El primer ministro de Francia, François Bayrou, cayó este lunes por una moción de confianza a la que el mismo se sometió en el Parlamento en busca de apoyo a su plan de recortes presupuestarios para 2026 por un total de 44.000 millones de euros.
Sin sorpresas, 364 diputados votaron en contra, entre ellos las oposiciones de izquierdas y de ultraderecha, según anunció la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet.
Bayrou presentará su dimisión el martes al presidente Emmanuel Macron, que anunciaría "en los próximos días" un nuevo primer ministro, según anunció El Elíseo.
De esta manera, el presidente descartaría la otra opción que tiene: disolver la Asamblea y convocar a elecciones, como le pidió este lunes la ultraderechista Marine Le Pen.
Desde el fallido adelanto electoral de 2024, Francia vive una profunda inestabilidad política sin mayorías parlamentarias estables, en un contexto de elevada deuda pública que alcanza alrededor del 114% del PIB.
En un dramático discurso, Bayrou reiteró su pedido para respaldar el plan de ajuste en busca de sanear las cuentas públicas.
El dramático discurso de Bayrou: "Es una hemorragia silenciosa"
"El destino de Francia está amenazado" por una deuda que "nos sumerge" y cuya financiación ya absorbe todo el crecimiento económico del país, advirtió el ahora exprimer ministro, que es el cuarto jefe de gobierno que cae en los últimos tres años, marcando el ritmo de una crisis política que no cesa.
Sobre ese endeudamiento, sostuvo que "es una hemorragia silenciosa, insoportable" y recordó que en los últimos 51 años todos los presupuestos tuvieron déficit, lo que dio lugar a una "aplastante acumulación" de 3,45 billones de euros de deuda, cuyos gastos de financiación aumentan y van a seguir creciendo.
Bayrou dijo que si en 2020 el costo de financiación suponía 20.000 millones de euros, en 2024 fueron ya 60.000 millones y para finales de la década se estima que se superarán los 100.000 millones, cuando el crecimiento económico del país supone cada año unos 50.000 millones.
En otro tramo de su discurso en el Parlamento, denunció duramente la "adicción" de Francia al gasto público. "Gastamos, pero nunca retrocedemos. Se ha convertido en un reflejo y, peor aún, en una adicción. Nos hemos acostumbrado a financiar con crédito los gastos ordinarios del país, los gastos de nuestra vida diaria, los servicios públicos, las pensiones y el pago de las cotizaciones a la seguridad social".
Por esa razón, defendió su "plan de reducción de la deuda" para escapar de esa "inexorable marea" que "hundirá" Francia "en cuatro años" y con el que se podría "encarrilar al país".
Le Pen pide la dimisión de Macron: "Es un instrumento institucional"
La líder de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, pidió en el Parlamento la dimisión de Macron y sostuvo que en caso decida designar a otro primer ministro caerá antes de diciembre, por lo que defendió anticipar las elecciones legislativas.
"No se trata de un capricho y sí de un instrumento institucional; la disolución no es una opción, es una obligación", dijo Le Pen, que este mismo lunes conoció las fechas de su juicio en Apelación (en enero y febrero de 2026) por su condena de inhabilitación política por un caso de corrupción con fondos del Parlamento Europeo.
"La verdadera reconstrucción sería la dimisión del presidente, pero es algo que depende de él y yo no espero nada de él", añadió la ultraderechista cuyo partido sería claro favorito si hubiese legislativas.
Desde el comienzo del segundo mandato de Macron, en mayo de 2022, ya se sucedieron al frente del Ejecutivo francés Elisabeth Borne (hasta enero de 2024), Gabriel Attal (hasta septiembre de 2024), Michel Barnier (hasta diciembre de 2024) y François Bayrou.
¿Un primer ministro socialista?, el pedido a Macron
Por su parte, el Partido Socialista le pidió este lunes en el Parlamento que lo ponga al frente de un nuevo gobierno en un discurso duro contra Bayrou.
"Estamos listos, que venga a buscarnos", afirmó el jefe del grupo socialista en la Asamblea Nacional, Boris Vallaud, quien dirigiéndose a Macron le pidió que "cumpla con su deber".
Además, señaló que desde que Macron llegó al Elíseo en 2017 "la deuda ha aumentado como nunca", con un billón de euros adicional, hasta los 3,45 billones actualmente, y añadió que los planes de recortes de Bayrou sumarían "crisis a la crisis", contra los de los socialistas que tomarían "otro camino" que supone "reducir el déficit y la deuda" pero con otra sensibilidad social.