El alcalde de Málaga, Francisco De la Torre, anunció este sábado que la ciudad ha decidido renunciar a ser sede del Mundial 2030, una competición que España organizará junto a Portugal y Marruecos. La decisión fue tomada debido a que las obras de remodelación del estadio de La Rosaleda, con un coste estimado de 270 millones de euros, representarían un riesgo para el club y un problema para la afición. Según De la Torre, "no merece la pena" llevar a cabo estas reformas si perjudican al Málaga CF y su hinchada.
El anuncio se hizo tras una reunión con representantes de las instituciones locales, como la Diputación malagueña, la Junta de Andalucía y la Federación de Peñas y Grada de Animación del Málaga CF, quienes son propietarios del estadio junto al Ayuntamiento.
De acuerdo con el alcalde, el aforo del estadio alternativo, el Ciudad de Málaga, sería de 12.500 espectadores, mientras que el club cuenta con más de 26.000 abonados, lo que haría inviable que los aficionados del Málaga CF pudieran asistir a los partidos. "Elegir entre el Mundial y el club, elegimos el club y la afición", aseguró De la Torre, subrayando que el club es "muy importante" para la ciudad y que desean que siga creciendo.
Además, el alcalde confirmó que se construirá un nuevo estadio en Málaga, en el actual emplazamiento de La Rosaleda o en otro lugar de la ciudad. "Queremos que haya un nuevo estadio, no será para el Mundial, pero lo habrá, es un compromiso firme", concluyó, destacando que esta decisión no responde a un interés económico, sino a lo que consideran lo mejor para la ciudad, el club y la afición.
El Mundial 2030 será organizado por España, Portugal y Marruecos, mientras que Uruguay, Argentina y Paraguay albergarán el partido inaugural de sus respectivas selecciones como parte de un homenaje al centenario de la primera Copa del Mundo, celebrada en 1930 en Montevideo.
