Argentina se ubicó en el puesto 37 entre 148 países en el Índice Global de Brecha de Género 2025, elaborado por el Foro Económico Mundial. Este retroceso de cinco posiciones en relación con 2024 refleja un alejamiento del liderazgo regional en materia de equidad de género, especialmente frente a países como Chile y Ecuador, que lograron avanzar en el ranking. Con un puntaje general de 0.762, el país experimentó mejoras en algunas áreas, pero sigue enfrentando desafíos importantes, particularmente en la participación económica y política de las mujeres.
Logros educativos: paridad alcanzada, pero con desafíos pendientes
Uno de los aspectos más destacados del informe es el avance de Argentina en el ámbito educativo. El país alcanzó la paridad total en educación, ubicándose en el primer lugar a nivel mundial en este subíndice, con una puntuación de 1. Esto implica que las mujeres y los hombres tienen acceso igualitario a la educación primaria, secundaria y terciaria, y que las tasas de alfabetización son idénticas para ambos géneros. Este logro marca un avance significativo, ya que refleja el éxito de las políticas de acceso universal y gratuito a la educación.
Sin embargo, el informe también subraya que, a pesar de este avance, persisten desafíos en áreas específicas dentro de la educación. En particular, las mujeres siguen estando subrepresentadas en disciplinas como las ciencias exactas y la ingeniería, campos donde históricamente las mujeres tienen menor participación. Además, aunque se alcanzó la paridad en la inscripción y alfabetización, la brecha en la calidad educativa y en las oportunidades para las mujeres en las áreas de alta especialización técnica continúa siendo un obstáculo.
Participación económica: una deuda pendiente que afecta la equidad laboral
La participación económica y las oportunidades laborales para las mujeres siguen siendo las áreas donde Argentina presenta mayores rezagos. Con un puntaje de 0.666 en este subíndice, el país ocupa el puesto 93° a nivel mundial, lo que refleja una clara disparidad en el acceso de las mujeres a trabajos remunerados y a puestos de responsabilidad en el ámbito laboral. Este subíndice incluye indicadores como la tasa de participación femenina en la fuerza laboral, la brecha salarial por trabajos similares, el ingreso estimado y la representación de las mujeres en cargos de liderazgo.
El informe pone de manifiesto que las mujeres en Argentina siguen ganando menos que los hombres en puestos similares. La brecha salarial es uno de los principales obstáculos que limita la equidad económica, y el país ocupa el puesto 102° en el ranking global en cuanto a la igualdad salarial. A pesar de que la educación y la capacitación de las mujeres mejoraron, aún existe una subrepresentación significativa de mujeres en sectores clave como la tecnología, la ciencia y la ingeniería, lo que limita su acceso a los puestos mejor remunerados.
Otro dato preocupante es la escasa representación femenina en cargos de liderazgo. En el informe se destaca que las mujeres argentinas están subrepresentadas en el ámbito político, legislativo y empresarial. Aunque hubo avances en la presencia de mujeres en el Congreso, las posiciones de poder, como en los gabinetes ministeriales y en las jefaturas de Estado, siguen estando dominadas mayoritariamente por hombres.
Salud y empoderamiento político: avances notables, pero aún con margen de mejora
Argentina logró avances significativos en salud y supervivencia, con un puntaje de 0.974 en este subíndice, lo que la coloca en el puesto 44° a nivel mundial. Las mujeres argentinas disfrutan de una mayor esperanza de vida que los hombres, lo que refleja un acceso equitativo a los servicios de salud y una disminución de la mortalidad en las mujeres. No obstante, a pesar de estos logros, existen desigualdades en otras áreas, como la proporción de nacimientos por sexo y la calidad de vida saludable en ciertas regiones del país.
El empoderamiento político, aunque mejoró en comparación con otros años, sigue siendo uno de los puntos débiles de Argentina. Con una puntuación de 0.409 en este subíndice, el país ocupa el puesto 27° en el mundo, destacándose por la presencia de mujeres en el Congreso, pero con una escasa representación en cargos ministeriales y en la jefatura del Estado en las últimas décadas. Este subíndice refleja la brecha existente en la participación política de las mujeres y en la toma de decisiones a nivel gubernamental.
Perspectiva regional: América Latina sigue avanzando, pero con disparidad entre países
A nivel regional, América Latina y el Caribe siguen siendo las áreas con mayor progreso en la reducción de la brecha de género, con un puntaje promedio de 74.5%. Sin embargo, el informe muestra que existe una disparidad considerable entre los países de la región. Mientras que algunos países como Chile, Ecuador y Costa Rica avanzaron significativamente, otros como Argentina retrocedieron, evidenciando que las políticas de equidad de género necesitan ser más efectivas y sostenibles para generar cambios reales.
Argentina ocupa el puesto 9 en América Latina, detrás de países como Barbados, Nicaragua y México, que se destacaron por sus políticas proactivas en la inclusión política y económica de las mujeres. En este contexto, el compromiso del país con la paridad política y económica debe intensificarse para lograr un cierre de la brecha en los próximos años.
El compromiso del IAE Business School y la necesidad de políticas públicas efectivas
En este contexto, el IAE Business School, a través de sus representantes, destacó la importancia de seguir promoviendo el diseño de políticas públicas que fomenten la equidad de género. Según Eduardo Fracchia, profesor de la institución, el compromiso de la escuela con la investigación y el análisis de los datos busca contribuir al debate y al diseño de políticas públicas que promuevan la igualdad de género en todos los niveles. "El objetivo es generar un impacto real en las políticas públicas y organizacionales que impulsen la equidad", destacó Fracchia.
El informe 2025 llega en un momento clave, marcado por avances tecnológicos, tensiones geopolíticas e incertidumbre económica global. En este contexto, la paridad de género no solo se presenta como un principio de justicia social, sino también como una estrategia clave para la innovación, la productividad y la prosperidad. Los países que logran integrar de manera plena a las mujeres en el ámbito económico y político están mejor preparados para enfrentar los desafíos de la transformación global.
El camino hacia la paridad global: un desafío que aún parece lejano
El Índice Global de Brecha de Género 2025 también ofrece una mirada a la paridad global, que aún se encuentra a más de un siglo de distancia si los países mantienen el ritmo actual de avances. En términos globales, la brecha de género sigue siendo del 31.2%, lo que implica que a nivel mundial, aún queda mucho por hacer para lograr la paridad total. De acuerdo con las proyecciones, la paridad global en todos los subíndices se alcanzará en 123 años, lo que subraya la lentitud de los avances en áreas clave como la participación económica y el empoderamiento político.
