“Si me procesan, tiene que ir en cana toda la plaza financiera”

El exsocio de Hermida, indagado por lavado de dinero, dijo a El Observador que cumplió con la ley

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25 de marzo de 2015 a las 17:23

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El empresario Sergio Hermida fue procesado el año pasado por lavar dinero de narcotraficantes peruanos. La Dirección General de Información e Inteligencia considera que el exsocio de Hermida, Gonzalo Núñez, fue su cómplice. Por ello, lo llevaron al juzgado para que explique una serie de operaciones financieras.

Luego de declarar como indagado ante el fiscal y el juez, Núñez aseguró en una entrevista con El Observador que la acusación de Inteligencia es “un disparate”, que él cumplió con la ley, que actuó siempre “con profesionalidad” y “buena fe” y que, “si llega a prosperar en la Justicia la acusación de la Policía, queda indefensa toda la plaza financiera uruguaya”.


Núñez es un financista de 39 años con más de dos décadas de experiencia en el rubro, que fue socio de Hermida entre octubre de 2006 y marzo de 2008. Tenía 30% de las acciones del cambio Shernu, y Hermida el 70%.

En junio del año pasado, el juez Néstor Valetti determinó que “desde marzo del año 2006 hasta mediados del 2007, Hermida recibió más de 250 transferencias por importantes sumas de dinero, procedentes desde la República del Perú (...) para el lavado de activos, producto de las actividades criminales vinculadas al narcotráfico”. El magistrado especificó en el auto de procesamiento que Hermida lavó dinero de la organización criminal liderada por Vladimiro Montesinos, exasesor del expresidente peruano Alberto Fujimori.

El dinero era girado desde diversas empresas de Perú, una de ellas de transporte fluvial, hacia una cuenta personal de Hermida en el Nuevo Banco Comercial.

En 2007, esa empresa fluvial giró, en varias transferencias, un total de US$ 500 mil a una sociedad anónima presidida por Núñez, por ese entonces socio de Hermida. Son esas operaciones las que llevaron a los investigadores a pensar que Núñez también blanqueaba activos para los narcotraficantes peruanos.

“La operación de canje”
Núñez trianguló ese medio millón de dólares entre Perú, España y Uruguay. La empresa fluvial giró los fondos desde Perú hacia una cuenta de la SA de Núñez en un banco de España. Luego, el monto fue entregado en efectivo en el cambio Shernu de Montevideo a una cooperativa de crédito argentina.

“Este es un negocio que se llama canje: transferencia sobre billete”, aseguró el financista. Por ese “canje”, Núñez recibió una comisión. “De eso viven los cambios. Esta operativa la hacen todos los cambios de plaza con cada uno de los clientes debidamente identificados”, explicó.

La SA de Núñez que actuó como intermediaria, llamada Gori Crown, fue creada en 2002 por el financista para vender alfajores uruguayos en España. Algunos años después, Núñez la convirtió en una empresa de remesas internacionales al servicio del cambio Shernu. “La empresa le proporcionaba a Shernu una cuenta bancaria en el exterior”, explicó Núñez.

Las sospechas de los investigadores no recaen solo sobre quién enviaba el dinero, sino también sobre quién lo recibía en Montevideo: la cooperativa de crédito Creycon.Esta cooperativa giraba al mismo tiempo dinero desde Argentina hacia cuentas en Perú vinculadas al mismo grupo de narcotraficantes. Según los investigadores, así se cerraba la maniobra de lavado de dinero.


Núñez responde que él, a diferencia de Hermida, no conoce "personalmente" al presidente de Creycon. "Lo vi una sola vez, el día de la inauguración del Shernu. Él era cliente de Hermida", aseguró.

"Cumplía con lo que exigía la ley”
“No es un acto delictivo recibir y enviar transferencias. Yo cumplía 100% con lo que exigía la ley”, sostuvo Núñez.

La ley 17.835, vigente en 2007, establecía que “las empresas que presten servicios de transferencia o envío de fondos (...) estarán obligadas a informar (al Banco Central) las transacciones que, en los usos y costumbres de la respectiva actividad, resulten inusuales, se presenten sin justificación económica o legal evidente, o se planteen con una complejidad inusitada o injustificada, así como también las transacciones financieras que involucren activos sobre cuya procedencia existan sospechas de ilicitud, a efectos de prevenir el delito de lavado de activos”.

Núñez no alertó sobre estas transferencias porque asegura que no le generaron ninguna sospecha. “El oficial de cumplimiento del cambio (que también es indagado por la Justicia) le pidió a Creycon información de la naviera y una factura que acreditara de dónde venía el dinero. Tengo documentación veraz para decir que no sospechaba de ilícitos”, dijo Núñez.

“Yo actué de forma profesional de acuerdo a la normativa de la época y cumplí con todas las normas del Banco Central (BCU) respecto a un dinero bancarizado. Hoy me siento perseguido por toda la operativa policial y judicial. Actué de buena fe. En ningún momento cometí ninguna conducta reprochable, ni siquiera culposa”, insistió Núñez.

El expediente está a estudio del fiscal Juan Gómez, quien en los próximos días le pedirá al juez Valetti más pruebas, el archivo de la causa en relación a Núñez o su procesamiento. “Si me procesan, tiene que ir en cana toda la plaza financiera”, concluyó Núñez. l

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