El denostado negocio de la compraventa de oficinas empieza a levantar cabeza en España. Grandes fortunas como Amancio Ortega, gestoras como IBA Capital o Socimis como Colonial han empujado el volumen de inversión en oficinas en la primera mitad de 2025 hasta los 1.175 millones, un 40% más. Esta cifra es el mayor dato registrado desde 2019 y supone ya el 75% del total de lo invertido en el conjunto del pasado año, lo que anticipa un mayor peso de las oficinas dentro del negocio inmobiliario en 2025, según datos de CBRE.
Tanto Madrid como Barcelona, las ciudades donde se concentra el parque de oficinas en España, han registrados buenos datos en lo que va de ejercicio. Madrid lidera las operaciones, con más de 600 millones, más del doble que en el mismo periodo del año anterior. En Barcelona, el volumen superó los 550 millones en el semestre, el triple que la cifra registrada en la primera mitad de 2024.
Esta recuperación se debe, por una parte, al regreso de las grandes operaciones, con la venta de algunos edificios trofeo y el auge de nuevos nichos de negocio, como los centros de innovación o laboratorios, y a la adquisición de oficinas para su cambio de uso, principalmente a residencial, una tendencia que sigue cogiendo peso en España.
Protagonistas
Dentro de las grandes transacciones del año destacan tres. Una de ellas de la mano de Pontegadea, el vehículo inversor de Amancio Ortega. Dentro de su apuesta por las oficinas, la patrimonial del fundador y máximo accionista de Inditex, compró en mayo la sede de Grupo Planeta en Barcelona.
Otra de las operaciones relevantes en oficinas ha sido el traspaso del cuartel general de Amazon en Madrid. Con fondos de Batipart, hólding de la familia Ruggieri, y de la aseguradora gala Covéa, la gestora de inversión inmobiliaria IBA Capital se hizo con el complejo Prado Business Park, situado en el número 5 de la calle Ramírez de Prado.
El otro impulsor de la inversión en oficinas ha sido Colonial, que se ha hecho con un 95% de Deeplabs, propietaria y gestora de campus de ciencia e innovación con activos valorados en 400 millones, incluyendo deuda.
Tras el cierre de primer semestre, el flujo de actividad no ha parado. Por ejemplo, Mutualidad cerró hace una semana la compra del edificio KOI, campus de la Universidad Camilo José Cela, en Madrid, por más de 70 millones. Árima, por su parte, ha llevado a cabo dos operaciones de rotación de oficinas: una con la compra a MSD de un edificio en la calle Josefa Valcárcel de Madrid por 13,5 millones, y otra con la venta a un family office de un inmueble en el distrito madrileño de Chamartín por 46 millones. Esta última venta se suma a una de JSS, otra Socimi controlada por J Safra Sarasin, que traspasó en mayo por 26 millones un edificio en Ríos Rosas en Madrid. Ambas transacciones buscan equilibrar la aportación de capital que necesitó el banco suizo para la opa de Árima.
Desde CBRE explican que el renovado interés inversor se refleja en un ajuste a la baja de las rentabilidades prime, hasta situarse en el 4,7% en Madrid y el 4,8% en Barcelona. Cuanto más seguro se considera un activo, más baja es la rentabilidad exigida y más dispuesto está el inversor a pagar por el inmueble.
Aunque el mercado sigue mostrando cierta polarización, se observa una reactivación del segmento de menos riesgo con procesos en curso que confirman esta tendencia y anticipan posibles ajustes adicionales en la segunda mitad del año.
España abandonaría así el grupo de países con rentabilidades prime por encima de los niveles de hace un año, aunque sigue siendo uno de los mercados europeos con menor ajuste acumulado, explica la consultora.
FUENTE: RIPE - EXPANSIÓN