Después de varios días de negociaciones separadas con Rusia y Ucrania en Arabia Saudita, Estados Unidos anunció el martes que había alcanzado un acuerdo para detener los ataques en el Mar Negro dentro de una tregua más amplia que permita la paz. Sin embargo, el Kremlin incluyó una demanda entre sus condiciones que no figura en el acuerdo cerrado con Kiev: el levantamiento de las sanciones contra una serie de bancos rusos adoptadas tras la invasión al país vecino en 2022.
"Estados Unidos ayudará a restablecer el acceso de Rusia al mercado mundial de las exportaciones agrícolas y de fertilizantes, reducirá los costos de los seguros marítimos y mejorará el acceso a los puertos y los sistemas de pago para este tipo de transacciones", señaló la Casa Blanca en el comunicado en el que informó lo acordado con las autoridades rusas.
En su declaración, el gobierno de Vladimir Putin estableció más concretamente qué espera: pide que se revoquen las medidas adoptadas contra las empresas rusas que participan en el comercio internacional de alimentos y fertilizantes y contra el banco estatal agrícola Rosselkhozbank, sancionado por la Unión Europea (UE) en 2022 y desconectado del sistema bancario internacional SWIFT, así como las establecidas contra otras instituciones financieras.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que dijo en varias ocasiones en que no cree en la voluntad de Putin para cumplir con lo acordado, acusó por la noche a Moscú de intentar engañar a los mediadores al añadir nuevos términos. "Ya están intentando tergiversar los acuerdos y, de hecho, engañan tanto a nuestros mediadores como al mundo entero", afirmó en una conferencia de prensa. Este miércoles, insistió en que Rusia no está siendo sincera sobre el objetivo de alcanzar la paz, al reportar un ataque de 117 drones contra su territorio.
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Zelenski dio una conferencia de prensa para anunciar el acuerdo con EEUU
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La necesidad de recurrir a sus socios europeos
Durante la campaña, Trump dijo que pondría fin a la guerra en Ucrania en 24 horas, una promesa difícil de cumplir. Sin embargo, desde que asumió la presidencia ha emprendido una ofensiva para terminar con el conflicto desatado hace tres años por la invasión rusa. Esa postura implicó romper con el alineamiento incondicional que el gobierno de Joe Biden mantenía con Kiev, pero también negociar por su cuenta, dejando de lado a sus socios europeos.
"Levantar las sanciones a las instituciones financieras rusas y reconectar los bancos rusos a SWIFT no es tan fácil y requerirá el acuerdo de socios extranjeros", destacó Kimberly Donovan, directora de la Iniciativa de Política Económica del Centro de Geoeconomía del Atlantic Council.
"Si Estados Unidos levanta unilateralmente las sanciones a las instituciones financieras rusas, creará enormes problemas de cumplimiento para el sistema financiero mundial y los bancos estadounidenses que operan en todo el mundo", explicó la especialista, que señaló que SWIFT tiene su sede en Bélgica, que está dentro de la UE y por lo tanto tiene que cumplir con las medidas del bloque.
La Unión Europea, que está emprendiendo una política de rearme ante la postura adoptada por Trump de acercarse a Putin y poner en duda su compromiso con la OTAN, comunicó el miércoles que la condición para levantar sus sanciones será la retirada "incondicional" de las tropas rusas de territorio ucraniano.
La portavoz de la Comisión Europea Anitta Hipper dijo que, pese a no participar en las negociaciones en Arabia Saudita, la UE "tomaba nota" de su resultado. "Rusia debe demostrar ahora una auténtica voluntad política para poner fin a su guerra de agresión ilegal y no provocada", señaló. Bruselas sigue "dispuesta a apoyar los próximos pasos, junto a Ucrania, Estados Unidos y otros socios", añadió.
El compromiso de Rusia con la paz
Como parte de las negociaciones que ha mantenido hasta ahora con las partes, que incluyeron un tenso encuentro en la Casa Blanca con Zelenski que terminó casi a los gritos, Trump había logrado la semana pasada el compromiso de un alto el fuego por 30 días a las instalaciones energéticas. Ahora, la Casa Blanca aseguró que acordó tanto con Rusia como con Ucrania "desarrollar medidas" para prohibir estos ataques.
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AP
Moscú afirma que no ha golpeado este tipo de emplazamientos ucranianos desde el 18 de marzo, cuando el presidente estadounidense habló con Putin, pero Ucrania dice que es falso, aunque no ha publicado la lista de instalaciones golpeadas. Kiev considera que Rusia trata de ganar tiempo, rechazando un alto el fuego, para seguir avanzando militarmente sobre el terreno.
Trump, en tanto, reconoció tener dudas sobre el compromiso actual de Moscú un acuerdo de paz. "Creo que Rusia quiere poner fin (a la guerra), pero puede que esté dando largas", señaló el mandatario en una entrevista televisiva el martes por la noche.
"Lo he hecho a lo largo de los años: no quiero firmar un contrato, quiero más o menos seguir en el juego, pero quizá no quiera hacerlo del todo... no estoy seguro. Creo que a Rusia le gustaría que terminara, y creo que en este punto a Zelenski también le gustaría que terminara", declaró a Newsmax.
La disputa en el Mar Negro
Ante la disrupción en la cadena de suministros de granos, cereales y fertilizantes generada la guerra en Ucrania, que provocó un aumento de los precios a nivel mundial, en julio de 2022 se alcanzó un acuerdo para exportar estos productos de manera segura por el Mar Negro.
Rusia se retiró del acuerdo a mediados de 2023 con el argumento de que las sanciones financieras estaban impidiendo sus exportaciones y consideró que cualquier embarcación que se dirigiera a Ucrania era vista como un potencial objetivo militar.
Pero Kiev encontró nuevas rutas para sacar los granos del país y ha estado exportando bienes casi al nivel previo a la guerra. Por eso, algunos especialistas consideran que el acuerdo del Mar Negro, si se llega a implementar, no va a cambiar demasiado el equilibrio del conflicto.
"Ucrania ha conseguido sacar muchos de sus productos agrícolas a través del Mar Negro, y ha logrado atacar con éxito el transporte marítimo ruso, por lo que Rusia no utiliza el Mar Negro por el momento", dijo Jenny Mathers, profesora de política internacional en la Universidad de Aberystwyth a la cadena BBC. De todas formas, consideró que una tregua marítima le daría a Rusia una "gran ventaja", ya que actualmente está teniendo problemas para exportar su producción agrícola.