez; y el frente “Chaco Merece Más”, una coalición de once partidos que incluye al PJ pero también sectores aliados.
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Chaco, la única alegría de Javier Milei: alianza con Leandro Zdero y victoria asegurada.
Esta dispersión de ofertas electorales no solo debilita las chances del justicialismo de recuperar protagonismo, sino que también consolida el dominio del oficialismo provincial en la Cámara de Diputados. De los 32 escaños totales, 16 estarán en juego, y el objetivo de Zdero es sumar al menos la mitad para equilibrar o incluso superar el número de bancas de la oposición.
Un laboratorio para 2025
El experimento chaqueño se sigue de cerca en otras provincias y en la Casa Rosada, que evalúa con interés la posibilidad de replicar esta fórmula de alianza libertario-radical en otros distritos de cara a las elecciones de octubre. No es casual que este acuerdo haya prosperado en una provincia donde el radicalismo gobierna y el peronismo atraviesa su mayor crisis en dos décadas.
Para Milei, la elección en Chaco representa mucho más que una victoria provincial: es una señal de que su fuerza política puede tener incidencia real por fuera del AMBA, especialmente si se articula con estructuras tradicionales. Para Zdero, en tanto, es la oportunidad de consolidarse como un aliado privilegiado del presidente, fortaleciendo su figura de cara a un escenario nacional cada vez más fluido.
Las elecciones legislativas de este domingo en Chaco se inscriben en una coyuntura nacional marcada por la tensión entre un oficialismo que busca oxígeno político y una oposición fragmentada. En este contexto, la alianza entre Milei y Zdero le permitirá al gobierno nacional mostrarse victorioso, al menos por un día. Será, sin dudas, una postal que el presidente capitalizará como muestra de su capacidad de expandirse territorialmente, incluso en un clima político adverso. Mientras tanto, el peronismo chaqueño seguirá lidiando con sus propias heridas, tratando de rearmarse tras el derrumbe de un ciclo que supo dominar la política provincial por más de una década.