El 10 de diciembre de 2019 Alberto Fernández asumió la presidencia de la Argentina. El peronismo había vuelto al poder con una fórmula inesperada: la de Fernández-Kirchner. Sí, Cristina había elegido como candidato para vencer a Mauricio Macri, que iba por la reelección, a su ex Jefe de Gabinete. Ese que había dejado su gobierno en 2008 y comenzó criticar no sólo a la gestión sino a ella misma.
El tiempo los volvió a unir. Fernández le sugirió a Cristina que escribiera un libro para contar parte de su historia política como mandataria y los conflictos a los que debió enfrentarse. Así salió a la venta Sinceramente. La expresidenta lo presentó en la Feria del Libro con Alberto Fernández como invitado.
En mayo de 2019, Cristina, a través de un video, comunicó su decisión de presentarse como candidata a vicepresidenta con Alberto como candidato principal. Esta decisión sorprendió al ala más dura del kirchnerismo y a la militancia.
Parecía que Alberto venía a refundar el peronismo con su discurso dialoguista e incluso "feminista". En una entrevista, se declaró como el "primer feminista" por inaugurar el Ministerio de la Mujer, Género y Diversidades.
Incluso durante su mandato se aprobó la Ley de Legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Estas conquistas y luchas dignas de las mujeres se vieron atravesadas por la denuncia por violencia de género que realizó Fabiola Yáñez a Alberto Fernandez. Sí, al mismo presidente que creó el Ministerio y en el cual se aprobó el aborto.
La hipocresía de Alberto Fernández y el engaño a su electorado quedó en evidencia luego de que no sólo se conociera la denuncia de su ex pareja sino, además, de que se filtraran fotografías de ella con los golpes perpetrados por él, incluso, estando embarazada de su hijo, Francisco.
Fabiola contó en una entrevista a Infobae el infierno que vivió el último año del mandato de Fernández en la Quinta de Olivos. La periodista reveló que ella quería irse con su hijo, pero "no la dejaban" y, por eso, debió mudarse a la casa de huéspedes hasta diciembre. Pero confesó que sufrió acoso teléfonico y maltrato por parte del ex mandatario por mucho tiempo y, que por miedo no podía decir nada, ya que, además, Fernández amenazaba con suicidarse si contaba algo.
La denuncia y las fotografías generaron un complejo debate en redes sociales acerca del Ministerio de la Mujer que el propio Alberto creó y las políticas de género que se llevaron a cabo. Anti feministas y opositores a ese gobierno comenzaron a llenar X de críticas al feminismo y ningunear los derechos conseguidos por las mujeres. Las políticas de género sí sirven y son necesarias.
La línea 144 para denunciar violencia y maltrato es fundamental. Las políticas de género llevadas en los últimos años sirvieron para que una mujer se animara a denunciar a un ex presidente y contara su verdad, a pesar del miedo y del horror. Así se inició la causa contra Fernández a cargo del Juez Ercolini.
Cómo se inició la causa contra Alberto Fernández por violencia de género
Desde el mes de febrero, Alberto Fernández se vio envuelto en una causa por corrupción por coimas y manejos irregulares con la contratación de seguros para el Estado.
La Justicia investigaba conversaciones con su secretaria María Cantero y allegados para determinar qué había ocurrido.
Mientras revisaban el celular de Fernández, el juez de la causa, Julián Ercolini encontró material del maltrato a Fabiola Yáñez y decide contactarla para saber si quería hacer la denuncia.
En las causas por violencia de género sólo se puede hacer la denuncia si la víctima está de acuerdo. En una primera instancia, Fabiola se negó, a través de su entonces abogado, Juan Pablo Fioribello. El abogado había dicho que sí "había discusiones fuertes, pero nunca maltrato".
Sin embargo, meses después, Fabiola se animó a confirmar que sí había sido maltratada por Alberto Fernández. Se comunicó con Ercolini y tuvieron un zoom donde ella dio su versión de los hechos.
De esa manera, el juez decidió pasar todo el material al fiscal Carlos Rívolo, quien convocó a la Dirección General de Acompañamiento, de Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) y a la Unidad Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), a cargo de Mariela Labozetta, que se comunicó rápidamente con Yáñez para darle su apoyo. Además, la ex Primera Dama cambió de abogado y sumó a la especialista en temas civiles y de familia, Mariana Gallego.
Gracias al avance en temas de género hoy los femicidios ya no son llamados "asesinatos pasionales", ni se ríen en la cara de una víctima cuando va a denunciar violencia.
Entonces, las políticas de género sí sirven. Por eso, la lucha continúa.