La votación en la Ciudad de Buenos Aires era una elección meramente local, pero terminó teniendo trascendencia nacional en casi toda la campaña, a excepción probablemente del debate del “olor a pis”. El impacto, entonces, también tiene las dos caras: el triunfo de Manuel Adorni es la consolidación del proyecto nacional de Javier Milei, mientras que la derrota del PRO abre una serie de interrogantes a futuro para Mauricio y Jorge Macri.
La victoria de La Libertad Avanza con el 30% de los votos definió lo que en los hechos era una interna de Milei con Mauricio Macri para ver quién conducía al espacio antikirchnerista. El PRO tuvo su peor desempeño histórico en la Ciudad, alcanzando apenas el 16% de los votos.
“Somos el vehículo del cambio”, celebraban los libertarios, dejando en claro que LLA es el espacio que debería aglutinar a todos los partidos y también votantes que quieran cambiar el rumbo del país.
¿Esto quiere decir que el PRO empezó a desaparecer? Primero, en política nunca se sabe y los acontecimientos pueden ir mutando. Segundo, Milei y su equipo, sobre todo el triángulo de hierro que compone con su hermana Karina y Santiago Caputo, tienen en claro que los aliados deben sumarse y pintarse de violeta. El PRO les dejó un aprendizaje: no hay Cambiemos ni Juntos por el Cambio posible porque termina resignando poder. El vehículo ahora se llama La Libertad Avanza.
Esto tendrá un fuerte impacto en las negociaciones electorales que se vienen, sobre todo con epicentro en la provincia de Buenos Aires. Macri ya dejó en claro, post derrota, que Cristian Ritondo tiene vía libre para negociar un acuerdo en el territorio bonaerense. El problema es que el expresidente esperaba que un mejor resultado en la Ciudad les permitiera sentarse con otras condiciones. Pero las acciones del PRO se derrumbaron.
Lo peor de todo para los Macri es que una decisión propia fue la que terminó generando esta hecatombe amarilla. El desdoblamiento de la elección porteña obligó a Milei a jugar a fondo (incluso bajo riesgo de quedar como un derrotado), cuando lo natural era que las discusiones se dieran de cara a los cierres para octubre. Ahí probablemente la negociación iba a ser dura para el PRO, pero sin la certeza de tener un valor mucho más bajo de sus acciones.
Ahora Milei quiere que los dirigentes del macrismo se terminen sumando a La Libertad Avanza. “Tabula rasa”, dijo Adorni. Después de una campaña donde se dijeron de todo, empezará el camino de la reconstrucción. Macri aceptó la derrota, se mostró sereno, pero advirtió: “La mejor manera de cuidar el cambio es que haya La Libertad Avanza y PRO”. Un reclamo de piedad. Y de mirada a futuro.
El futuro en la Ciudad
Para Jorge Macri, la elección también será una bisagra. Si alguna vez se había imaginado que la gestión porteña era un trampolín para llegar a la Presidencia, ahora tiene que diagramar un terreno para enderezar el rumbo y demostrar que el PRO merece seguir gobernando la Ciudad.
El 15,9% de la lista encabezada por Silvia Lospennato tiene múltiples interpretaciones. Se dispersó el voto propio: una parte se fue con Patricia Bullrich a LLA, otro 8% con Horacio Rodríguez Larreta, y también ex aliados de Juntos por el Cambio como la UCR y la Coalición Cívica (que suman otros 5 puntos más).
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Jorge Macri, en el búnker PRO, ante la mirada de Mauricio Macri y Silvia Lospennato.
Prensa PRO
La caída fue tan pronunciada que el PRO no solo no ganó en ninguna comuna, sino que tampoco en ninguno de los 48 barrios porteños. En 26 ganó Leandro Santoro y en 22 Manuel Adorni. Y para peor, salvo en tres comunas donde terminó en el segundo puesto (la 2-Recoleta, la 14-Palermo y la 13-Belgrano/Nuñez), en el resto la lista amarilla quedó tercera.
Esta situación tendrá su reflejo en la Legislatura porteña, donde Unión por la Patria quedará como la primera minoría, con 20 bancas, seguida de LLA, con 13, y recién después el oficialismo PRO con 10. Son números muy lejanos a los 30 necesarios para el quórum, y si no consigue apoyos de esos dos bloques mayoritarios no lo tendrá nunca (juntos son más de 30). Pocos estímulos para negociar tendrán libertarios y kirchneristas ahora que huelen que en 2027 pueden desbancar al PRO de la sede de Uspallata.
Por eso, Jorge Macri deberá barajar y dar de nuevo, dar vuelta la gestión para recuperar al votante histórico del PRO. Y esperar que en 2027 la discusión de la Ciudad le permita hacer lo que no sucedió en esta elección: que se vote pensando en lo local y no en lo nacional.
Gobernadores y centros urbanos
El resultado, finalmente, muestra que Jorge Macri es el primer mandatario en el año en perder una elección. Hasta ahora venían siendo todos triunfos de los gobernadores: Maximiliano Pullaro en Santa Fe, Leandro Zdero en Chaco, Gustavo Sáenz en Salta, Carlos Sadir en Jujuy y Claudio Poggi en San Luis.
¿Señal para Axel Kicillof? Es el próximo que puede tener problemas en su territorio, ya que antes se vota en Misiones (8/6) y Formosa (29/6) donde resulta impensado que la oposición pueda imponerse.
No es un detalle menor, en ese sentido, que la elección porteña volvió a demostrar que Milei viene creciendo en los grandes centros urbanos. Ganó en Rosario, Salta, San Salvador de Jujuy, Resistencia (en alianza) y ahora en la Ciudad de Buenos Aires. Con una particularidad que el peronismo debería tomar en cuenta: a pesar de que los mayores porcentajes lo sacó en la zona norte, Adorni hizo una buena elección en el sur, perdiendo por pocos votos contra Santoro. Un llamado de atención a lo que puede estar pasando en el Conurbano. Más aún con una inflación que promete seguir bajando y una economía perfilada para seguir creciendo. Un escenario a pedir de Milei.