Contexto
¿Qué es el cerco en Aguas Blancas y por qué se construirá?
El cerco será una estructura de 200 metros que se instalará en la localidad salteña de Aguas Blancas, en la frontera con Bolivia. Su objetivo principal es reforzar los controles migratorios y combatir el paso ilegal de personas y bienes. La estructura abarcará desde la terminal de micros hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas, donde embarcaciones cruzan regularmente el río Bermejo, conectando a Argentina con Bolivia.
La medida se enmarca en el Plan Güemes, una estrategia del Ministerio de Seguridad que busca fortalecer la seguridad en las fronteras del norte del país. Según el gobierno argentino, Aguas Blancas es un punto crítico para el contrabando, la trata de personas y el narcotráfico. Antes de la implementación del Plan Güemes, la zona era considerada “tierra de nadie” por su falta de controles efectivos.
¿Qué es el Plan Güemes y qué objetivos tiene?
El Plan Güemes es una iniciativa integral que aborda delitos federales en las fronteras del norte argentino, particularmente en zonas estratégicas como Aguas Blancas y Orán, en Salta. Entre los objetivos principales del plan se encuentran:
- Combatir el narcotráfico y desarticular las redes de contrabando.
- Formalizar actividades laborales informales en la región.
- Incrementar la presencia de fuerzas federales, con el despliegue de 310 efectivos adicionales.
- Mejorar la cooperación entre autoridades nacionales, provinciales y locales para la investigación y prevención del delito.
- Reforzar puntos críticos como la Ruta Nacional 34, conocida como la “Ruta de la Droga”.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó que el plan ha permitido recuperar el control de zonas clave que antes estaban dominadas por redes criminales.
¿Qué dijo el gobierno argentino sobre esta medida?
Patricia Bullrich defendió el cerco como una herramienta clave para garantizar la seguridad y la soberanía en las fronteras. “Incorporamos una nueva medida de refuerzo al control en la frontera, que se encontraba completamente descontrolada. Contra el narcotráfico, ni un paso atrás”, señaló en redes sociales.
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, explicó que el cerco apunta a eliminar los pasos irregulares y a garantizar que las personas que cruzan el río Bermejo lo hagan exclusivamente a través de los trámites legales en las oficinas de migraciones. “El objetivo es reforzar los controles y eliminar los bypass que permitían eludir los controles de la Gendarmería Nacional”, agregó.
El financiamiento para la obra será provisto por la provincia de Salta, con supervisión nacional, y se construirá dentro del muro preventivo existente, que actualmente se utiliza como medida de contención ante las crecidas del río Bermejo.
¿Cuál es la postura del gobierno de Bolivia?
El gobierno boliviano expresó su preocupación por la medida y pidió información a través de los canales diplomáticos establecidos. La cancillería de Bolivia destacó que los problemas fronterizos deben resolverse mediante el diálogo bilateral y advirtió que las medidas unilaterales pueden afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre ambos países.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano señaló: “Cualquier medida unilateral puede afectar los tratados internacionales. Bolivia continuará apoyando el diálogo constructivo como la vía para solucionar los asuntos de común interés”.
Por su parte, el ministro de Justicia de Bolivia, César Siles, cuestionó la medida y pidió la intervención de organismos internacionales como Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA) para revisar el impacto de la decisión.
¿Cómo afecta esta medida a la relación bilateral?
La construcción del cerco ha generado tensiones diplomáticas entre Argentina y Bolivia. Mientras el gobierno argentino defiende la medida como una necesidad para combatir el crimen organizado, Bolivia insiste en que cualquier cambio en la dinámica fronteriza debe ser resultado de acuerdos bilaterales. La falta de consultas previas podría complicar la relación entre ambos países y obstaculizar la cooperación en temas de seguridad y comercio.
¿Qué implicancias tiene para la región?
La frontera entre Argentina y Bolivia en Aguas Blancas es una de las zonas más dinámicas del norte argentino, con un alto flujo de personas y bienes. El cerco busca regular esta actividad y frenar el contrabando, pero también podría afectar las actividades económicas informales que son comunes en la región. Además, la medida refuerza el papel del Estado en una zona históricamente desatendida en términos de control y desarrollo.
¿Qué desafíos enfrenta el gobierno argentino con esta medida?
Aunque el cerco podría contribuir al combate del contrabando y el narcotráfico, su implementación unilateral podría generar resistencia local e internacional. Además, la medida deberá complementarse con otras estrategias que promuevan el desarrollo económico y social en la región, para evitar que las comunidades locales se vean perjudicadas.
Cómo sigue
El gobierno argentino avanzará con la firma del convenio para iniciar la construcción del cerco en Aguas Blancas, mientras Bolivia espera respuestas a través de canales diplomáticos. Se prevé que la implementación de la medida genere más discusiones en foros bilaterales e internacionales, especialmente si se percibe como una violación a tratados existentes. En paralelo, el Plan Güemes continuará reforzando la seguridad en las fronteras del norte argentino con un enfoque integral que incluye tanto control territorial como medidas preventivas.