La aurora boreal surge cuando partículas que llegan cargadas desde el sol chocan con los átomos de la atmósfera terrestre a mayor altitud, donde un campo magnético se encarga de desviar dichas partículas. El resultado es que el cielo de los polos norte (aurora boreal) y sur (aurora austral) se tiñe de luces verdes, violetas y turquesas durante la noche.
Las auroras rojas se producen por las llamadas tormentas geomagnéticas provocadas por una erupción o llamarada solar. El denominado "viento solar" llega a la Tierra en 52 horas y provoca perturbaciones temporales en la magnetósfera terrestre.