La presidenta del Museo Louvre, Laurence des Cars, se presentó este martes en el Senado de Francia para dar explicaciones por el robo que sigue sorprendiendo al mundo: la sustracción de nueve joyas de la Galería Apolo de la pinacoteca en unos ocho minutos.
Des Cars, la primera mujer al frente del museo más famoso del mundo, admitió el "fracaso" por el robo ocurrido a las 9.30 del domingo, contó que presentó su renuncia pero fue rechazada por el presidente Emmanuel Macron, y dio detalles de los planes de seguridad elaborados en los últimos años.
Sin embargo, reconoció que existen elementos “preocupantes de seguridad”. En ese sentido, reconoció que no se detectó con la rapidez suficiente la llegada del comando de ladrones que robaron las ocho joyas de un valor patrimonial "incalculable" porque el dispositivo de cámaras de protección exterior es insuficiente.
Pidió para mejorar la seguridad, entre otras cosas, que se instale una comisaría de policía en el interior mismo del museo, algo que permitiría una intervención más rápida de las fuerzas del orden en casos como el del domingo, cuando toda la operación se desarrolló en ocho minutos.
El balcón por el que accedieron los ladrones no es vigilado por cámaras
Aunque reconoció que "hay algunas cámaras" que vigilan el perímetro del museo que el año pasado recibió nueve millones de visitantes, dijo que ninguna cubría el balcón por el que los ladrones accedieron a la Galería de Apolo con un montacargas que llevaron en una camioneta, que pudo estacionar en el flanco sur del museo haciéndose pasar por unos operarios que hacían trabajos.
"Se nos ha infligido una herida inmensa", señaló Des Cars, quien insistió en que los dispositivos de seguridad existentes funcionaron correctamente, empezando por las alarmas, y que el personal actuó de acuerdo con los protocolos.
Agregó que tras el robo presentó su dimisión a la ministra de Cultura, Rachida Dati, pero el gobierno de Macron no la aceptó.
El relato del millonario robo: siete minutos de vértigo
La presidenta hizo un relato detallado de lo ocurrido, que empezó con la llegada de la camioneta que aparcó junto al museo a las 9.30 y cuatro minutos después dos ladrones rompieron el cristal de una puerta del balcón con una radial, lo que hizo que se activaran las alarmas.
Un empleado señaló la intrusión un minuto después y los cuatro agentes que estaban en ese momento en la Galería de Apolo, siguiendo los protocolos, comenzaron inmediatamente la evacuación de los visitantes.
A las 9.35 se dio aviso a la policía, pero las fuerzas del orden no llegaron a tiempo porque a las 9.38 los ladrones salieron por la misma puerta del balcón por la que habían entrado.
Los agentes de la empresa de seguridad del museo que salieron a perseguirlos consiguieron al menos, según el relato de la responsable, que no pudieran incendiar la camioneta para borrar pruebas.
Además, los ladrones perdieron en su precipitada huida una de las nueve joyas que habían sustraído, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, que se encontró en la vía pública con daños.
Des Cars insistió en que no quiere que se piense que ese robo era algo inevitable y que desde que asumió el cargo en septiembre de 2021 llamó la atención sobre "el estado de deterioro y de obsolescencia general del Louvre, de sus edificios y de sus infraestructuras", algo que había señalado ante la Asamblea Nacional en 2024.
Agregó que tras su llegada al cargo en septiembre de 2021 paró la reducción de efectivos destinados a la seguridad, que en cambio aumentaron un 5,5 % desde 2022.