Leonardo Carreño

¿Qué está pasando con el dólar y por qué inquieta tanto?

Cada vez que la cotización del billete verde se dispara, los uruguayos suelen ponerse nerviosos

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09 de mayo de 2019 a las 14:00

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El dólar es esa variable omnipresente cuando el uruguayo medio habla de economía. No es la inflación, no es el déficit fiscal, no es un punto más o menos de desempleo lo que nos acapara las charlas cotidianas, los asados o los cumpleaños cuando salta sobre la mesa un tema que nos pega en el bolsillo.

La diva es el dólar. Y es así porque nuestra forma de pensar está dolarizada. Vemos precios en dólares todos los días, los electrodomésticos se compran en dólares, los planes de vacaciones se hacen en dólares, los inmuebles y los autos se compran en esa moneda, Netflix, Spotify y hasta hace no mucho tiempo Uber los pagábamos con billetes verdes. Y seguramente también ya hiciste la cuenta de cuánto ganás en dólares.

Por eso cuando ves que el dólar sube sentís que tu salario baja, y cuando el dólar baja te vienen ganas de cambiar todos los electrodomésticos o hacer ese viaje que venís postergando hace tiempo.

Ahora el billete verde dio un salto pronunciado en los últimos días que lo llevó a verderse en ventanillas de casas de cambio a $ 36 y generó inquietud. Aunque se trate de números, de cálculos fríos, lo que está detrás de ese salto son decisiones económicas ligadas a un sentimiento básico que mueve a cualquier persona, y más a los inversores: el temor. En este caso a perder plata.

No es la política monetaria de la Reserva Federal (Fed), que en definitiva es quien imprime los dólares y decide qué cantidad y a qué precio los suelta en el mercado global lo que está incidiendo hoy. Tampoco son las tensiones entre Estados Unidos y Rusia, ni el humor con que se levante Donald Trump cada mañana a tuitear en contra de China y su política comercial -aunque pueda explicar algún punto de volatilidad diaria-, ni la crisis turca o la lenta salida de Brasil de la recesión.

La fuente de ese temor, como tantas otras veces, es Argentina.

El riesgo de que Cristina Kirchner confirme su candidatura y logre arrebatarle a Mauricio Macri la presidencia llevó a inversores de todo el mundo a reducir la exposición al riesgo regional, y en ese paquete entra Uruguay. Pero ya no se trata solo de los resultados de las encuestas que tienen a la expresidente bien posicionada de cara a las elecciones de octubre; es también la incertidumbre sobre la deriva económica del gobierno de Macri, que no logra encaminar la recuperación aún con la masiva inyección de dólares del Fondo Monetario Internacional.

En lo que va del año el dólar en Uruguay saltó casi 8% en el mercado mayorista. Comenzó el año a cerca de $ 32,5 y ahora cotiza a cerca de $ 35. Más de la mitad de esa suba se dio a partir de abril (4,5%).

¿Por qué ahora si Argentina procesó su fuerte devaluación a comienzos de este año?

Porque el temor de los inversores extranjeros que compran deuda emitida en monedas locales comenzó a materialiarze, al menos en Uruguay, con cierto rezago y a influjo de las noticias electorales argentinas.

También juega el componente uruguayo. El déficit fiscal elevado -cerca de 4,5% del PIB, el peor nivel desde la crisis de 2002- y las incertidumbres que genera un año electoral que ya se vive con mayor intensidad, lleva a los que apuestan dinero al país a tener dudas y reducir su exposición a Uruguay.

Una suba fuerte, después de Argentina

El gobierno dice permanentemente que la economía uruguaya se desacopló de la argentina, pero en el turismo, unos de los principales generadores de divisas con más de US$ 2.000 millones por año, el principal emisor sigue siendo el país vecino.

Por eso en materia cambiaria, estar demasiado desfasados de los que pasa del otro lado del río nunca fue bueno para Uruguay. Por otra parte, Brasil sigue siendo el segundo mercado de bienes uruguayos, y lo que pasa del otro lado de la frontera también es relevante.

En los últimos 12 meses el dólar nominal subió 12% en Brasil y 105% en Argentina. No obstante, si se corrige el dato argentino por la inflación, que rondó 50% en 2018, la suba real del dólar se ubica cercana al 50%. Uruguay, en tanto, procesó un aumento del dólar en el mismo período del 20%. O sea, ni pegado a Argentina ni acoplado a Brasil, pero por el camino del medio para que los desequilibrios regionales no dejen a la economía local en falsa escuadra. Pero en los hechos, hoy Uruguay está más caro para los argentinos y eso es un desestímulo para que vengan a veranear. El Índice de Tipo de Cambio Real de El Observador, que mide la variación del dólar considerando también la inflación de cada país, se deterioró 21% en el último año frente a Argentina. Estamos bastante más caros medidos en dólares.

Ahora bien, ¿eso explica que el dólar suba?

No, pero explica que ante las presiones para que suba, el Banco Central, que es el regulador del mercado y el que debe mantener girando "los platitos chinos" como decía su expresidente Mario Bergara, deje que eso suceda.

El humor del inversor

Lo que hoy explica que el dólar suba son las necesidades de billetes verdes que tienen los grandes operadores del mercado: bancos y AFAP.

En los últimos días se dieron elevadas demandas de dólares por parte de agentes institucionales como las AFAP que llevaron a que la oferta fuera insuficiente e hiciera subir el precio. La forma que tienen de adquirir esos dólares es el mercado spot mayorista, en particular el que opera en la Bolsa Electrónica de Valores (Bevsa).

Las AFAP están comprando dólares porque hay una corriente de inversores del exterior que están vendiendo títulos uruguayos emitidos en pesos. A las AFAP le sirve comprar esos títulos porque tienen objetivos de inversión a largo plazo que no se mueven con los vaivenes del mercado y los incorporan en sus portafolios hasta su vencimiento. Los inversores del exterior quieren recibir dólares por títulos que están emitidos en pesos. La única forma de hacer eso es a través del mercado mayorista de monedas. Ahí es donde entró en juego el Banco Central para atender esa sobredemanda con dólares que tiene en sus reservas y fijar un techo al precio del dólar.

Las AFAP y algunos bancos privados están aprovechando el flujo vendedor en particular de dos títulos: el bono global nominal con vencimiento en 2022 y el que vence en 2028. Entre los dos títulos suman una liquidez equivalente a US$ 2.350 millones y en su colocación quedaron atomizados en varios tenedores. Eso es mucho para un título uruguayo en pesos nominales, y los inversores del exterior que lo tienen en sus portafolios lo están vendiendo a razón de US$ 10 millones a US$ 15 millones por día, según agentes del mercado. En una plaza cambiaria mayorista que en lo que va de 2019 operó en promedio US$ 32 millones diarios, ese volumen extra es significativo.

¿Quiénes son los que venden?

Hasta hace dos años había un fondo mutual de Estados Unidos, Franklin Templeton, que tenía fuertes posiciones en títulos uruguayos en moneda local superiores a los US$ 1.000 millones y cada vez que decidía mover esos activos era capaz que generar efectos sobre el mercado local. Pero esa entidad deshizo sus posiciones y ahora los movimientos son de inversores de menor porte, con algunos millones en títulos uruguayos en sus carteras.

¿Por qué el Banco Central frena la suba vendiendo dólares?

Si bien a la autoridad monetaria le sirve que el dólar suba para recortar la brecha abierta en particular por la devaluación argentina, un alza con volatilidad o demasiado pronunciada, en año electoral, también es contraproducente por dos motivos.

El primero, si el dólar sube los productos importados se encarecen y eso impacta en la inflación.

Segundo y como se dijo al principio, es habitual que los uruguayos hagamos el cálculo mental de nuestros ingresos mensuales en dólares. Si el dólar sube, da la sensación de que te vas "empobreciendo" en dólares. Eso incluso en un contexto en el que el grueso de tus gastos los tengas en pesos y con la inflación contenida, lo que hace que no impacte necesariamente en tu nivel de consumo. Pero el efecto psicológico está, y al gobierno no le sirve que te sientas así en un año electoral.

Leonardo Carreño

De aquí que el BCU esté tan activo en los últimos días para contener la disparada y respondiera esta semana con fuertes ventas. Sin ir más lejos, este martes colocó US$ 105,2 millones en un mercado que operó por US$ 126,6 millones para contener la depreciación del peso uruguayo.

En tanto, este miércoles toleró una leve apreciación (de 0,17%), que dejó el promedio mayorista  en $ 35,05. La operativa total fue por US$ 57,9 millones; de ese total, el BCU vendió US$ 34,4 millones, es decir, casi el 60% del total. La actitud más agresiva del BCU para contener la suba del dólar es evidente: en lo que va de mayo ya desembolsó US$ 242 millones de sus reservas. 

En síntesis, hoy es Argentina el motor del dólar y así lo seguirá siendo posiblemente el resto del año. Pero si llegaste hasta acá con la esperanza de saber qué va a pasar con el billete verde en el futuro, lamento decirte que todavía no encontré nadie que conozca esa respuesta.

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