Buenos Aires se convierte este sábado en el escenario de la 33° edición de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+, una manifestación que no solo celebra la diversidad y los derechos de la comunidad LGBTIQ+, sino que también, este año, se enfrenta a una coyuntura marcada por el cambio político en Argentina.
La elección de Javier Milei como presidente generó una serie de desafíos para la organización del evento, ya que el nuevo gobierno retiró el apoyo estatal que habitualmente acompañaba a la marcha. Sin embargo, la manifestación no se detuvo; por el contrario, contó con la financiación de gobiernos locales y de la solidaridad internacional de 29 embajadas, incluyendo las de Estados Unidos, Alemania y Francia, así como la Delegación de la Unión Europea.
Desde las 10 de la mañana, miles de personas se van a concentrar en Plaza de Mayo, donde se instalaron ferias de emprendedores, stands y un escenario con espectáculos musicales. La jornada seguirá con la marcha hacia el Congreso a las 16:00, en una muestra de resistencia y celebración que inundó de color y mensajes de igualdad la avenida de Mayo.
Al respecto, Franco Torchia, periodista, activista LGBTIQ+ y conductor del evento, expresó que esta edición de la marcha “es más urgente e importante que en otras ediciones recientes” debido a la situación política actual del país, caracterizada por el retiro del respaldo del gobierno nacional y un clima de ajuste económico que afectó a programas destinados a minorías sexuales y políticas de género, como el cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), una de las primeras medidas anunciadas por el Gobierno libertario.
La marcha, organizada por la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo (COMO), espera convocar a alrededor de un millón y medio de personas en todo el país, según cifras de la Federación Argentina LGBT (FALGBT).
A lo largo de las últimas décadas, Argentina fue reconocida como un país pionero en América Latina en cuanto a derechos de género y de la comunidad LGBTIQ+. La aprobación del matrimonio igualitario en 2010 y de la Ley de Identidad de Género en 2012 posicionaron al país como un referente en la región, que más tarde se fue sumando con legislaciones parecidas. Sin embargo, el contexto actual plantea nuevos desafíos para la protección y el avance de estos derechos, lo que otorga a la Marcha del Orgullo una importancia renovada y una oportunidad para reafirmar el compromiso de la sociedad argentina con la igualdad y la diversidad.
La jornada se enmarca en una serie de reclamos de la comunidad que incluyen la demanda de una Ley Integral Trans y una Ley Antidiscriminatoria, además de políticas públicas inclusivas que permitan mejorar la situación económica y social de sectores vulnerabilizados, especialmente el colectivo trans.
Apoyo internacional y presencia de artistas reconocidos
Uno de los puntos sobresalientes de la edición de este año es el respaldo internacional que la marcha recibió a través de una declaración conjunta firmada por representantes diplomáticos de 29 embajadas en Argentina. En su mensaje, los “Diplomáticos por la igualdad” subrayaron su compromiso con los derechos humanos y su solidaridad con la comunidad LGBTIQ+ en Argentina y el mundo.
En palabras de la declaración: “Nosotros, los representantes de las misiones diplomáticas en Argentina que suscriben, nos unimos en calidad de diplomáticos para la igualdad, para expresar nuestra solidaridad y apoyo para las personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero, intersexuales y queer en Argentina y en el mundo”. Agregaron que “los derechos humanos rigen para todas las personas, sin excepción alguna. Amparan a las personas LGBTQ+ al igual que a todas las demás… Creemos firmemente que las naciones libres, inclusivas y diversas siempre serán más prósperas, más pacíficas y más seguras”.
Este apoyo internacional llega en un momento en que el gobierno nacional decidió no contribuir financieramente con el evento. No obstante, el respaldo local no fue menor. Instituciones como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Subsecretaría de Derechos Humanos porteña, el Ministerio de Mujeres y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires y el Senado provincial también brindaron su apoyo a la marcha.
El evento, además de ser una manifestación de derechos, también es una celebración de la cultura y el arte de la comunidad LGBTIQ+. Reconocidos músicos y artistas locales se presentarán en el escenario de Plaza de Mayo y en el del Congreso. Entre los shows, destacan las actuaciones de Valeria Lynch, quien cerrará la jornada, junto a artistas como Alan Fabulous, Gatika, Cumbia Dick, Lichi, Natalie Pérez, y Taichu en Plaza de Mayo, y Fabian Jara, Vivi Scaliza, Malena Narvay, Ibiza Pareo y Yami Safdie en el escenario frente al Congreso. Los conductores del evento, Franco Torchia y Alejandra Malem, acompañarán cada uno de los segmentos de la jornada, resaltando el compromiso y la unidad de la comunidad en este contexto.
Reclamos de justicia social y demandas por derechos igualitarios
La Marcha del Orgullo de 2024 cobra particular relevancia por los desafíos sociales y económicos que enfrenta la comunidad LGBTIQ+, en especial el colectivo trans, que sufre una precarización aún mayor en el contexto de crisis actual. Ricardo Vallarino, presidente de la organización 100% Diversidad y Derechos, destacó las dificultades de este sector: “La situación económica afecta de manera diferenciada y más profunda a la comunidad trans, dejándola en una situación de vulnerabilidad extrema”, comentó. Las consignas de esta edición, como “No hay libertad sin derechos ni políticas públicas”, “No hay libertad con ajuste y represión” y “¡Ley Integral Trans y Ley Antidiscriminatoria ya!”, reflejan las exigencias de la comunidad en cuanto a la necesidad de políticas públicas inclusivas.
A lo largo de la marcha, se distribuyen volantes y se realizan intervenciones que buscan visibilizar la lucha por los derechos que, según la comunidad, se ven amenazados por las recientes decisiones del gobierno nacional. En este sentido, la Comisión de la Marcha del Orgullo — Línea Histórica convocó a representantes de diferentes sectores sociales y sindicales para construir un pacto democrático de respeto a los derechos humanos y a la diversidad. En un acto simbólico, se realizará a las 15:30 un pañuelazo en Plaza de Mayo en repudio a los discursos de odio, al cual se sumarán distintos defensores de derechos humanos. Las consignas de esta Línea Histórica, “El orgullo no se vende, se visibiliza y se defiende”, “Basta de hambre y persecución” y “Por un acuerdo democrático contra los discursos de odio”, enfatizan la necesidad de un compromiso público y pluralista en favor de los derechos humanos.
La manifestación contará con medidas de seguridad adicionales debido a la expectativa de posibles provocaciones de sectores libertarios opuestos a la agenda de diversidad. La organización instruyó a los asistentes a alertar a los voluntarios en caso de situaciones sospechosas o conflictivas, buscando garantizar una jornada pacífica y segura para todos los participantes.
Desde su primera edición en 1992, la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en Buenos Aires es un espacio de reivindicación y visibilidad para la comunidad. A lo largo de los años, el evento creció y ganó peso en la agenda pública nacional, consolidándose como un espacio donde convergen las demandas de derechos, justicia social y celebración de la diversidad. En esta 33° edición, en un contexto de cambio político y social, la marcha reafirma su papel como una plataforma esencial para la defensa de los derechos humanos en Argentina, con una convocatoria que muestra la fuerza y determinación de la comunidad LGBTIQ+ en su lucha por la igualdad y la libertad.