A una semana de las cruciales elecciones en Alemania, el canciller Olaf Scholz ha defendido que el ciudadano afgano de 24 años, responsable del atropello del jueves pasado en Múnich y que mató a dos personas e hirió a otras 35, sea deportado una vez cumpla la condena de cárcel que se le imponga.
"Tras cumplir su condena será devuelto al país de donde procede", ha afirmado Scholz durante un acto electoral en Múnich. Cualquiera que perpetre un acto como ese "no puede ampararse en nada" y debe ser condenado por su "acto imperdonable", completó el jefe del gobierno alemán.
La situación política en Alemania se ha tensado a extremos inimaginables meses atrás. El crecimiento del partido de ultraderecha AFD, que reclama la expulsión de los inmigrantes ilegales, preocupa a la socialdemocracia gobernante que lidera Scholz y al candidato de la Unión Demócrata Cristiana, Fiedrich Merz, favorito en las encuestas.
Tanto el canciller Scholz como el derechista Merz le pidieron al vicepresidente de EEUU, JD Vance, quien estuvo este fin de semana en Munich para la Conferencia de Seguridad, que deje de apoyar a la candidata de AFD, Alice Wiedel, quien también viene recibiendo el respaldo del empresario trumpista Elon Musk.
Dos muertos por el atentado en Munich
Scholz ha manifestado su "profunda conmoción y tristeza" por este ataque y por la situación "inimaginable que están pasando los familiares" de las víctimas. "Mis más sinceras condolencias. El país llora con ellos", ha asegurado.
El sábado se ha conocido la muerte de una mujer de 37 años y de su hija de dos debido a la gravedad de las heridas sufridas en el atropello contra una manifestación del Sindicato Unido de Servicios en el centro de Múnich, atribuido por las autoridades a un solicitante de asilo afgano que ya ha confesado que fue un hecho intencionado.
Una portavoz de la Oficina Central para el Combate del Extremismo y el Terrorismo de la Fiscalía de Múnich, Gabriele Tilmann, ha revelado que el atacante gritó "Allahu Akbar", "Alá es el más grande" tras el ataque y habría reconocido en el interrogatorio que fue un ataque intencionado.
Ya se investigan las conversaciones en las aplicaciones de mensajería instantánea del teléfono del detenido.
"Sospechamos que el acto tiene motivos religiosos y se trata de un ataque contra el orden democrático básico libre", según ha indicado la Fiscalía Federal alemana en un comunicado emitido el viernes por la tarde en el que informa de que asume la investigación.
