Un tribunal español condenó a 433 años y once meses de prisión a un hombre argentino, por múltiples delitos sexuales contra 24 niños y una niña a los convenció para posar desnudos y llegó a cometer catorce abusos e incluso una violación.
Se trata del pederasta juzgado por captar a los menores a través del juego en línea Fortnite para hacerles capturas de pantalla mientras le mostraban sus genitales en una videollamada y que llegó a violar a uno de ellos.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid dio por probado un delito de agresión sexual con penetración a un menor de edad, catorce delitos de abuso sexual, muchos de forma continuada; 18 de embaucamiento, siete de elaboración de pornografía infantil y trece de ciberacoso.
Adicionalmente, el tribunal impuso al hombre de 45 años identificado por las siglas A.M.V. la libertad vigilada durante 10 años una vez que cumpla la pena de prisión, cuyo límite máximo está fijado en 20 años.
Además decidió que el condenado sea expulsado de España cuando haya cumplido las tres cuartas partes de la pena, acceda al tercer grado penitenciario o se le conceda la libertad condicional, con prohibición de volver durante diez años.
Por otro lado, deberá indemnizar al niño al que violó con 20.000 euros, además de otorgar compensaciones para otras víctimas de entre 3.000 y 10.000 euros.
El raid delictivo: cómo contactaba y engañaba a los menores de edad
El condenado, que nació en la provincia argentina de Córdoba, fue usuario del juego en línea Fortnite durante el año 2021, período en el que contactó con menores de 13 años que conoció a través del juego, con los que conversaba para ganarse su confianza.
Así, les compraba artículos para el juego o les daba 'pavos', que es la moneda que se usa para comprar cosas como pases de batallas, trajes o picos.
Una vez que los menores lo consideraban su amigo, el hombre, teniendo conocimiento de que estos eran menores de 13 años, contactaba con ellos a través de videollamadas, y por el sistema de audio del juego Fortnite, pidiéndoles que le mostraran y exhibieran sus genitales.
Entonces procedía a capturar las referidas imágenes de cada uno de los menores, a las que luego asignaba un nombre, utilizando para ello su teléfono móvil o bien su ordenador, y luego las almacenó en una carpeta a la que denomino 'angelitos'. Posteriormente, subió este archivo a una cuenta del servidor MEGA.NZ.
El juzgado de Getafe, en Madrid, ordenó el registro del domicilio del acusado tras recibir la primera denuncia, y allí encontró los archivos que exponían sus delitos.
El Tribunal también declaró probado que, en agosto de 2021, el condenado conoció en una playa nudista española a un menor que tenía 7 años y su madre, y desde el primer momento interactuó y jugó con el niño mientras obtenía la confianza de la mujer.
Uno de los días que coincidieron en la playa, el condenado se alejó con el menor y comenzó a realizar actos sexuales con el niño, que precisó de tratamiento psicológico.