La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. advirtió a la población argentina sobre la inminente llegada de un fuerte fenómeno climático en los próximos meses. Este fenómeno, conocido como La Niña, se manifiesta a través de modificaciones en la circulación atmosférica tropical, afectando las lluvias y temperaturas en toda América del Sur.
Se había anticipado la llegada de La Niña para el año 2024, con un 60% de probabilidad de que impactara en Argentina a mitad de ese año. Sin embargo, debido a su demora, se analizaron los patrones de su comportamiento, y ahora la NOAA proyecta que este fenómeno podría manifestarse entre enero y marzo de 2025.
La Niña es un fenómeno meteorológico relacionado con una disminución de las lluvias. Durante este evento, las temperaturas en la superficie del océano Pacífico cerca del ecuador descienden. A diferencia de la Niña, El Niño se caracteriza por un incremento significativo en las precipitaciones.
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Aunque La Niña y El Niño no ocurren todos los años, tienden a presentarse con mayor regularidad, ya que su ciclo varía entre dos y siete años. Las implicaciones de estos fenómenos son distintas: La Niña puede dar lugar a incendios, mientras que El Niño tiene el potencial de causar inundaciones.
Estos fenómenos no solo provocan alteraciones climáticas a nivel global, sino que también representan un riesgo significativo para la población y, en especial, para el sector agrícola, crucial para la economía del país. Asimismo, generan preocupación en áreas turísticas, como la provincia de Córdoba, donde se reportaron incendios recientes.
La Niña fue un fenómeno climático relevante a lo largo de la historia, con su primer documento registrado en 1892-1893, según el INPE. No obstante, en 2022, tras presentarse en el océano Pacífico por tercer año consecutivo, tal como señala la Organización Meteorológica Mundial, este evento dio lugar a El Niño, provocando que las temperaturas globales alcanzaran niveles récord.
De acuerdo con el Instituto Copernicus, un programa de la Unión Europea, el año 2023 se convirtió en el más cálido registrado en los 172 años de historia de las observaciones meteorológicas.