El problema no es Cristina ni Alberto, el problema ahora es Macri

Las repercusiones del resultado de las elecciones internas en Argentina en la economía del país vecino, pero también su impacto en la actividad local y regional

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16 de agosto de 2019 a las 15:16

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Argentina. Otra vez Argentina y su montaña rusa que, por esta vez, encuentra Uruguay menos vulnerable a su bipolaridad que en el pasado. Pero menos expuesto no significa exento de daño, porque si hay algo de lo que los países no pueden escapar es de sus vecinos.
Está claro que el cimbronazo inicial en los mercados provino del resultado electoral del domingo en las elecciones internas partidarias, cuando la fórmula kirchnerista Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner arrasó en las urnas y condicionó la gobernabilidad en el final del mandato de Mauricio Macri. 

Porque ahora lo que está en duda ya no es la reelección del presidente de centro derecha -que ya es virtualmente imposible-, sino que Macri tenga la fuerza suficiente para entregar el bastón de mando el 10 de diciembre.

Y ante ese escenario, la reacción de Macri transitó varios de los estados emocionales que caracterizan al duelo ante una tragedia personal y que no son demasiado aconsejables para un jefe de Gobierno, con obvias y negativas repercusiones en los mercados financieros y en la economía real.

La primera reacción el mismo domingo de elecciones y luego de que los circuitos ya habían cerrado, fue negación de la realidad: la divulgación de los datos oficiales se postergaron más de la cuenta, quizás esperando a que la tendencia lapidaria que ya marcaba el conteo se revirtiera o al menos se moderara.

Luego vino la depresión por la “mala elección” que presagia la inevitable derrota en octubre, y la ira, focalizada contra los electores. En ellos cargó la responsabilidad de la debacle de los mercados al día siguiente, por elegir una alternativa de gobierno que no cuenta con “credibilidad” internacional ni aporta garantías.

En el mensaje presidencial de este miércoles dejó entrever signos de aceptación de la realidad con un pedido de disculpas y el llamado a su rival Alberto Fernández con la búsqueda de devolver estabilidad a la economía, y el anuncio de un paquete de medidas para capear el temporal. 

Pero, procesado el duelo en los mercados por el inevitable retorno del kirchnerismo al poder, el camino escogido por el presidente para transitar el último tramo de su gobierno lo convierten a él en el principal problema. 

Ahora el temor de los mercados no está depositado en el eventual retorno de las medidas proteccionistas y poco amistosas con los inversores, sino en las medidas populistas que buscan ser un alivio para los argentinos más afectados por la crisis, pero no dejan de empeorar la situación en la que quedará una economía en crisis y con un déficit fiscal imparable.

Y el riesgo de default -otra vez el default en el horizonte argentino-, se refleja día a día en el riesgo país, que escaló a niveles cercanos a los 1.800 puntos.

¿Cómo afecta a Uruguay?

La economía uruguaya logró desacoplar algunos sectores del devenir argentino -el financiero, que fue el que precipitó la crisis de 2002, es el mejor ejemplo-, pero en otros no es tan sencillo. 

El cambiario es el más evidente porque es lo primero que percibe el ciudadano. El salto en el dólar de los últimos días respondió a la situación argentina, pero el Banco Central operó fuerte para evitar que la situación se aleje de los fundamentos que considera adecuados.

Además, si bien contener la suba y desacoplarse totalmente del país vecino tendría efectos nocivos en el plano comercial y turístico, permitir que el dólar se dispare siguiendo la trayectoria argentina no se corresponde con la situación económica local. De momento, el accionar de la autoridad monetaria busca mitigar las fluctuaciones bruscas. 

Turismo

En el plano turístico los argentinos siguen siendo los principales clientes con el 62% del total de 3,7 millones de visitantes que recibió el país en 2018 y un gasto de US$ 1.398 millones, que representaron el 64% del total de divisas que generó el sector.
Una devaluación del peso argentino, si no es acompañada por el peso uruguayo, determina que el país se encarezca como destino turístico lo que atenta contra un buen desempeño de la temporada de verano. Al mismo tiempo, la suba del dólar en Argentina incrementa el atractivo para que los viajeros uruguayos realicen turismo en ese país
 
En el plano comercial, Argentina representó el quinto mercado a nivel global con US$ 476 millones en compras de acuerdo a los datos del instituto Uruguay XXI, en particular bienes industriales como autopartes, celulosa y plásticos. 

¿Argentina puede bloquear la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea?

El Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y el Mercosur ya está negociado y cerrado, pero todavía no está firmado por los cuatro países del bloque regional.

De este lado del océano Atlántico, resta por delante la revisión legal del texto, la traducción, y, superadas esas etapas, se procede a la firma a nivel de los cancilleres de cada país para que luego cada Ejecutivo lo remita al Parlamento para su aprobación.

Con los tiempos actuales, esa cadena de eventos no se dará antes de que asuma el próximo gobierno argentino, que durante la era kirchnerista fue uno de los principales responsables de poner palos en la rueda para lograr un pacto, que se comenzó a negociar en 1999, y demoró 20 años en ver la luz. Además, el favorito en las elecciones de octubre, Alberto Fernández, se ha mostrado reacio a aplicar lo negociado por Macri. 

Entonces, ¿qué pasa si la responsabilidad de suscribir el acuerdo recae en un gobierno kirchnerista?
 
Desde la cancillería uruguaya entienden que si un país decide no ser parte, es decir, no firma el acuerdo que ya está negociado, los demás pueden decidir qué hacer. Si se resuelve seguir adelante, algo que se da por descontado en los casos de Brasil, Paraguay y Uruguay, el tratado “será sin un país del Mercosur”.

Esa es la posición de Valeria Csukasi, una de las principales negociadoras en representación de Uruguay como directora para Asuntos de Integración y Mercosur de cancillería.

Según su visión, la única limitación que existe en el seno del Mercosur es la que impide a los países negociar individualmente. Como la negociación ya se cerró con el acuerdo de los cuatro países, no existiría una violación al acta 32/00 del Consejo del Mercado Común

El tratado entre la UE y el Mercosur se sustenta sobre tres pilares, explicó el director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi: el económico-comercial, el político y el de cooperación.

Del lado europeo, el pilar político y de cooperación son de resorte intergubernamental, lo que significa que requieren la aprobación de forma individual de los 28 países de la UE. En tanto, el pilar económico-comercial es supranacional, por lo que entra en vigor luego de la revisión jurídica, la aprobación por parte de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo.

Por lo tanto, el capítulo más relevante para la región, que es el comercial, no correría riesgo de ser aplicado, aún sin la firma de Argentina.
 
Más allá de eso, desde cancillería estiman que si Argentina no llega a suscribir el tratado eso no sería un problema mayor, porque para la Unión Europea el mercado más interesante en la región es Brasil. 

 

Soy Álvaro Irigoitía, subeditor jefe de El Observador. Por comentarios o consultas podés escribirme a este mail.
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