El Gobierno nacional y la Confederación General del Trabajo (CGT) mantuvieron una reunión este lunes en la Casa Rosada, donde se discutieron varios temas clave en la agenda laboral y gremial. La reunión fue encabezada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, acompañado por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el asesor presidencial Santiago Caputo. Por parte de la CGT, participaron destacados dirigentes del ala dialoguista como Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
El encuentro se dio en un contexto de creciente tensión sindical, marcado por la inminente marcha universitaria, que se realizará este miércoles, y la amenaza de un paro del transporte para el 17 de octubre. Además, en el marco del conflicto con Aerolíneas Argentinas, se analizó la situación de los bloqueos sindicales, un tema sensible en la reciente reglamentación de la reforma laboral, impulsada por el Gobierno.
Uno de los puntos más importantes de la reunión fue el compromiso del Ejecutivo de crear una “mesa tripartita” para abordar distintos temas de modernización laboral, con la participación del sector empresarial, los gremios y el Gobierno. Esta instancia de diálogo se centrará, entre otros asuntos, en definir los alcances del artículo que penaliza los bloqueos sindicales.
Guillermo Francos, tras el encuentro, destacó la importancia de generar consensos: "Queremos avanzar en una reglamentación que contemple todas las posturas y permita resolver los conflictos sin recurrir a medidas extremas", expresó. En este sentido, la CGT manifestó su preocupación por la ambigüedad del artículo que permite el despido justificado en casos de bloqueos sindicales.
La reglamentación de la reforma laboral en debate
El debate sobre la reforma laboral, particularmente en relación con los bloqueos, fue uno de los temas centrales de la reunión. La Ley de Bases, recientemente reglamentada, incluye un artículo que considera los bloqueos sindicales como "grave injuria laboral" y, por lo tanto, como causal de despido justificado. Este punto generó resistencia en el sector sindical, que presionó al Gobierno para suavizar su aplicación.
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Sindicalistas de la CGT.
La CGT, representada por Héctor Daer, sostuvo que el artículo presenta "una vaguedad importante" en cuanto a la distinción entre bloqueos totales o parciales, y que esto podría perjudicar a los trabajadores. "Quedamos en la constitución de una vía administrativa para resolver estos casos en un acuerdo tripartito", explicó el dirigente, subrayando que la central obrera busca evitar que los trabajadores sean despedidos de manera arbitraria.
El Gobierno optó por no reglamentar este artículo en su totalidad, como un gesto hacia los gremios, aunque las empresas presionaban por avanzar con una reglamentación más estricta. De acuerdo con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, la decisión se tomó para evitar un conflicto mayor y se comprometió a analizar el tema en conjunto con los actores involucrados.
Este enfoque de moderación fue recibido con agrado por la CGT, que había expresado su malestar con la propuesta inicial. “Para nosotros fue fundamental venir y ser convocados, porque tenemos una preocupación muy grande por este artículo”, declaró Héctor Daer al salir de la reunión.
La situación de Aerolíneas Argentinas y el conflicto universitario
Otro tema relevante en la reunión fue la situación de Aerolíneas Argentinas y el conflicto por el financiamiento universitario. La delegación de la CGT, que incluía a representantes de sindicatos de transporte como Roberto Fernández (UTA), mostró su apoyo a la marcha universitaria del miércoles, convocada en rechazo al veto presidencial de la ley de financiamiento de las universidades. Daniel Ricci, líder de FEDUN, que agrupa a los docentes universitarios, afirmó que la movilización será masiva y que los gremios continuarán exigiendo mejoras salariales y en las condiciones laborales.
Por su parte, Pablo Moyano, uno de los ausentes en la reunión, mantiene una postura más confrontativa. Moyano, líder de la rama camionera y referente de los gremios más opositores al Gobierno, impulsó la convocatoria a un paro del transporte para el 17 de octubre, argumentando que es necesario "seguir confrontando con este gobierno en la calle". Según Moyano, la reglamentación de la reforma laboral es "una cagada" para los trabajadores, y culpó a los diputados que votaron a favor de la Ley de Bases de ser "traidores".
En cuanto a Aerolíneas Argentinas, la discusión giró en torno a la reciente serie de paros y asambleas que afectaron a miles de pasajeros. Los gremios aeronáuticos, encabezados por Pablo Biró (pilotos) y Juan Pablo Brey (aeronavegantes), se mantienen firmes en su rechazo a cualquier intento de privatización de la empresa, una medida que el Gobierno no descarta como solución a la crisis que atraviesa la aerolínea de bandera.
A pesar de la expectativa generada en torno a un posible acuerdo para destrabar el paro del transporte, la reunión no logró definir una resolución concreta en ese sentido. El líder de la UTA, Roberto Fernández, que estuvo presente en el encuentro, evitó realizar declaraciones contundentes al respecto, aunque reconoció que "el conflicto continúa y habrá que seguir dialogando para encontrar una solución".