Los números muestran la pérdida de puestos de trabajo en el sector privado quintuplica al recorte en el Estado.
Continúa la caída del empleo formal en el sector privado.
Las cifras de la caída del empleo ya están sobre la mesa de los distintos sindicatos y forman parte de los cruces telefónicos de los dirigentes de la CGT. Los datos procesados por distintas consultoras tienen como base los números que muestran los relevamientos de los organismos oficiales marcan una tendencia preocupante.
La cuenta no deja dudas. Desde la asunción de Javier Milei hasta fines del mes de julio se destruyeron 200 mil puestos de trabajo en el sector privado. Un número que quintuplica lo sucedido en el sector público.
El dato duro se desprende del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que se elabora en base a los registros de aportes que llevan las empresas
En ese marco, y de acuerdo los informes que circulan en las entidades gremiales Julio se consolidó como el séptimo mes consecutivo de caída del empleo privado.
Solo en el séptimo mes del año se registró una merma de 10.200 empleos en comparación con el mes anterior. De esa cifra, unos 8.900 correspondieron al sector privado y unos 1.400 a los empleos públicos. En casas particulares, en cambio, hubo un pequeño incremento que suavizó los resultados finales.
Respecto de noviembre de 2023, previo a la llegada del nuevo gobierno, fueron 196.400 los puestos de trabajo que se perdieron.
La cuenta general que describe el estado de situación del mercado laboral muestra que en los primeros 8 meses de la gestión Milei se destruyeron 200 mil puestos de trabajo registrados. 146.500 fueron en el sector privado, 41.300 en el público y 8.700 en el segmento de casas particulares.
Si bien, los informes del SIPA sobre los que trabajan las consultoras tienen una demora de dos meses, desde la CGT contradicen el discurso oficial y aseguran que la tendencia de pérdida de empleo continua. En ese marco, sostienen que los números de agosto y septiembre serán peores.
Más allá de eso, desde la central obrera también reconocen que hay un aumento en la inscripción al monotributo. Sin embargo, señalan que no alcanza a compensar la cifra de pérdida de empleo formal.
Desde la CTA también siguen con atención el fenómeno. Y a la hora de evaluar los datos señalan que el número de empleo registrado a esta altura del año es la misma que en 2015, pero con un crecimiento de la población estimado en un 10%.
Desde ambas centrales sindicales coinciden en que la principal sangría del mercado laboral está en el sector productivo. Los sectores que más sufren la crisis, en término laborales, son la industria y la construcción.
En ese marco, desde el sindicalismo apuntan a una conjunción de factores que atentan contra estos sectores. Por un lado, la obra pública que sigue frenada y por el otro el aumento de las tarifas, la apertura de importaciones y la caída del consumo.
En ese marco, desde la CGT insisten en que la recuperación del mercado laboral aún no asoma en el horizonte. Los dirigentes más enfrentados con el Gobierno siguen sosteniendo que el número de desocupados para fin de año estará en dos cifras y, al mismo tiempo, señalan que la caída no es mayor debido a la proliferación de la modalidad de trabajo que ponen sobre la mesa las distintas aplicaciones.