"Me saqué un elefante de encima"

"Si no cambian las condiciones políticas, no voy a seguir en la comisión de seguridad. Me saqué el elefante de encima de los hombros y volveré a los estadios a ver fútbol y no mirar para la tribuna", indicó Sanguinetti en diálogo con A Fondo de AM 1010.

Consultado acerca de las entradas que se encontraron en el auto del barra del club al cual le efectuaron 35 tiros en la jornada del martes, explicó: "Las entradas las imprime Redpagos, Peñarol no imprime entradas. No es solo preocupación de Peñarol, sino también de Redpagos. Peñarol no tiene papel de entradas ni máquina de imprimirlas. Las entradas hasta por temas de seguridad se decidió que se vendieran en Redpagos y la gente va a canjearla o comprarla allí. Sale con fecha, con partido, con número de emisión y si es socio, con número de socio".

Según comentó Sanguinetti, "la fisura no está en Peñarol, que se investigue. El club no tiene acceso a entradas. Las puede comprar, pero eso aparecería en el sistema de Redpagos. Si aparecen en un auto y yo que sé..."

"No hay legislación"

El encargado de la comisión de seguridad aurinegra, explicó además que no existe legislación respecto a regalar entradas.

"Si regalara 7 mil entradas o todo el estadio, nadie me podría decir nada porque no hay delito, no está tipificado. No hay legislación. Si faltará trabajar que si mañana el presidente Damiani decide regalar 55 mil entradas para que la gente vaya al estadio, nadie le puede decir nada".

Además sostuvo que "todos los grupos lo sabían que hasta el campeonato pasado, Peñarol entregaba una lista con 25 colaboradores que ingresaban a la tribuna. Cambiaban en todos los partidos porque había gente que venía o no. A sugerencia de (el representante del personal de recaudación José Luis) Otero, ese sistema se cambió. Fue una reunión consensuada. Gonzalo Massa (de la AUF), Otero, Telias y yo. Lo único que cambió es que la lista no se hizo más. En una de las puertas se juntaba la gente y Peñarol se hacía cargo para que nos dieran una mano".

"Los integrantes de la seguridad privada no están entrenados para trabajar en espectáculos de alta densidad, por eso no entran a la Ámsterdam", agregó Sanguinetti.