Diego Battiste

¿Es esperable una recuperación del empleo impulsado por la construcción como dice Astori?

El ministro de Economía es optimista de cara al segundo semestre; en la industria ven posible una mejora “significativa” solo si comienzan las obras para la planta de UPM

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21 de mayo de 2019 a las 17:17

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El mercado de trabajo tuvo su peor arranque de año en más de una década. Al analizar el primer trimestre del año y compararlo con igual período de 2018 las conclusiones son claras: la sangría de empleo, lejos de detenerse, se agravó levemente.

En el promedio enero-marzo, la tasa de ocupación se ubicó en 56,9% de la población en edad de trabajar y la tasa de desempleo fue de 8,8%. Esto implicó una caída de dos décimas en los niveles de empleo, por más que la desocupación se mantuviera en los mismos niveles que en el arranque de 2018, de acuerdo con los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el jueves pasado.

Los niveles de ocupación del primer trimestre del año son los más bajos para ese período desde el año 2008 y los datos de desempleo, los más altos desde esa fecha.

La publicación de los datos de mercado de trabajo correspondientes a marzo coincidió con una entrevista que el mismo día concedió a Telenoche el ministro de Economía y Finanzas Danilo Astori. Como en la mayoría de sus apariciones públicas, el jerarca se preocupó en trasmitir qué está haciendo el gobierno para tratar de revertir la situación.

Dijo que su equipo de trabajo está “poniendo el acento” en “el corazón de los problemas económicos” que tiene el país, y que asoció a la caída de la inversión y a sus efectos negativos sobre el empleo. Al mismo tiempo, se mostró confiado en que los estímulos diseñados en los últimos dos años para distintos sectores de la economía con el objetivo de dinamizar la actividad privada comiencen a dar sus frutos.

 “Estoy seguro que van a empezar a dar resultados concretos en los próximos tiempos. (…) Digo ya, en la segunda mitad de este año. Estoy hablando de inversión privada, de estímulos que van directamente a generar atractivos que antes no existían sobre la inversión privada, sobre las pequeñas, medianas y microempresas”, apuntó.

Astori destacó en particular a la industria de la construcción, que si bien no es la única que ha recibido estímulos, definió como la “más potente”  desde el punto de vista de su capacidad para crear empleo. En su razonamiento mencionó como “una buena noticia” que la inversión en maquinaria y equipos de esa industria creció 30% en 2018 respecto al año anterior (ver recuadro). “Eso se va a empezar a ver ahora, sin dudas”, afirmó.

“En términos de cifras yo no puedo dar un pronóstico, pero me resulta un aliciente enorme saber que el 30% de aumento se ha concretado en estos tiempos”, dijo. Junto con ello mencionó que además de las inversiones en obras de infraestructura vial y ferroviaria,  hay en negociación otras 14 obras PPP en infraestructura de educación, ambiental y vivienda  por un total de US$ 1.950 millones.

La visión de los privados

¿Cómo se ve la situación desde la industria? En diálogo con El Observador el presidente de la Cámara de la Construcción, Diego O´Neill señaló que en la medida que no arranquen las obras para la segunda planta de UPM no se visualiza una recuperación del empleo en el sector que pueda verse como significativa.

“Es cierto que en el segundo semestre empezará el ferrocarril central, probablemente empiece alguna de las PPP educativas que pueden generar ocupación, pero no son cifras que vayan a volcar la balanza de una manera significativa. Lo que realmente generaría un cambio es la concreción y el inicio de los trabajos preliminares de UPM 2”, afirmó.

Por otro lado, el empresario señaló que hay alrededor de 10 proyectos inmobiliarios de gran dimensión en Maldonado que están en curso y hay otros que pueden empezar en el transcurso del año. Desde su punto de vista, eso puede dinamizar en algo la actividad en el departamento y colaborar a que haya algo más de ocupación, pero “tampoco es un cambio muy grande”, precisó.

En este caso se trata de iniciativas que tienen exoneraciones del gobierno nacional y departamental. En marzo de este año, la intendencia de Maldonado informó que una vez estén  en plena actividad un conjunto de 21 obras privadas ya autorizadas a levantarse en la zona, se emplearía a 4.400 operarios durante tres años.  

El departamento esteño registró en 2018 niveles mínimos de ocupación en obra, que en promedio anual rondó las 3.900 personas. No se registraba una cifra similar desde 2006.

En todo el país, el promedio de personal directo en obra fue de 44.500 personas el año pasado y para 2019 se esperan números muy similares. El último dato a febrero mostró que la mano de obra ocupada era de 43.500 personas.

La composición de la inversión en la industria de la construcción durante los últimos 10 años muestra que la inversión pública representa alrededor de 30% y la inversión privada en vivienda un 20%. La otra mitad es inversión privada en áreas como celulosa, energías renovables, obras industriales, logística, depósitos y agroindustria, entre otros. “Eso es lo que está más caído. No hay nada en el horizonte, excepto UPM que muestre que va a haber una reactivación de la inversión privada distinta a la de vivienda”, señaló O´Neill.

Maquinaria y equipos
La importación de maquinaria y equipos del sector construcción creció 30% en la comparación interanual y alcanzó los US$ 158 millones en 2018, según datos publicados por Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción.
Topadoras, niveladoras y palas mecánicas representaron el 36% del total de las importaciones con un crecimiento de 23%. En tanto, la importación de hormigoneras, mezcladoras y maquinaria de cantera creció 123% y representó el 16% de las importaciones. La evolución de estas partidas se asocia principalmente al dinamismo de las obras viales en los últimos trimestres, se explica.
También se destaca un incremento en las importaciones de  materiales de andamiaje y encofrado, vinculado a obras de arquitectura, que representaron 11% del total. Si bien el crecimiento es grande (694%) con US$ 17,6 millones, la base de comparación de 2017 es muy baja. A raíz de este incremento, esta partida se encuentra tan solo un 10% por debajo del máximo registrado en 2013.

 

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