La cohesión forzada que mostró el peronismo en estos días, después de la confirmación de la condena de CFK en la causa Vialidad, no parece derramar dentro de la CGT. La central obrera le hizo un desplante al PJ ayer, en la reunión prevista en la sede partidaria, y bajó algunos gremios importantes de la movilización de este miércoles.
“Esta historia tiene por lo menos 15 años, no tiene que ver con ningún hecho puntual”, sintetiza uno de los hombres del movimiento obrero que siguió de cerca los idas y vueltas entre la cúpula de la CGT y los organizadores de la marcha que finalmente se concretó a Plaza de Mayo para respaldar a CFK.
La discusión dentro de la CGT de cara al futuro del peronismo no está saldada. Las evidencias están a la vista. La reunión que se llevó a cabo ayer en el gremio de Sanidad, que conduce Héctor Daer, y en la que se decidió “dar libertad de acción a los gremios” fue una muestra clara.
Las réplicas también se pudieron ver hoy en Plaza de Mayo. La CGT estuvo ausente. Pero muchos sindicatos no sólo marcharon sino que también paralizaron las actividades de sus rubros.
La disputa se da con gestos. Asistir o no asistir a Plaza de Mayo, sacarse o no la foto en el PJ junto a la conducción partidaria. Todo es parte del posicionamiento interno.
En ese marco, el que pateó el tablero en la mañana de la movilización fue Andrés Rodríguez, histórico secretario General de UPCN, que despegó a su gremio de la marcha a Plaza de Mayo y ordenó “libertad de acción” para los trabajadores afiliados.
Una diferencia notable con el otro gremio que agrupa a los estatales, ATE. El sindicato que conduce Rodolfo Aguiar no sólo movilizó, sino que impulsó el paro en todas las seccionales del Estado en las cuales tiene representación.
También hubo una fuerte presencia de La Bancaria y de SMATA, que incluso logró paralizar la mayoría de las plantas automotrices. Por su parte, la ausencia de las banderas de Camioneros dejó un vacío en la marcha.
Nadie del mundo sindical se sorprendió. Fue el propio Hugo Moyano, titular del sindicato, una de las voces que se alzó puertas adentro de la CGT para no formar parte de la movilización.
La tensión dentro del mundo sindical se eleva al ritmo de la interna del peronismo. En ese marco, la UOM, uno de los gremios más cercanos al kirchnerismo junto con SMATA, se animó a cuestionar a la conducción de la CGT poco antes del comienzo de la movilización.
“LA CGT debe actuar”, decía el comunicado que el gremio que conduce Abel Furlan decidió difundir por las redes. El texto exigía una respuesta más firme de la central obrera ante el “ajuste” y la persecución política.
Así las cosas, la CGT parece por ahora quedarse afuera de la construcción de un frente común de cara a las elecciones de septiembre en la provincia de Buenos Aires y de octubre a nivel nacional.
La realidad del peronismo cambió. La pelea entre Axel Kicillof y CFK ya no divide al peronismo en partes iguales. Gobernadores, intendentes, organizaciones sociales y otras tribus se aglutinaron tras la figura de la expresidenta tras el comienzo del cumplimiento de su condena.
La CGT, en el marco de la interna del peronismo, había optado por acompañar al gobernador de la provincia de Buenos Aires. La situación cambió, incluso dentro de la CGT, pero todavía son una mayoría los que se resisten a volver a ser conducidos por CFK.