Utilizada únicamente por el obispo de Roma, permitió desde 1521 oficiar como sello en la firma de documentos eclesiásticos.
La muerte del papa Francisco obligó al Vaticano a activar el protocolo funerario, actualizado por el mismo Sumo Pontífice el 29 de abril de 2024.
De acuerdo al sitio web Vatican News, la reforma buscó “devolver el funeral del Papa a su genuina fisonomía de oración eclesial”, y dejar atrás aspectos ceremoniales que lo acercaban a un acto de poder. Sin embargo, se mantuvo una de las pautas ya mencionadas en la primera editio typica del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, aprobada por el papa Juan Pablo II en 1998: la destrucción del anillo del Pescador.
El anillo del Pescador o anillo piscatorio es una joya utilizada por el obispo de Roma (el papa) quien, como sucesor del apóstol San Pedro, se considera la cabeza visible de la Iglesia católica. Su nombre se debe al antiguo oficio de pescador del apóstol San Pedro, cuyo sucesor es el papa.
Cada sumo pontífice porta uno hecho con los restos del usado por el anterior. En él se grabará un nuevo sello.
La tradición dicta que el anillo del Pescador tiene que ser destruido dentro de los muros del Vaticano tras la muerte del Sumo Pontífice. El motivo es, ante todo, de seguridad: antiguamente, su escudo se empleaba como sello para firmar cartas u otros documentos oficiales. Desde 1521 hasta 2013, esto es precisamente lo que ocurrió.
“Es el equivalente a quitar los datos de acceso a una cuenta de redes sociales”, señaló el corresponsal de CNN en el Vaticano, Christopher Lamb. “De eso se trataba: de impedir que los falsarios utilizaran sellos falsos en los documentos”, sumó.
Los anillos suelen ser hechos a mano por un orfebre para el papa entrante, aunque Francisco rompió la tendencia con uno “reciclado”, según Lamb.