El oficialismo cedió. No habrá eliminación de las PASO y tampoco se modificará el sistema de financiamiento de los partidos políticos. Esa discusión será postergada en pos de garantizar los votos para la suspensión de las primarias de este año.
“Los votos para la reforma política que quería el Gobierno no estaban, ni van a estar. Para la suspensión están los votos”, sentenció uno de los referentes de los bloques aliados que negocia el minuto a minuto con el Gobierno.
“El gobierno escuchó y entendió que no estaban los votos para avanzar y está predispuesto a hacer los cambios para evitar las PASO”, agregó la misma fuente.
En ese marco, la cuenta en los despachos del oficialismo, si las modificaciones se concretan, le da una victoria holgada en Diputados. Por lo menos eso sostienen en las fuerzas del cielo.
Desde la oposición, por su parte, no dan por cerrado el tema. Entienden que si no hay una muestra concreta del oficialismo de avanzar en la discusión del presupuesto, el quórum estará en peligro. Más allá de las especulaciones, la oposición juega ciega. Unión por la Patria no fue incluida en ninguna negociación y sigue las negociaciones por los portales.
El poroteo para las PASO
El cálculo más optimista del oficialismo le da 140 votos a favor. Once más de los necesarios para avanzar con la norma. En ese marco, la tranquilidad sobrevuela los pasillos, que unen el despacho de la presidencia con los despachos del bloque libertario.
Sin embargo, nada es tan sencillo en el Congreso. La estrategia que surgió tras la última reunión de los representantes del Ejecutivo con los referentes parlamentarios será cuestionada reglamentariamente por los sectores más duros de la oposición.
Una vez que el oficialismo supere el escollo que plantean algunos aliados respecto de poner fecha al debate del presupuesto, algo que se resuelve en base a “látigo y chequera” tendrá que dar la discusión sobre la validez de cambiar totalmente el sentido del proyecto que envió en comparación con el que llegará al recinto.
“Es una discusión histórica, no sólo con los proyectos que manda el Ejecutivo, sino con los propios proyectos de los legisladores. Pero se resuelve por la interpretación del cuerpo. Si están los votos para el proyecto, están los votos para todos”, explicó ante la consulta de El Observador uno de los hombres más experimentados que hoy tiene el PRO en su bloque.
Dentro de ese escenario, el oficialismo tiene todo listo para comenzar el tratamiento de lo que considera el tema más urgente del temario de extraordinarias. La simplificación del proyecto ayuda con el cronograma preestablecido.
La intención en comenzar el tratamiento en plenario de Comisiones el 4 de febrero y llevarlo al recinto 48 horas más tarde.
En ese marco, el oficialismo sigue con especial atención la conducta del radicalismo. Porque más allá de lo que suceda en Diputados, la conducta del partido centenario será clave para lo que puede suceder en el Senado, donde el peronismo aumenta su porcentaje de representación.