El primer ministro británico, Keir Starmer, ha decidido destituir con efecto inmediato a Peter Mandelson de su puesto como embajador del Reino Unido en Estados Unidos, tras la revelación de su estrecha relación con Jeffrey Epstein, el magnate financiero estadounidense condenado por delitos de abuso sexual de menores.
La decisión fue tomada luego de la divulgación de nuevos correos electrónicos que sugieren que Mandelson defendió a Epstein, incluso sugiriendo que su primera condena fue injusta.
Mandelson y Epstein en una antigua foto
El escándalo Epstein
Jeffrey Epstein, quien fue arrestado en 2019 bajo acusaciones de tráfico y abuso sexual de menores, fue encontrado muerto en su celda en circunstancias sospechosas poco antes de que comenzara su juicio.
Su red de contactos e influencia se extendía a numerosas figuras poderosas en el ámbito político, empresarial y social. Epstein fue conocido por su estilo de vida lujoso y sus conexiones con políticos y celebridades de alto perfil, lo que contribuyó a un escándalo global que aún resuena en los titulares.
El vínculo de Peter Mandelson con Epstein, que se conoció a través de la filtración de correos electrónicos y otros documentos, generó un escándalo político en el Reino Unido.
Mandelson, quien había sido una figura influyente dentro del Partido Laborista y ocupó puestos clave durante el gobierno de Tony Blair, fue acusado de haber minimizado la gravedad de las acusaciones contra Epstein y de haber mostrado un apoyo público al financiero en el pasado.
En los últimos días, se reveló que Mandelson había calificado a Epstein como su “mejor amigo” y había intervenido para defenderlo durante el proceso judicial previo a su muerte.
A pesar de sus intentos de disculparse públicamente, la presión política fue insostenible, lo que llevó a la destitución de Mandelson como embajador en Washington.
La salida de Mandelson, que se considera un golpe significativo para Starmer, ocurre en un momento crítico para el liderazgo laborista, que enfrenta otros desafíos internos, incluidos escándalos fiscales dentro del partido.
FUENTE: El Observador
