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Cianobacterias: ¿cuánto tiempo puede pasar para que las playas vuelvan a ser aptas para baño?
La primera vez que se detectó la presencia de cianobacterias en las playas de la costa uruguaya fue en el año 2000, cuando la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) empezó a monitorear la presencia de las bacterias en conjunto con las intendencias departamentales.
El contacto con la floración de cianobacterias tiene efectos tóxicos leves, moderados y graves para la salud, según la Comisión Administradora del Río Uruguay: picazón, ardor, náuseas, irritación de mucosas, oídos, nariz y ojos; malestar digestivo, vómitos, diarrea, alergia, mareos; hemorragia hepática, insuficiencia renal, insuficiencia respiratoria y neumonía.
La presencia de la bandera sanitaria —roja con una cruz verde en el centro— a lo largo de la franja costera puso en alerta a quienes acostumbran bañarse en las playas contaminadas. No obstante, "mientras que las condiciones meteorológicas sigan siendo las mismas, a menos que un viento fuerte se las lleve, las cianobacterias van a seguir estando", explicó a El Observador la ingeniera química Jimena Risso, encargada de la dirección de la Unidad de Calidad y Control Ambiental de la Intendencia de Montevideo.
Esta no es una situación excepcional: "es muy complejo" eliminar la contaminación a corto plazo, según Risso, por lo que otros veranos hubo la misma cantidad de floración en las playas uruguayas. El plazo para que las playas queden limpias de cianobacterias puede variar de días a meses.
Por un lado, hay motivos circunstanciales no previsibles, que llevan a que la presencia de cianobacterias se incremente algunos años. Uno de ellos, dijo Risso, es el acontecer del episodio meteorológico El Niño, que se caracteriza por el incremento de la temperatura del agua y la caída de más lluvia.
Por otro lado, Uruguay comparte el agua de la Cuenca del Plata con Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina, y esta es una región caracterizada por el uso de fertilizantes. Cuando llueve, los excedentes de nitrógeno y fósforo son arrastrados a los cursos de agua que desembocan en el mar, aseguró Risso.
La "implementación de un programa sectorial de mejora del cumplimiento ambiental de vertimientos de origen doméstico (saneamiento) en toda la cuenca hidrográfica del río Santa Lucía y exigir la reducción del nivel de nitrógeno y fósforo" es uno de los objetivos del Plan de acción para la protección del agua en la cuenca del Santa Lucía, elaborado en julio de 2015 por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma).
A fines de diciembre de 2018 la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) financió un proyecto que busca la detección temprana de cianobacterias en el agua, encabezado por la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, el Centro Universitario Regional del Este (CURE) y la Intendencia de Montevideo. La comuna aporta los datos recopilados a las dos instituciones educativas, que intentarán anticipar la presencia de cianobacterias en la costa uruguaya, contó la ingeniera química.
Este proyecto "recién está empezando", por lo que no será posible contar con él antes de que culmine la temporada estival. Los únicos mecanismos con los que un bañista puede enterarse de qué playas están habilitadas, de momento, siguen siendo los mismos: la bandera sanitaria y el mapa de la intendencia, exclusivo de la comuna capitalina.
A partir de 2010, los guardavidas pueden colocar la bandera sanitaria cuando entienden que las condiciones del agua suponen un riesgo para la salud. En el caso de Montevideo, esta información es sistematizada y cargada al mapa interactivo publicado en el sitio web de la intendencia, que según Risso es actualizado "a cada hora, en la medida en que haya algún cambio de bandera".
