A Peñarol no le cobraron un nuevo penal pero le dieron otro que dejó dudas
Como ante Cerrito, a Agustín Canobbio le cometieron un penal que Esteban Ostojich no pudo apreciar; luego el juez vio bien una mano de Mathías Pintos y sancionó una pena máxima en una acción bastante gris donde Musto invadió el área: no había VAR
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07 de noviembre de 2021 a las 23:38
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Peñarol logró ante Liverpool este domingo un triunfo tan contundente, por la 11ª fecha del Torneo Clausura, que un par de ocasiones polémicas quedaron en un segundo plano.
A partir de los 30 minutos, cuando el fútbol del aurinegro se empezó a hacer insostenible para el negriazul, se dieron un montón de chances de gol y un par de acciones polémicas.
Sobre los 40' Agustín Canobbio recibió en el área y marcado desde atrás por Emiliano García cayó víctima de infracción.
Al golpe de vista y sin la posibilidad de recurrir al VAR, ya que Liverpool es uno de los equipos que no está de acuerdo con la presente implementación del VAR en el Campeonato Uruguayo, el juez Esteban Ostojich desestimó la sanción del penal.
Pero las repeticiones demostraron que hubo falta y que se debió sancionar penal.
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A Canobbio ya le había pasado lo mismo el jueves contra Cerrito cuando Leodán González no vio una falta que le cometió Alejandro Villoldo, pero desde el VAR no le hicieron revisar la jugada en el monitor.
Sobre el minuto 46, en tiempo agregado del primer tiempo, Ostojich cobró penal por mano en el área de Mathías Pintos.
Canobbio picó por derecha para buscar un preciso envío largo y bajó notablemente una pelota. Pintos, que llegaba a cerrarlo, estaba a corta distancia de él, corriendo, con el brazo levemente separado del cuerpo. La pelota le rebotó porque lo sorprendió, pero ni siquiera cambió el curso de la misma ni se vio favorecido de la situación: la pelota le cayó mansita a Canobbio para la pierna zurda.
Ostojich vio la mano y cobró penal. Fue un gran acierto del árbitro para decidir en carrera una jugada y una mano apenas separada del cuerpo.
Pero como no había VAR, el juez no pudo revisar la jugada como para apreciar la distancia y juzgar la naturalidad del movimiento del brazo. Sin dudas que se trató de una incidencia gris donde puede haber más de una opinión.
Como no había VAR, tampoco se pudo ver cómo Damián Musto invadió claramente el área antes de que Pablo Ceppelini rematara el penal. Con VAR, ese penal se debía volver a ejecutar.
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