Adaptar una película a un musical es una tarea compleja, más aún cuando ésta fue exitosa y reconocida. Más difícil todavía es que esa obra resulte atractiva y logre conmover a una audiencia que conoce de antemano el desenlace de una historia que ya vio en el cine.
“Los chicos del coro” logra todo esto con creces gracias al arreglo de las partituras originales de Bruno Coulais y Christophe Barratier y las letras de Christophe Barratier y Philippe Lopes Curval que realizaron Rodrigo Álvarez, Nicolás Martín Vizcaíno y Pedro Víllora, con las que han logrado trasladar a los espectadores el ambiente de una Francia rural de la post Segunda Guerra Mundial.
El mensaje que transmite la obra ha sido catalogado muchas veces como de inocencia, juego y amor. Sin embargo, está focalizado en mostrar la sensibilidad de una persona que siente la obligación de intervenir frente al sufrimiento del prójimo.
En cada uno de sus actos, el profesor sustituto Clément Mathieu (protagonizado por Manu Rodríguez) se estremece ante el maltrato ejercido por el director del internado “Fondo del estanque” contra los alumnos y busca rescatarlos de ese infierno con pequeños gestos que se materializan, especialmente, a través de la música.
Alrededor de esto, giran historias satélites de amor, de búsqueda de superación, de violencia, frustración, resignación y esperanza, personificadas por niños y adultos en medio de una Francia que busca superar la barbarie de la guerra.
Una mención especial merece el trabajo actoral y musical de cada uno de los chicos que logran transmitir el dolor y la angustia que les produce el estar encerrados y olvidados en un internado y sometidos a los maltratos de su director, Rachin (protagonizado por Rafa Castejón).
Esto se logró gracias a la labor minuciosa de su profesora de canto, Carmina Muñoz, y de la de movimiento y mantenimiento de coreografía, Bea Temes, quienes consiguieron que este grupo de niños, de tan diversas edades, conmueva y enternezca a la audiencia con sus voces y actuaciones.
“Los chicos del coro” narra la historia de Mathieu, quien llega al internado, donde Rachin había impuesto un régimen severo y riguroso de “acción y reacción” y la músicano tenía cabida.
Una y otra vez se salta sus normas estrictas y acaba conformando un coro con un variado grupo de alumnos. Esto les devuelve la esperanza y les trae un momento de felicidad en medio de tanto dolor y, al mismo tiempo, lo ayuda a él mismo a salir de la depresión en la que se encuentra sumido.
El musical estará en cartel hasta el 9 de febrero en el teatro La Latina, de Madrid, tras haber recorrido todo el país y realizado más de cuatrocientas funciones, donde pudieron verla más de 250.000 personas.
El elenco está conformado por Chus Herranz (Violette), Eva Diago (profesora Langlois), Xisco González (Maxence) e Iván Clemente (Pascal Mondain) junto con los chicos del coro: Víctor Toledo (Pepín), Iago Salas (Corbin), Diego Torner (Pepín), Gael Martín (Marcel), Daniel Sierra (Boniface), Martin Jeanmaire (Marcel), Gonzalo Pinillos(Pierre), Gonzalo Alba (Pierre), Jeriel Figueroa (Checa), David Calvo (Checa), Mateo Gordo (Boniface), Ethan Torregrosa (Jean), Abril Aguirre (Huguette), Marta del Mar(Francisca), Sandra Martínez (Simone), Álvaro de Paz (François), Alberto Zorrilla(Denis), Nayden Rodríguez (René), Gabriel Flores (Lequerrec) y Lucía Gutierrez(Marieta)
La dirección de escena está a cargo de Juan Luis Iborra y la musical, de Rodrigo Álvarez, mientras que el diseño de la escenografía fue obra de David Pizarro, el de la iluminación, de Juanjo Llorens, y el del sonido, de Javier Isequilla.
“Los chicos del coro” fue galardonada con los Premios Teatro Musical a la Dirección de Escena (Juan Luis Iborra), Actor de Reparto (Rafa Castejón), Diseño de Iluminación (Juanjo Llorens) y Diseño de Sonido (Javier Isequilla).