¿Qué hacer con tu celular en un país donde se tiran a la basura 30.800 toneladas de residuos electrónicos?

Hace dos semanas, Movistar instó a la población a depositarlos en urnas instaladas en 100 sucursales de todo el país. Decenas de uruguayos se sumaron a la campaña y, además de viejos teléfonos, han dejado baterías.

Estos celulares se llevan luego a Werba, una empresa dedicada al reciclaje de residuos electrónicos. “Nosotros les extraemos la batería, a la que se le saca el litio, entre otros metales. Luego, el resto del smartphone es triturado y enviado al exterior para la recuperación de los metales preciosos que contiene”, contó a Cromo Nicolás Werba, uno de los administradores de la compañía.

Por cada kilogramo que acumulen, la operadora promete plantar un árbol. “El objetivo es llegar a 1.000”, dijo Fernando Leis, director de Marketing de Movistar. ProÁrbol, una institución especializada en plantaciones, trabaja en conjunto con Movistar para llevar adelante la experiencia y está evaluando cuál es la mejor zona del país para colocarlos.

“Lo que queremos fomentar es que los teléfonos obsoletos no queden en las casas ni terminen en una volqueta”, declaró Leis.

Además de Werba, en Uruguay las empresas New Life, Pedernal y Triex trituran celulares. Ruben Martínez, gerente comercial de Triex, contó a Cromo que del celular se obtienen “decenas de materiales”, como plomo, cadmio, mercurio, cobre, estaño y zinc.

Luego de este proceso, los envían a plantas de Japón y Estados Unidos que se encargan de “purificar” aun más estos materiales para que vuelvan a ser utilizados en un nuevo proceso de fabricación.

Antel ha sido pionera en el rubro. Desde 2012, con el apoyo del Ministerio de Industria, Energía y Minería, recolecta celulares, baterías y cargadores en desuso. Según supo Cromo, hay buzoneras en varias sucursales de Montevideo.  El material que reúne se acopia en el Cerrito de la Victoria, en un contenedor ubicado sobre piso de hormigón con el objetivo de no contaminar el ambiente.  

En Claro, en tanto, se han reciclado  en lo que va de 2019 cerca de 2.000 teléfonos en desuso o que intentaron comercializar pero presentaban algunas fallas. Si bien no tienen una buzonera, un usuario puede ir a cualquier sucursal y dejar el teléfono. “Lo que hacemos es enviarlos a empresas que los reciclan. Esos equipos se envían al exterior donde algunos desguazan, reutilizando sus partes como repuestos”, comentó Sebastián Aguiar, gerente de Marketing de Claro.

Los representantes de New Life contaron que pueden recibir directamente en su planta estos celulares de parte de los usuarios. Los interesados pueden visitarla –está en La Unión (Lindoro Forteza 2688)— y entregarlos "sin costo".

En Uruguay no hay cifras de cuántas toneladas de smartphones se reutilizan. Pero sí de los dispositivos electrónicos en general. Compromiso Empresarial para el Reciclaje, una asociación civil uruguaya que investiga la gestión de residuos de las empresas uruguayas, muestra que en el último año se generaron 30.800 toneladas de electrónicos. “Este dato comprende desde un celular a un lavarropa”, comentó Federico Baraibar, director de esta organización. El reciclaje va en aumento: solo Triex gestiona 120 toneladas por año.

La opción de la cooperativa ecológica

La Cooperativa para el Reciclaje de Componentes Electrónicos (Crecoel) recibe residuos de empresas a las que les cobra por metro cúbico por cada material que le envían. Si un usuario quiere que su viejo teléfono sea debidamente reciclado, no se le cobrará. Raúl Rodríguez, el hombre que “lidera el barco” de este emprendimiento, contó que por mes recibe 20 celulares. Lo que resulta útil lo comercializan a Werba y lo que no sirve va a parar al relleno sanitario.

Hay una camioneta que recorre Montevideo casi todos los días en busca residuos electrónicos. Rodríguez dijo a Cromo que los interesados en deshacerse de sus dispositivos deben llamar a la Organización San Vicente “Obra Padre Cacho”, donde funciona la cooperativa, para coordinar a quién le dejan el smartphone en cuestión (2215 0836). Si son pocos dispositivos, no les cobran la mano de obra.

Los principales actores de la industria recomiendan no tirarlo a la basura, ya que su contacto con la tierra es muy contaminante.

“Si bien se encuentran en pequeñas cantidades, en el conjunto de los aparatos electrónicos los compuestos pueden generar acumulaciones problemáticas”, comentó a Baraibar. Consideró que la contaminación se agrava porque los celulares son pensados para durar poco tiempo. “Muchas marcas ya ni se molestan en colocarles tornillos para facilitar que se repararen”, dijo.