La disminución de la tasa de natalidad preocupa al gobierno de Estados Unidos. Con los nacimientos en niveles históricamente bajos, la Casa Blanca evalúa alternativas para contrarrestar esta tendencia. En este marco, Donald Trump, quien hace un mes se autodenominó el "presidente de la fertilización", respaldó la propuesta de otorgar un "bono por bebé" de 5.000 dólares a los padres de recién nacidos.
Según datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2024 nacieron aproximadamente 3,6 millones de bebés en Estados Unidos, es decir, una tasa de natalidad de 1,626. Esto supone un leve aumento del 1% con respecto al mínimo histórico de 2023, cuando cayó a 1,6, frente a los 3,7 registrados en 1960. El pequeño repunte se debió al aumento de nacimientos de hijos de mujeres asiáticas e hispanas, mientras que las tasas disminuyeron entre las mujeres negras, blancas e indias americanas, según los datos de los CDC.
Este descenso, que no solo afecta a Estados Unidos, sino que se presenta como un fenómeno global, plantea serias interrogantes sobre sus consecuencias a largo plazo para la economía. La reducción en el número de nacimientos podría llevar al envejecimiento de la población, lo que provocaría una escasez de trabajadores jóvenes en las próximas décadas y afectaría la fuerza laboral del país. Además, este fenómeno aumentaría la presión financiera sobre los servicios de salud y las pensiones, ante una población cada vez más envejecida.
Donald Trump hace unas declaraciones a los periodistas a bordo del Air Force One - AFP.jpg
En ese marco, la Casa Blanca ha estado escuchando una serie de ideas en las últimas semanas para persuadir a los estadounidenses a casarse y tener más hijos. Según The New York Times, el pago de 5.000 dólares por nacimiento fue discutido por asesores cercanos al presidente, en reunión con académicos y activistas que promueven el pronatalismo. Además, otras ideas presentadas incluyeron la ampliación de los créditos fiscales por hijos, la financiación de la educación sobre el ciclo menstrual, para que las mujeres puedan entender mejor cuándo están ovulando y pueden concebir, y la reserva de espacios en programas federales como las becas Fulbright para personas casadas o con hijos.
“Me parece una buena idea”, dijo Trump la semana pasada, preguntado por un periodista sobre la posibilidad de entregar un bono como incentivo a las madres para tener hijos. Mientras tanto, voceros de la Casa Blanca dijeron que al momento no hay confirmada ninguna medida, pero reiteraron el compromiso de la administración con el fortalecimiento de las familias estadounidenses.
Pro-natalistas dentro del gobierno
Elon Musk y sus hijos.jpg
Las motivaciones detrás de estas ideas son numerosas y el grupo de personas que quiere ver nacer más bebés es amplio y diverso. El movimiento pronatalista, que considera que la caída de las tasas de natalidad en el mundo podría llevar a la extinción de la humanidad, ganó terreno en los últimos años, sobre todo en la derecha estadounidense. En esto tuvo mucho que ver el impulso y la difusión por parte de figuras del mundo tecnológico, como Elon Musk, y de representantes políticos, como JD Vance.
Durante la campaña electoral de 2024 tuvieron repercusión declaraciones del entonces candidato a vicepresidente JD Vance, que unos años antes, cuando competía por un lugar en el Senado se refirió a las demócratas como "mujeres solteras y amantes de los gatos" y sugirió que las personas con hijos deberían tener más poder que quienes no los tienen. En ese sentido, en enero de este año, durante su discurso en la Marcha por la Vida, una manifestación antiaborto, Vance dijo que quería “más bebés en los Estados Unidos” y más “hermosos hombres y mujeres jóvenes” para criarlos.
Por su parte, Musk es un ya reconocido pronatalista. En varias ocasiones, el magnate sudafricano y líder del DOGE compartió artículos que ponen en el centro del debate la natalidad y el futuro económico de EEUU, y él mismo, con 14 hijos, predica con el ejemplo. En 2021, ya advertía sobre el descenso de la natalidad en el mundo: "Si la gente no tiene más hijos, la civilización se va a desmoronar, recuerden mis palabras", señaló en una publicación de X. Y en septiembre de 2023 dijo: “Tener hijos es salvar el mundo”.
Más allá de la búsqueda por aumentar la población, el movimiento ha sido criticado por sus posiciones genetistas, relacionadas con la eugenesia, y su defensa de la familia tradicional como pilar de la sociedad.
MArcha por la vida. AP.webp
La Marcha por la Vida es una movilización anual de activistas antiaborto
AP
Divisiones dentro del movimiento
Aunque todavía no hay una política clara por parte del gobierno, los defensores del pronatalismo expresaron confianza en que los problemas de fertilidad se convertirán en una pieza importante de la agenda ejecutiva. Así, señalan el discurso de Trump en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) de 2023, en el que llamó a un "baby boom" en EEUU. “Quiero un baby boom. Apoyaremos los bonos por bebé para un nuevo baby boom”, dijo en su momento el republicano.
Aunque muchos defienden la necesidad de que las personas tengan más hijos, no siempre coinciden en la manera de lograrlo. Si bien en otros países se han probado diversas estrategias para aumentar la tasa de natalidad, aún no está claro qué tipo de políticas serán más efectivas para incentivar a las personas a tener más hijos, o si esas políticas realmente funcionan. Las discusiones sobre cómo abordar la situación han puesto de manifiesto las divisiones dentro del movimiento pronatalista y pro-familia.
Muchos conservadores cristianos consideran que la disminución de las tasas de natalidad y del matrimonio es una crisis cultural, producto de fuerzas políticas y mediáticas que, a su juicio, desvalorizan a la familia tradicional y fomentan que las mujeres prioricen el trabajo sobre la maternidad. Por eso es que su objetivo se centra en promover matrimonios más comprometidos y familias grandes, mientras que algunos, que se identifican estrictamente como "pronatalistas", buscan explorar una variedad de métodos, incluidas nuevas tecnologías reproductivas, para alcanzar su objetivo de aumentar la natalidad.
En este contexto, figuras como Musk, quien ha tenido varios hijos mediante fertilización in vitro (FIV), apoyan este procedimiento y otros métodos reproductivos. Sin embargo, muchos conservadores cristianos antiaborto mantienen serias reservas sobre la FIV, un proceso que fertiliza el óvulo de la mujer fuera del cuerpo y, a menudo, resulta en la pérdida de embriones humanos.
Proyecto 2025
Russell Vought y Donald Trump - AP.webp
Trump con Russell Vought, coautor del Proyecto 2025
AP
La Fundación Heritage es una gran impulsora de esta agenda. El Proyecto 2025, el plan político conservador que sirvió de ordenador para muchas de las políticas de la administración, inicia con un capítulo sobre cómo “restaurar la familia como pieza central de la vida estadounidense” e insta a que los padres desempeñen papeles tradicionales. Allí, el think tank de derecha propone investigar las "causas sanitarias y medioambientales de la infertilidad", al tiempo que expresa reticencias sobre la fecundación in vitro.
Jay Richards, el director del DeVos Center for Life, Religion, and Family de la fundación, dijo que luego de dos años de investigación, en las próximas semanas Heritage publicará un informe sobre cómo cree que la administración y el Congreso deberían contrarrestar el descenso de las tasas de natalidad y matrimonio. La “idea más nueva y audaz”, dijo Richards, es un plan de política que ofrece créditos fiscales a parejas casadas con hijos, en el que las familias reciben más dinero del gobierno por cada niño adicional que tengan.
Los líderes de Heritage esperan que la administración adopte un enfoque más amplio para combatir la infertilidad, alineado con el movimiento Make America Healthy Again, que es en gran parte liderado por Robert F. Kennedy Jr., el secretario de Salud. La idea, llamada Medicina Reproductiva Restaurativa, se centra en tratar las “causas de raíz” de la infertilidad, dejando la FIV como último recurso.
Algunos funcionarios de la administración ya han comenzado a implementar políticas que promueven familias más grandes. El secretario de Transporte, Sean Duffy, quien es padre de nueve hijos y tiene 10 hermanos, publicó un memorándum a principios de este año en el que prometió priorizar la financiación del transporte en áreas con tasas de natalidad y matrimonio más altas que el promedio. Varios analistas dentro del departamento dicen que la política podría resultar en menos dinero para el transporte urbano y más para autopistas y servicios de autos compartidos en áreas rurales.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo en un comunicado que Trump “está implementando con orgullo políticas para elevar a las familias estadounidenses”.
“El presidente quiere que Estados Unidos sea un país donde todos los niños puedan crecer de manera segura y lograr el sueño americano”, agregó. “Como madre, me enorgullece trabajar para un presidente que está tomando medidas significativas para dejar un país mejor para la próxima generación”.