La inflación y los alquileres figuran entre las máximas preocupaciones de los estadounidenses, según las encuestas. Y Kamala Harris y Donald Trump lo saben. Mientras la candidata demócrata despliega una serie de propuestas para hacer frente a la suba de los precios, que achaca en gran parte al abuso de las grandes empresas, y para recortar impuestos a las clases medias, el republicano promete reducir regulaciones y aprovecha para responsabilizar a la actual vicepresidenta por la situación económica y la acusa de ser una "comunista total". Así, con cruces y chicanas ambos candidatos empiezan a delinear sus planes sobre la economía de EEUU.
"Como presidenta, me ocuparé de los altos costos que más importan a la mayoría de los estadounidenses, como el costo de los alimentos", declaró Harris el viernes en un acto de campaña en Raleigh, Carolina del Norte, en el que presentó parte de su programa económico. "Todos sabemos que los precios subieron durante la pandemia cuando las cadenas de suministro se cerraron y fallaron. Pero nuestras cadenas de suministro han mejorado y los precios siguen siendo demasiado altos", dijo,
"Mi plan incluirá nuevas sanciones para las empresas oportunistas que se aprovechan de las crisis y se saltan las normas, y apoyaremos a las empresas alimentarias más pequeñas que intentan cumplir las normas y salir adelante", añadió.
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Kamala Harris presenta su plan económico en Raleigh, Carolina del Norte
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Trump, por su parte, delineó parte de su visión económica para el país este miércoles en un evento en Asheville, Carolina del Norte: "Bajaremos los precios y haremos que Estados Unidos vuelva a ser accesible".
Esta semana, una encuesta del Financial Times junto a la Universidad de Michigan mostró por primera vez que la mayoría de los consultados (42%) confía en la demócrata por sobre el republicano (41%) para manejar la economía del país. Mientras que Trump mantuvo las cifras del relevamiento anterior, Harris registró siete puntos porcentuales más que Biden en julio, lo que refleja el impulso que representó para los demócratas el cambio en la fórmula presidencial.
"El hecho de que los votantes fueran más positivos con Harris que con Biden... dice tanto de lo mal que lo estaba haciendo Biden como de lo bien que lo está haciendo Harris", apuntó Erik Gordon, profesor de la Universidad de Michigan.
Inflación
Para hacer frente al aumento de los precios de los alimentos, la propuesta de Harris es trabajar junto al Congreso para promover una prohibición federal de la "manipulación abusiva" de los precios de estos productos por parte de las empresas. Para eso, quiere establecer "reglas claras" para que las grandes corporaciones "no puedan explotar injustamente a los consumidores para obtener ganancias excesivas".
A la vez, buscará que su administración tome "medidas enérgicas" contra las fusiones y adquisiciones que puedan permitir que grandes empresas alimentarias puedan aumentar los precios.
Aunque el equipo de la vicepresidenta no aclaró específicamente cómo llevaría adelante su política, algunos analistas advirtieron que podría implementar a un plan de control de precios, que la campaña de Trump dijo "que recuerda más a un régimen del tercer mundo que a los Estados Unidos". "Nicolás Maduro estaría orgulloso de la camarada Kamala", aseguró en un comunicado, en el que la calificó de "comunista total".
"El control de precios fue una estrategia que usaron republicanos y demócratas en los 60 y 70, pero ahora ya hay consenso de que son un fiasco", aseguró Stephen Moore, asesor de políticas de Trump, en un encuentro este viernes con El Observador USA y otros medios
El ex mandatario, por su parte, argumentó que la administración de Biden y Harris "rompió" la economía y dijo que una de sus estrategias para bajar los precios es "eliminar todas y cada una de las costosas regulaciones que matan el empleo", sin dar más detalles.
Además prometió bajar los precios de la energía a través del impulso de una mayor explotación de petróleo y gas y prometió dar marcha atrás con los proyectos de energías renovables aprobados por Biden. "Vamos a perforar, a perforar. Eso hará bajar los precios de todo", dijo el jueves.
El dato de la inflación de julio, que se desaceleró y alcanzó el 2,9%, su nivel más bajo desde marzo de 2021, generó alivio en la Casa Blanca y dio una señal positiva para que la Reserva Federal baje sus tasas de interés. En general, los precios subieron un 20% desde que Biden llegó al cargo. Desde entonces, aunque los salarios se han ido ajustando a la inflación, hubo una leve pérdida del poder adquisitivo, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.
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La inflación es uno de los temas que más preocupa a los estadounidenses
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Viviendas accesibles
Uno de los grandes pilares del plan económico de Kamala Harris es reducir el costo de los alquileres y facilitar en general el acceso a la vivienda. Para hacerlo, dijo que promoverá la construcción de tres millones de nuevas viviendas, ante la escasez del mercado, que hace a su vez que suban los precios.
Entre otras cosas, la demócrata propone dar un apoyo de 25.000 dólares para el pago inicial de los que quieren acceder a una vivienda por primera vez y garantizarles exenciones impositivas por 10.000 dólares.
Los incentivos fiscales para ayudar a comprar la primera vivienda también forman parte de la plataforma fijada por el Partido Republicano en su convención de julio, en la que prometieron además recortar "las regulaciones innecesarias que elevan los costos de la vivienda".
En sus actos de campaña esta semana, Trump prometió incluso utilizar tierras federales para la construcción de viviendas y hacer así frente a la escasez.
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Trump en un evento de campaña el miércoles en Asheville, Carolina del Norte
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Exenciones impositivas
Trump prometió ir más allá que en su mandato anterior en las exenciones impositivas, algunas de los cuales vencen en 2025. "Para lograr alivio económico a los trabajadores y las familias, haremos nuevos recortes impositivos", dijo este miércoles. "Eso es lo que logró que tengamos una gran economía", aseguró.
En 2017, con Trump recién llegado a la Casa Blanca, la tasa de impuestos corporativos se redujo del 35% al 21%, lo que fue uno de los cambios más significativos y permanentes de la reforma.
La campaña demócrata señala que el ex mandatario también quiere mantener las exenciones impositivas a las empresas y los más ricos del país, mientras que la vicepresidenta promete exenciones impositivas dirigidas a la clase media y trabajadora. Por ejemplo, quiere ampliar el crédito tributario por hijo para estas familias y establecer uno nuevo de 6.000 dólares para familias con niños en el primer año de vida.
La fórmula Harris-Walz quiere "proteger al consumidor y darle un respiro a los estadounidenses, mientras que la política económica de Donald Trump se basa en recortar impuestos a los más ricos, en beneficiar a la gente como él, prometiendo a sus grandes multimillonarios que si le dan un cheque les aprueba lo que quieran cuando sea presidente, porque él está dispuesto a vender este país al mejor postor", dijo María Carolina "Maca" Casado, directora de medios hispanos para la campaña demócrata, a El Observador USA.
Una propuesta en la que ambos coincidieron, sin embargo, es en la de recortar los impuestos sobre las propinas que reciben los trabajadores de servicios. Trump, de hecho, la acusó de robarle la idea.
De todas formas, los expertos alegan que una medida de este tipo sería complicada y muy costosa para el gobierno, ya que permitiría que trabajadores de mayores ingresos anotaran parte de sus ingresos como propina y eludirían impuestos de esa manera.
