Una familia británica se ha visto involucrada en un incidente insólito en el que se acusa a sus miembros de embarcar a una mujer de 89 años ya fallecida en un avión de la compañía EasyJet, que cubría el trayecto entre el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol y el de Londres-Gatwick, la aerolínea negó el acontecimiento.
El vuelo, programado para salir el pasado jueves a las 11:15 horas (10:15 GMT), experimentó un retraso de 11 horas y 15 minutos, según información de EFE.
Según testimonios de pasajeros y medios británicos, el incidente comenzó cuando los familiares de la mujer ayudaron a embarcarla en el avión, asegurando al personal de la aerolínea que ella se encontraba mal y había quedado dormida. Sin embargo, lo que parecía ser un malentendido sobre la salud de la mujer terminó por convertirse en una tragedia.
Fuentes de la citada compañía aérea aseguraron este sábado que la mujer estaba viva cuando embarcó en el avión y que el fallecimiento se produjo "después del embarque".
Las fuentes de Easyjet han asegurado que se permitió volar a la mujer "porque tenía un certificado médico que la habilitaba para viajar en avión y contaba con la asistencia de personal médico durante el trayecto".
"Fue solo después de embarcar cuando necesitó asistencia médica y, lamentablemente, falleció", señalaron las citadas fuentes, que han ofrecido el "apoyo y la asistencia" de la compañía a la familia y amigos de la pasajera "en estos momentos tan difíciles".
"El bienestar de nuestros pasajeros y tripulación es siempre la máxima prioridad de Easyjet, y pedimos a nuestros clientes comprensión en estas circunstancias", añadieron desde el aerolínea.
El incidente a bordo
El avión, que ya había comenzado a rodar por la pista, tuvo que dar la vuelta poco antes de despegar, después de que la tripulación de cabina fuera alertada de que la mujer había fallecido.
Según los testigos, el cuerpo de la anciana fue llevado en una silla de ruedas hasta la parte trasera del avión, donde fue ayudada a sentarse en su asiento por los cinco familiares, quienes se encargaron de levantarla. En ese momento, el personal del avión se dio cuenta de que la mujer ya no estaba viva.
Los pasajeros presentes en el vuelo relataron que los familiares de la mujer insistieron en que estaba "simplemente cansada" cuando se les preguntó sobre su estado de salud, lo que permitió que la mujer subiera al avión. Además, se citó un comentario de uno de los miembros de la familia, quien le dijo al empleado de embarque: "Está bien, somos médicos". Esta declaración aparentemente ayudó a que se permitiera el embarque, sin que se sospechara inicialmente que la mujer estaba ya fallecida.
Reacción de EasyJet y las autoridades
El vuelo, que debía partir de Málaga hacia Londres, se retrasó considerablemente, y los pasajeros quedaron sorprendidos por el retraso y el caos a bordo. La aerolínea EasyJet, por su parte, ha afirmado que la pasajera contaba con un certificado de aptitud para volar y que, según la información de la aerolínea, la mujer estaba viva cuando subió al avión.
Sin embargo, el incidente ha causado una gran conmoción entre los pasajeros y la opinión pública. Una de las pasajeras del vuelo, Petra Boddington, publicó en redes sociales su indignación, escribiendo: "EasyJet, ¿desde cuándo dejáis subir a personas muertas a los aviones? ¡En serio!".
dead
Repercusiones legales y familiares
El suceso ha generado una gran controversia, y se investiga si hubo negligencia por parte de la familia al permitir que la mujer subiera al avión en un estado ya de fallecimiento. Por ahora, no se ha informado de cargos oficiales contra los familiares, pero las autoridades están analizando el incidente.
Este trágico episodio pone de relieve las posibles complicaciones y dilemas éticos relacionados con los vuelos de personas con problemas de salud, especialmente cuando no se detectan a tiempo signos evidentes de que la persona ha fallecido. Las aerolíneas y las autoridades sanitarias podrían verse obligadas a revisar sus protocolos para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.