Gentileza de Mario Sinay

Al menos 28 uruguayos no combatientes murieron bajo las garras del nazismo, según revela un libro

Nueve de ellos habían nacido en el país; cinco fueron asesinados en el campo de exterminio de Auschwitz

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22 de diciembre de 2022 a las 05:04

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Entre las cosas que el entonces presidente Tabaré Vázquez llevó en su valija cuando visitó Israel, en 2007, había una copia de la partida de nacimiento de una ciudadana uruguaya: Ana Balog. En ella se decía que Balog había nacido en Montevideo el 27 de febrero de 1930 y que era hija de un matrimonio húngaro, Segismundo Balog y Kornelia Frenkel.  

Al pisar Yad Vashem, Vázquez dijo que traía documentación sobre la única uruguaya víctima de los nazis. La historia de Balog ya era conocida. Había emigrado a Hungría. A los 15 años fue detenida en Nyrmerggyes y deportada a Auschwitz, en donde fue asesinada al término de la guerra.

Lo que Vázquez no sabía, al igual que muchos, es que hubo otros uruguayos judíos que cayeron bajo las garras de la máquina de destrucción alemana durante la década de 1940. Al menos son 28, según documenta el libro “Latinoamericanos bajo las garras nazis” del doctor en Educación y recopilador argentino-israelí, Mario Sinay. Pero podrían ser varios más, aclara Sinay en conversación con El Observador durante una visita a Montevideo para presentar el libro. Muchos de ellos estaban en Francia y Bélgica, aunque también había en Rumania y Hungría, como el caso de Balog. 

En el trabajo de Sinay, quien se ha especializado en Pedagogía del Holocausto judío, se recogen nueve nombres de personas nacidas en Uruguay y que murieron en distintas circunstancias por causa de a violencia nazi según los archivos que figuran en Yad Vashem. Ellos son: Ana Balog, Jacques Bloch, Martin Tomas Fisch, Cecilia Holzer, Luis Kontes, Vincenza Foa Valabrega, Ferentz Balkanyi , Luis Friedmann y Rozita Hayet. Cinco de ellos murieron en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. 

Además se documenta el caso de otros 19 uruguayos nacionalizados. Estos son extranjeros que habían llegado a Uruguay, que adoptaron la nacionalidad y que por alguna razón, como una visita a familiares o trabajo, habían vuelto a Europa. Y nunca más pudieron salir.

“Los números son mucho más grandes porque hay varios con doble nacionalidad y figuran con la otra”, aifrmó Sinay aclarando que esa es una investigación que aún no se hizo.

El trabajo va más allá de Uruguay y abarca a toda Latinoamérica. Según sus números, fueron 267 los latinoamericanos nacidos en el continente asesinados por los nazis. La mayoría de ellos son argentinos: 168.

Seis “héroes” uruguayos: combatientes y diplomáticos
El libro de Sinay también cuenta la historia de seis “héroes” uruguayos no judíos que lucharon por los Aliados o que su acción permitió salvar vidas judías, incluso poniendo en riesgo la suya.
Entre los primeros, el trabajo detalla el periplo del uruguayo Julio Gil Méndez, un piloto de combate que luchó en el norte de África en nombre de la Legión Extranjera. Junto a Domingo López Delgado, quien también combatió en Egipto, Libia, Túnez, Italia y Francia, estos dos uruguayos integran la lista de 91 orientales que se unieron a la Legión Extranjera. También se trata el caso de René Susan Hoger, que fue la directora de una red de inteligencia y acción comunista, arrestada por la Gestapo y enviada a Mauthausen.
Además se repasan otras tres historias medianamente conocidas: la de Carlos María Gurméndez -abuelo del actual presidente de Antel-, que salvó por lo menos a 20 judíos otorgando visas y pasaportes en Holanda; la de Alejandro Pou -abuelo materno del presidente- que salvó al menos a dos judíos y la de Florencio Rivas que escondió a decenas de judíos en su residencia de Hamburgo en la Noche de los Cristales Rotos. Cuando la Gestapo tocó su puerta les dijo que deberían pasar “sobre su cadáver”.
Según Sinay es importante “luchar” por el reconocimiento de estos tres cónsules para que obtengan el título de “justo entre las naciones”, destinado por Yad Vashem para aquellos que han salvado vidas judías. 
El libro también revela espionaje nazi en México, Argentina y Uruguay al tiempo que cuenta la actuación de un pelotón de aviadores mexicanos y argentinos que lucharon junto a los aliados. 

Educación sobre el holocausto judío

Mario Sinay se fue a los 15 años a vivir a Israel y lleva más de 50 en ese país. Durante dos décadas trabajó para el Ejército como oficial de educación y luego de un pasaje por el departamento hispanohablante de Yad Vashem. Hace viajes educativos a Polonia y otros lugares europeos en donde está la huella nazi y es autor de 15 libros sobre el Holocausto.

Sinay cree que para educar sobre este tema es imprescindible “sacar el holocausto de una visión judía y pasarlo a una visión universal”.

En segundo lugar señala que no se debería argumentar que este intento de genocidio fue “único e incomparable”. “Primero porque es comparable con otros: hay parámetros comparables y elementos que lo distinguen”.

Y en tercer lugar, Sinay argumenta que no se debe poner solo el foco en las víctimas judías sino tratar el asunto en el marco de las persecuciones a otras minorías que también se dieron durante la Segunda Guerra Mundial.

“El Holocausto es la mejor plataforma para enseñar valores humanos”, concluyó.

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