¿Qué hizo el fútbol para controlar la violencia dentro de los estadios?

Inversión en tecnología y recursos humanos, derecho de admisión, código disciplinario más severo y un compromiso de los clubes, brindaron un entorno más seguro en las canchas; así y todo no alcanzó para evitar nuevas muertes en las afueras

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17 de diciembre de 2019 a las 05:04

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El ultimátum que le dio el presidente Tabaré Vázquez al fútbol el 13 de diciembre de 2016 a través de un decreto presidencial para controlar la violencia en el fútbol, terminó de cerrar en ese momento un año y medio de marchas y contramarchas para la instalación de cámaras de seguridad en los estadios de fútbol. Con aquella decisión quedaba establecido un marco de seguridad diferente para el deporte, con un antes y un después para la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). 

Desde marzo de 2017, cuando se inauguraron las cámaras, el fútbol uruguayo ingresó en un nuevo nivel de seguridad para el público, que se apoyó en cinco pilares: cámaras de identificación facial, registro de cada uno de los espectadores (las entradas se sacan con cédula de identidad), derecho de admisión, códigos disciplinarios deportivos más severos y aumento de recursos humanos para las tareas de prevención y seguridad.

Todo esto se desarrolló en el marco de un compromiso de los clubes y de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que tuvieron que actualizar sus estructuras a las nuevas exigencias.

A pesar de ello, este domingo un hincha de Nacional fue asesinado durante los festejos, en la calle. El fútbol sumó un muerto más, y se corre el riesgo de caer en el lugar común de que en el fútbol “sigue todo igual”. Y en realidad, mucho ha cambiado en torno a la seguridad en el fútbol en los últimos años. Así y todo, esta vez no alcanzó.

Leonardo Carreño

Los cambios

En infraestructura, entre junio 2015 y marzo 2017, el primer llamado a licitación y la compra de las cámaras, pasaron de presupuestos que iban de US$ 4,5 millones a US$ 10 millones en la primera oferta hasta llegar a la compra final que para la AUF tuvo un costo de US$ 1.150.000, confirmaron desde la Asociación.

La AUF compró cámaras fijas para el Estadio Centenario, equipos móviles y un centro de monitoreo que se instaló en el Ministerio del Interior. Estas cámaras fueron proyectadas para utilizar durante siete años, hasta 2024.

Además, Nacional y Peñarol instalaron cámaras de identificación facial en sus estadios. Los costos corrieron por cuenta de las instituciones.

Carlos Pazos

La inversión de la AUF se financió con dinero de FIFA y con dinero de la AUF. ¿Cómo recuperó la Asociacion el dinero que invirtió? Con una tasa de seguridad de un dólar incluida en el valor de cada entrada. En setiembre de este año fue eliminada esta tasa. Las cámaras están pagas.

Actualmente las cámaras no tienen más costos para la AUF que US$ 72.000 por año de mantenimiento y la logística ($ 50.000 por partido) para instalación de las cámaras móviles en el resto de las canchas.

Entradas nominadas

Con las cámaras de reconocimiento facial, la AUF avanzó otros casilleros: la implementación de entradas nominadas (no se venden sin cédula de identidad) y aplicó el derecho de admisión.

Carlos Pazos

La “lista negra” de espectadores que no puede ingresar a escenarios deportivos actualmente está integrada por 780 personas, confirmaron desde la AUF a Referí. De ese número, 690 son provenientes de acciones violentas relacionadas con el fútbol.

Sanciones más duras

En el proceso para implementar medidas para contener a los violentos, la AUF había dado los primeros pasos en 2014, cuando aprobó el nuevo código disciplinario impulsado por Conmebol, que introdujo la responsabilidad objetiva, con sanciones más severas para los clubes.

Entre las sanciones se incluye multas, quita de puntos y hasta la desafiliación en caso de reiteración de situaciones graves.

Hasta la implementación del nuevo código, los clubes no tenían responsabilidades por los actos de violencia.

Diego Battiste

Los dirigentes de Nacional y Peñarol fueron los que ofrecieron mayor resistencia a este cambio, pero terminaron accediendo al nuevo marco regulatorio.

Diego Vila

Desde entonces, los clubes son responsables en caso de actitud pasiva o no cumplimiento de las indicaciones de seguridad de la Policía y están obligados a ayudar en la identificación de hinchas violentos. Por ejemplo, son sancionados por la utilización de bengalas por parte de sus hinchas. Esto último fue lo más difícil de controlar. Además, son responsables de los incidentes que se produzcan en las inmediaciones (no está incluido el caso de este domingo).

Recursos humanos

La AUF profesionalizó la gestión en el área de seguridad en enero de 2017, tras el decreto de Vázquez, y contrató un equipo de tres personas que está comandando por Rafael Peña.

La incorporación de estos funcionarios generó avances importantes para el fútbol, explicaron desde la Asociación, porque los funcionarios que se encargan de esta tarea tienen experiencia en el trabajo de inteligencia, por su pasado como funcionarios policiales.

Diego Battiste

Al mismo tiempo, los equipos de Primera División del fútbol profesional tuvieron que presentar un equipo de seguridad exclusivo que trabaja en coordinación con la AUF. Los clubes de Segunda División tienen un coordinador por institución.

Un clásico histórico

Todos los cambios que instrumentó el fútbol generaron un nuevo escenario que se vio reflejado en el hito que un clásico Nacional-Peñarol se pudiera jugar en el estadio de uno de los equipos.

Diego Battiste

En un acontecimiento inédito e impensado en otros tiempos del fútbol local, el 12 de mayo se enfrentaron por el Torneo Apertura. El costo de aquella experiencia fue altísimo, Peñarol dedicó en forma íntegra la recaudación del clásico, hubo lugar solo para 2.000 hinchas de Nacional y se montó un operativo de seguridad desde el viejo aeropuerto de Carrasco hasta el Campeón del Siglo con transporte para trasladar exclusivamente a los hinchas albos y 1.000 efectivos, como nunca había sucedido en un estadio que no fuera el Centenario.

Por el mismo partido en el Estadio, en el Intermedio y el Clausura a Nacional le quedaron de ganancia US$ 150.000 por cada encuentro, incluyendo en los gastos el operativo de seguridad.

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